N° 46 - C.A.F.H.

Cuando Santiago Bovisio fundó la Sagrada Orden de los Caballeros Americanos del Fuego Ihes, C.A.F.H. pensaba en un número reducido de participantes, no más de 100 personas; pero con el correr de los años y por necesidades espirituales, las personas ingresadas desbordaron ampliamente las primeras intenciones y en vida del Fundador llegaron a ser miles, en varios países americanos.

Después de su muerte en 1962 la obra siguió creciendo en número y extensión por América; pero, lamentablemente, se cambiaron la doctrina, los textos de las Enseñanzas y el Reglamento Perpetuo. Cafh como Orden Sagrada se terminó en 1977, y poco después se transformó en Fundación Cafh, sujeta a las leyes generales del país. Los miembros actuales y los despedidos que han recibido todo tipo de enseñanzas pueden ser calculados en unas diez mil personas aproximadamente.

A los tres años de la difusión por Internet de los textos originales del Maestro Santiago, 773 Enseñanzas completas, reunidas en 47 libros o cursos, en 50 países con millones de lectores interesados en conocerlas en español, inglés y portugués, es necesaria una Reflexión explicando las diferencias básicas de las distintas entidades tituladas Cafh que ahora circulan por el mundo. Primera: la que fundó el Maestro Bovisio y la gobernó hasta su muerte. Segunda: la que heredó el sucesor y la modificó substancialmente transformándola en una entidad económica, Fundación Cafh. Tercera: la expansión mundial del Mensaje de la Renuncia por difusión de las Enseñanzas originales, en el tercer milenio.

Primera Etapa: El Fundador. 1937-1962

La misión terrestre del Maestro Santiago fue transferir la sabiduría de la Sagrada Orden del Fuego desde los planos superiores hasta el nivel físico donde residen los hombres encarnados. La Orden comenzó en Kaor, Asia Central, hace 24 milenios, y se distribuyó en siete lugares diferentes, como está narrado en las primeras Enseñanzas del Libro XVI “Historia de las Órdenes Esotéricas”, y es dirigida astralmente por la Madre, cuya figura se describe en “La Mujer Velada”, del Libro mencionado.

Al concluir el tiempo concedido a la Era Cristiana, los Maestros del Fuego, depositarios astrales de las experiencias humanas en los últimos milenios, transfirieron los resultados y conclusiones a la nueva Humanidad por mano de Santiago Bovisio quien las fijó en Enseñanzas escritas en español (Libro XVIII “El Camino de la Renuncia”, Capítulo 11: “El Valor Único de la Renuncia”). Dentro de la Orden del Fuego constituyen la fuente genuina de la Doctrina, apropiada a la idiosincrasia del Hombre Americano-Acuariano, que ahora se inicia.

El Maestro Santiago, Caballero Gran Maestre Fundador de la Sagrada Orden de los Caballeros Americanos del Fuego Ihes, Cafh, no sólo fijó la Doctrina de la Renuncia por escrito, sino que adoptó muchos discípulos, sin distinción de sexo, edad, religión o situación económica, a quienes educó espiritualmente y les transmitió sus conocimientos. Ellos, a quienes reglamentariamente se les llamaba Hijos, recibieron la misión verbal y escrita de expandir el Mensaje de la Renuncia por todo el mundo (Libro XIX “Los Mensajes”, Capítulo 16: “La Expansión”).

Es necesario reiterar que la obra de transferir la Doctrina, adaptada a estos tiempos y a la idiosincrasia americana, tal como se expresa en las Enseñanzas, es obra de dos grandes seres: el Celador, Girolamo Savonarola en el Renacimiento, quien desde los planos superiores forjaba las ideas en armonía con Grandes Iniciados, y las comunicaba al Maestro Santiago Bovisio, clarividente dotado de grandes facultades, quien las ponía por escrito, las comunicaba oralmente a sus discípulos y las fijaba en sus almas.

Pero el centro de toda su obra fue la preparación de discípulos para recibir al Gran Iniciado Solar Maitreya. Fue su Precursor y adelantó muchas ideas sobre su trabajo en la Nueva Era. Dejó varios escritos explicando los dones del Salvador, incluyendo un bellísimo “Himno al Maitreya”, en donde se enseña la manera de acercarse a Él, aunque todavía no lo veamos ni sepamos dónde está.

