N°
8 - El Politeísmo
En numerosas
Enseñanzas se habla de politeísmo y de monoteísmo,
y como la literatura religiosa a través de los siglos ha diversificado
los significados originales, provocando confusiones y errores, cuando
no falsedades, creemos que son necesarias algunas reflexiones sobre estos
temas, tomando como guía las precisiones que el Maestro Bovisio
ha señalado en sus trabajos. Empezaremos por los conceptos, y no
por los nombres; muchas controversias han nacido de la multitud de títulos
producidos a lo largo de la Historia para designar una cosa unitaria.
Siempre se ha dicho en singular el origen del universo, y a esa singularidad
se la ha llamado el Uno, el Único, el Absoluto, Dios, el Desconocido,
el Creador, Él, Eso, el Eterno, etcétera, según las
tradiciones y el lenguaje de los pueblos. La unicidad del principio subyace
en el inconsciente colectivo de la especie humana y se aplica espontáneamente
a todos los nombres que hemos mencionado; es una evidencia anterior al
razonamiento y a los dogmas. Las religiones y creencias monoteístas,
politeístas y panteístas, se sostienen en la unicidad del
principio creador. El lector que quiera ahondar en esta parte del tema,
deberá meditar las primeras Enseñanzas del Libro "Cosmogonía".
Los diversos nombres están pronunciados y escritos en lenguaje
humano. Para algunas religiones el nombre único es secreto y desconocido;
para otras, su diversidad es infinita. Algunas defienden un nombre como
real y valedero, declarando falsos a los otros. Otras, aceptan varios,
mezclando, confundiendo, generando formas caóticas. En la actualidad
el asunto está en una gran mezcolanza, incluyendo a personas vivas
que se declaran avatares, encarnaciones divinas, con ritos propios y multitudes
de seguidores. Típico de una Era que termina, el Dios de los hombres
está licuado en la gran batidora social de las masas desordenadas
y sin destino. Quisiéramos poner un poco de claridad, ahora que
una gran cruzada cristiana enfrenta a la guerra santa de la otra parte,
matando, destruyendo y llevando el horror a todos los pueblos de la Tierra.
Vivimos en la multiplicidad; más de 6000 millones de personas que
formamos la Humanidad estamos globalizados en la red mundial de comunicaciones,
viajes, comercio, finanzas, turismo, lecturas, Internet, en realidad,
todo. Y en esa aldea global hay muchos dioses que se comunican entre si
y dialogan, como si estuvieran en el viejo Olimpo. Hace poco, en Asís,
se reunieron los Jefes de varias religiones, Catolicismo, Islamismo, Judaísmo,
Hinduismo, Protestantes, Ortodoxos, para orar juntos por la paz mundial,
en ejemplar y fraterno espíritu de tolerancia religiosa. Fue una
respuesta a la guerra global de la cruzada cristiana de George Bush, enfrentando
a la Guerra Santa de los Islámicos. Por todo esto es necesario
explicar los fundamentos del monoteísmo y el politeísmo.
a.
La Guerra de los Dos Soles
El Maestro
Santiago explica claramente el origen de estas divergencias religiosas
del Antiguo Egipto, porque él mismo fue uno de los protagonistas,
como Sumo Sacerdote del Templo de Amón en Tebas, durante el reinado
de Amenophis IV, llamado después Akenatón (Atón,
nombre del disco solar, físico, único, monoteísta;
Amón, nombre del espíritu del Sol, también Micäel,
Primer Regente del Sistema Planetario, politeísta). Se recomienda
ver los Libros "El Sistema Planetario", "Religiones Comparadas",
e "Historia de las Ordenes Esotéricas".