El Maestro Santiago era consciente, y lo dejó por escrito, que su obra estaba concluida, y que la dejaba perfectamente organizada para los Hijos de Cafh que le sucedieran después de su muerte, quienes tenían la misión de expandirla universalmente. Murió el 3 de Julio de 1962.

Segunda Etapa: Los Discípulos. 1963-2004

Si bien la primera etapa concluye con la muerte del Fundador, aunque sus orígenes se pierden en la noche de los tiempos, la segunda etapa comienza en el instante que la anterior desaparece, pero todavía no tiene fin. Es necesario saber que la Orden terrestre se mantuvo mientras la Orden Astral, de la cual era una proyección, la sostenía magnéticamente sin interrupciones. La garantía de esa asistencia era el fiel cumplimiento del Reglamento; si éste no fuera acatado o sus normas fuesen adulteradas, Cafh quedaría aislada y se desintegraría, como sucedió.

En esta segunda etapa que va desde 1963 hasta nuestros días, con las nuevas autoridades, las alteraciones fueron continuas, en contravención con la letra escrita del Reglamento y de las Enseñanzas. Se adquirieron grandes propiedades, las Comunidades se volvieron ricas, se trabajaba más para lucrar que para ofrendar en educación y salud, hasta que finalmente se entró en conflicto con la sociedad, con las autoridades públicas y entre ellos mismos. Dice la Enseñanza “Los Bienes de la Renuncia” (Libro XVIII “El Camino de la Renuncia”, Capítulo 10): “¿Qué pasa con las instituciones que acumulan las riquezas, con los trusts judíos, con las instituciones eclesiásticas católicas, que juntan tanto poder? Ese mismo poder las aplasta. La única fuerza del Hijo es tener ese céntuplo, pero para darlo, no para hacerse rico. Una vez que tiene casa, ¿para qué juntar más? Hay que repartir. Hoy no se puede hacer la misma caridad que ayer, cuando se tenía la mitad de los recursos materiales: hay que dar el doble. Dar continuamente, porque ¡pobre de los Hijos si juntan riquezas que después sus brazos y sus hombros no podrán sostener!”

En las organizaciones espirituales herméticas, como Cafh, regida por Votos de Silencio, Fidelidad al Reglamento, Obediencia al C.G.M. y Renunciamiento de Vida, cuando se desconecta de sus protectores astrales, comienza la decadencia de la institución y de sus seguidores individuales, primero lento y pausado, luego se acelera en todos los estamentos, y termina en caos y luchas intestinas. Se puede fijar el momento de crisis de la unidad, la Asamblea del Plenilunio de Mayo de 1977, en San Pablo, Brasil, cuando todos los Superiores reunidos no pudieron ponerse de acuerdo ente un simple pedido de perdón.

Este segundo período recoge las cargas purgativas de la Obra que se fueron acumulando por errores y desviaciones que no fueron superadas. Todo lo contrario, se volcaron hacia lo económico, casas, campos, depósitos bancarios, etc. La riqueza los aplastó, y por falta de una buena conducción, los miembros de la Fundación Cafh se están dispersando, destruidos espiritualmente. Sólo les queda una esperanza a la que acuden continuamente: las Enseñanzas del Maestro Santiago.

Tercera Etapa: Las Enseñanzas Liberadas. 2001

Las Enseñanzas contienen un mensaje divino de liberación; por lo tanto, tienen que llegar a los hombres del mundo. Así ha ocurrido desde que fueron lanzadas al ciberespacio al comienzo del milenio, o, si se quiere, al empezar la Era de Acuario, con resultados espectaculares como ya hemos comunicado anteriormente; la necesidad espiritual de la Humanidad es muy grande y ya no quedan tiempos de espera.

Ninguna institución las promueve; se sostienen solas, livianas, fáciles de entender, sin resistencias, tal como fueron creadas por los Santos Maestros para el bien de las almas. Leerlas sencillamente ya es un gran beneficio, porque irradian paz, comprensión y sabiduría. Hay que tenerlas a mano para recurrir a ellas en cualquier momento, en sosiego o en tribulación; hacen bien, como los Evangelios, como las palabras del Buda. Están suspendidas en el éter, dispuestas a dar lo mejor sin pedir nada a cambio, adhesión, fe o promesas; siempre dan, como el Sol.

Esta es la tercera etapa de Cafh: la sabiduría de su creador transmutada en ideas luminosas. Las experiencias del Maestro se han purificado y no tienen expresión física alguna, sino magnética, espiritual, una auténtica obra de amor. Llegan a todos aquellos que quieran recibirlas, y abren las puertas que acceden al espacio del Maitreya, el nuevo Redentor de la Humanidad.

Se expanden por territorios desconocidos, no sólo geográficos, sino también espirituales. ¿Quién podría imaginar los sentimientos, las imágenes, las ideas misteriosas que las Enseñanzas pueden despertar en aquellos que aspiran traspasar las puertas de lo desconocido para explorar el nuevo mundo de Acuario, especialmente aquellas almas que ya tuvieron acceso a una pequeña parte de las mismas? Nadie; únicamente Dios y los protagonistas.

La primera etapa fue del Maestro Fundador. La segunda etapa es de los discípulos. La tercera etapa es de la Humanidad. No tiene propietarios, instituciones, administración, financiamiento u otra propuesta fuera de las Enseñanzas mismas. Ellas están en los hogares humanos, están en todas partes. Constituyen la avanzada del Mensaje de Renuncia que dará el Salvador del Mundo.

Conclusiones.

Ésta es, en síntesis, la obra del Maestro Santiago Bovisio, en el centenario de su nacimiento: el pasado y el presente, el bien y el mal, los éxitos y los fracasos, la fidelidad y las traiciones, la vida y la muerte de miles de seres que recibieron sus bendiciones y se perfeccionaron al amparo de su guía espiritual.

Se fue hace mucho tiempo hacia su patria invisible, pero sigue dirigiendo la Obra a su manera, con su estilo superior, desde cualquier lugar que se encuentre. El que pensó alguna vez que podría reemplazarlo y, ocupando su sitio, cambiar el destino incoercible del Maestro, demostró que nunca lo conoció, ni a Él, ni su poder. Los tiempos de los Maestros son diferentes a los tiempos humanos. Ellos viven la Eternidad; nosotros apenas contamos con unos pocos años par trabajar. Ellos triunfan siempre, aunque a veces permiten las contradicciones y los pares de opuestos para depurar la Obra de sus deudas kármicas. En estos momentos, la Obra del Maestro Santiago, sus ideas, sus concepciones fundamentales, el Ired, la pluralidad de los mundos, la presencia del Maitreya, la Renuncia de Holocausto, en fin, todo el Universo magnético que irradian las Enseñanzas desde las pantallas de la Humanidad, constituyen el más valioso tesoro de los hombres en estos tiempos peligrosos.

Hemos recibido numerosas comunicaciones de miembros activos en Cafh, de otros que se fueron hace tiempo, de muchos que nunca nos conocieron y de otros más que quieren conectarse, formar grupos, etc. Ésta es la situación de la Gran Obra, un siglo después del nacimiento del Fundador. No damos consejos, ni entablamos diálogo. En las Enseñanzas está lo que podemos ofrecer y lo que el ser humano puede necesitar. Busque el lector en sí mismo la causa de sus inquietudes, y con la guía del Maestro Santiago encontrará la solución del problema.

José.
Marzo de 2004.

Addenda

Como evidencia de los conceptos expresados en esta Reflexión N° 46, transcribimos algunos datos de las estadísticas del mes de febrero de 2004 de Internet, sobre transferencias de archivos y consultas a las Enseñanzas en los países mas activos.

1. Estados Unidos: 3.504
2. México: 1.033
3. Brasil: 884
4. Argentina: 811
5. España: 208
6. Portugal: 176
7. Colombia: 153
8. Perú: 146
9. Chile: 72
10. Italia: 66
11. República Dominicana: 54
12. Países Bajos: 39
13. Canadá: 28
14. Reino Unido: 26
15. Venezuela: 21
16. Alemania: 21
17. Costa Rica: 17
18. Francia: 17
19. Paraguay: 16
20. Australia: 16
21. Etcétera.

Otros datos del mismo mes:

Cantidad total de accesos exitosos: 131.140
K Bytes transferidos: 1.558.316
Enseñanzas transferidas: 173.145
Visitas a Biografía: 1.015
Visitas a Reflexiones: 816
Visitas a Reflexoes (Portugués): 360
Visitas a Comentarios: 168
Visitas a Commentaries (Ingles): 131

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