Durante las primeras Razas Raíces, las capacidades supra físicas
de los hombres eran tan grandes que no necesitaban templos ni religiones,
porque estaban en contacto directo y permanente con los Grandes Iniciados
que los dirigían. Las religiones comienzan de a poco con la Raza
Aria a medida que los hombres van perdiendo la visión astral, ceguera
que se incrementa después de la Guerra de los Mil Quinientos Años,
con la destrucción de los últimos Atlantes. Entonces se
fundó la Gran Orden del Fuego, en el Monte Kaor, que conservó
la sabiduría antigua y los poderes psíquicos que llegaron
hasta el Egipto histórico, en transmisión secreta de Maestros
a Discípulos. La homogeneidad del concepto divino único
era general en todas partes; pero comienzan las divergencias mono y politeístas
a raíz de las acciones del Faraón herético Amenophis
IV entre los años 1375-1357 A.C., influenciado por su esposa Nefertiti,
semita nacida en Mitania, norte del actual Irak.
En la antigüedad, cada ciudad, cada región o provincia tenía
un dios protector local, como ahora las ciudades tienen su Santo Patrono
(en Mendoza es el Patrón Santiago; en Buenos Aires es San Martín
de Tours, etc.). Pero en el Egipto antiguo, el gran Dios único
era Ra, el Sol. Además, cada nomo o provincia tenía su Dios
Local. En Tebas, capital del Reino Egipcio, era Amón. Pero Amenophis
IV decidió eliminar a todos los Dioses y los diferentes cleros
con sus templos, y consagrar a un único Dios personal, Atón,
siendo Él su único Gran Sacerdote. Todos los templos fueron
cerrados, los sacerdotes perseguidos despiadadamente, y el mismo Faraón
se construyó una nueva capital, con los tesoros robados a los otros
templos. La nueva religión era materialista, sensoria, excluyente.
Cuando murió el Faraón epiléptico, todo lo que reformó
se vino abajo; Tebas volvió a ser la capital, se restauraron los
cultos suprimidos, las inscripciones del nombre del Faraón fueron
borradas y su recuerdo, deshonrado. Pero la semilla de una religión
monoteísta, exclusiva, dualista (materia y espíritu) perduró
en las religiones semitas, llevadas por Moisés y los hebreos a
Palestina, y desde allí a las nuevas religiones que brotarían
con el tiempo: el Cristianismo y sus ramificaciones, y el Islamismo con
sus diversas corrientes. Estas religiones conquistaron a todas las naciones
del mundo; salvo algunas regiones culturales de Asia: el planeta les pertenece.
El Maestro Santiago, en la Enseñanza 10, del Libro "Historia
de las Órdenes Esotéricas", señala que Jesús
"Es un verdadero precursor de lo que todavía es una esperanza:
la unión del politeísmo con el monoteísmo; o sea
la pureza de la concepción politeísta con la accesibilidad
de todos los hombres al concepto del monoteísmo. En síntesis:
la Redención de todos los hombres". Nosotros creemos que esa
será una de las tareas capitales del Gran Iniciado Solar Maitreya.
b.
Monoteísmo y Politeísmo
La creencia
popular de que las religiones monoteístas adoran al Dios único
y verdadero, y que las religiones politeístas son fetichistas que
adoran a muchos ídolos, los negros de África, los isleños
de la Polinesia, etcétera, se generalizó en los primeros
siglos del cristianismo a partir de Alejandría, cuando las multitudes
cristianas empujadas por monjes fanáticos, combatieron a los creyentes
de la religión pagana griega, y con la oficialización del
Cristianismo como religión del Estado, bajo Constantino, las antiguas
creencias desaparecieron. Cuando apareció el Islamismo, estas religiones
monoteístas lucharon entre sí para imponer su Dios personal.
Cuando los españoles conquistaron América, destruyeron todos
los templos y los "ídolos" de las antiquísimas
civilizaciones regionales. Antiguamente, las religiones eran el factor
de poder decisivo, y los gobernantes las utilizaban para dominar al pueblo
y a otras naciones, bajo las banderas de sus dioses personales. Hoy los
factores de poder están en las ideologías políticas,
capitalismo, comunismo, socialismo, etc., en los ejércitos y en
el dinero. Hoy, la controversia de monoteísmo y politeísmo
no significa nada, ni política ni espiritualmente. Pero para entender
la estructura y el significado íntimo de estas concepciones, hay
que recurrir a las Enseñanzas de Santiago Bovisio, que las ha explicado
en los Libros que hemos recomendado anteriormente.
El politeísmo es el camino del conocimiento armónico de
todas las cosas espirituales y materiales, y su efecto es la sabiduría.
El monoteísmo es el camino del sentimiento, y su resultado es la
compasión. En la Enseñanza "La Sabiduría Árabe
Esotérica y la Mujer Velada", del Libro anteriormente mencionado,
el Maestro Santiago expone con toda claridad estas dos concepciones que
se reúnen en un ideal todavía inalcanzable: "con la
Sabiduría, el Amor".
Indudablemente, las religiones monoteístas han estado enfrentadas
entre sí durante la Era Cristiana, y ahora, al final de Picis,
el odio que las mueve se ha vuelto salvaje e incontrolable. Véase
lo que está ocurriendo en Palestina y se comprenderá mejor
que cualquier texto: las tres religiones monoteístas dominantes
del mundo quieren poseer exclusivamente su lugar sagrado, Jerusalém,
donde fue crucificado el Salvador, liquidando a las otras competidoras,
como ya lo habían hecho anteriormente. Con la destrucción
de esta región se cierra el ciclo monoteísta dialéctico,
y se abre un nuevo espacio para la Humanidad. El ciclo kármico
se cierra pagando la deuda. No se puede inaugurar la Sub Raza Americana,
mientras persistan los intereses de la antigua; como en los humanos, debe
morir bien muerta. La Sub Raza Teutónica, que se inició
con la guerra de los 1500 años, después que desapareciera
totalmente la anterior Aria Celta, empezó con individuos muy primitivos,
salvajes, tipo hombre de las cavernas que vivían de la caza y la
pesca, y sobre esa base, con el transcurrir de los milenios, se levantó
la actual civilización tecnológica. Después que pase
la destrucción y el aniquilamiento de las masas, cuando el planeta
vuelva a estar limpio de radioactividad y contaminaciones, y empiecen
a repoblarse los bosques y los ríos, cuando los supervivientes
vuelvan a la inocencia, ¿cómo empezaremos la nueva era de
la espiritualización del materialismo, la armonía entre
el monoteísmo y el politeísmo, la Sabiduría con el
Amor? Nadie lo ha profetizado, pero las Enseñanzas sugieren los
probables lineamientos de la obra del Maitreya.
El Maestro Bovisio vivió desde 1904 hasta 1962, y como ya se explicó,
en su anterior encarnación fue Sumo Sacerdote del Templo de Amón
en Egipto, donde el politeísmo alcanzó su mayor fulgor durante
la Guerra de los Dos Soles. Pasaron más de treinta siglos entre
una vida y otra, largo tiempo que sólo los grandes pueden experimentar,
y el politeísmo desapareció completamente. Al encarnar en
la primera mitad del siglo XX, aportó a los hombres el más
completo y profundo estudio sobre el politeísmo, que se había
conservado parcialmente en las Ordenes Secretas bajo riguroso secreto,
y aportó técnicas de meditación, contemplación,
posturas, himnos y oraciones ocultas, conocimientos físicos y astrales,
que sólo un Maestro de Sabiduría de la Escuela de Amón
puede transmitir, dentro de la visión cósmica del politeísmo.
Todo eso lo dejó por escrito, y lo entregó a los discípulos
que formaban la Orden que había fundado para la expansión
del Mensaje de la Renuncia. Al desaparecer la Orden con sus compromisos
intrínsecos en las ultimas décadas del siglo pasado, las
Enseñanzas quedaron libres, y se extendieron por el mundo a través
de los medios de comunicación. En el primer año de difusión
se han registrado más de 554.000 Enseñanzas transferidas
a particulares en más de 35 países de todos los continentes.
¿Qué ha significado la presencia de Santiago Bovisio, testigo
excepcional y uno de los protagonistas de la lucha entre el politeísmo
y el monoteísmo, cuando termina el signo de Picis con el período
milenario de monoteísmo judío, cristiano y musulmán?
El Maestro Santiago exclamó enfáticamente ante muchos testigos,
en un acto ceremonial que presidía en Buenos Aires en 1959: "¡Tres
mil años de oscurantismo!" Manifestación clara y emocionante
de un antiguo sacerdote de Amón, que reclamaba un lugar para el
conocimiento íntegro de la verdad.
Las naciones modernas y los sistemas ideológicos que promueven
se están derrumbando entre crisis económicas, injusticias
y guerras de exterminio, por sus propias contradicciones, sin salida ni
retorno. El monoteísmo está agotado. Con los avances científicos
y el desarrollo planetario también al borde critico, la esperanza
que le queda a la humanidad es el politeísmo renovado, el conocimiento
sin exclusiones, material y suprafísico, dentro de la realización
integral del hombre, en armonía y síntesis con el sentimiento
monoteísta. Tal vez ésa sea la misión del Maitreya
en el comienzo de Acuario: una nueva forma de vivir para todos: la Sabiduría
en el Amor.
c.
Hacia la Unidad
El problema
en que viven sumergidos los monoteístas es la dualidad: Dios por
un lado, y la materia por el otro. Nunca pudieron resolver este dilema.
A veces llegaron al fanatismo y la crueldad, como en la Edad Media Cristiana,
época de los pares de opuestos exagerados, con un Dios muy alto
e inaccesible, y el mundo como un infierno desbordante de pecados; al
no poder solucionar doctrinariamente la contradicción, multiplicaron
las procesiones, las Órdenes Mendicantes, las hogueras de la Inquisición
y el exterminio de los rebeldes. Ahora estamos en otra época similar
y opuesta, de omnipotencia materialista: los laboratorios genéticos
cometen terribles desmanes, una fría impiedad cubre de cadáveres
los campos africanos, el poder del dinero destruye las naciones débiles
desde el F.M.I., la sensualidad más grosera es conducta generalizada,
y muy, muy arriba, invisible, mudo en la oscuridad, el Dios solitario
de las religiones monoteístas mira el vacío sin decir nada.
Pero estamos al final de Picis, dos pescados mirando en direcciones opuestas,
y la solución está operando por el colapso elemental de
los componentes, la disolución. Cuando un organismo biológico
muere, sus constituyentes se van disgregando involutivamente, cada vez
más profundo, hasta llegar a una sustancia elemental sin forma,
como al principio, cuando comenzó su actividad. En el organismo
humano, esta desarticulación continúa en los planos suprafísicos
durante muchísimo tiempo, hasta que de la entidad queda solamente
una síntesis, la memoria de lo que vivió, y el átomo
simiente que le permitirá realizar otra vida. También las
Razas se disuelven y transmutan para poder abrir un nuevo ciclo. Dice
el axioma hermético: "Como es arriba, es abajo. Como es abajo,
es arriba. Para que se cumpla el milagro de la Unidad".
Las dos concepciones que han guiado el progreso de la Humanidad durante
siglos, monoteísmo y politeísmo, separados, son incompletas,
como son parciales la mente y el corazón cuando actúan independientes.
El hombre ha sido creado como unidad indisoluble; sólo en las culturas
y en las religiones personales se han divorciado para conquistar algunos
sectores de la realidad. Ahora se inicia un nuevo ciclo que, si es amplio
como el anterior, durará 24.000 años. La misión profetizada
para este futuro inmediato es la reunión de los pares de opuestos.
Tal será, ni más ni menos, la obra del Gran Iniciado Solar
Maitreya.
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