N° 41 - El Maestro Espiritual de América

Es difícil descubrir la misión de los grandes seres. Santiago Bovisio trabajó mucho en América y recién ahora, cuarenta años después de sus muerte, podemos adivinar su obra: enseñar a los hombres la sabiduría de la Raza Aria, custodiada astralmente por la Sagrada Orden del Fuego. Como en una carrera de postas, la vieja Humanidad se detiene y entrega el legado de sus realizaciones a la nueva que recién se inicia. En las Enseñanzas está todo lo que se podía decir y todo lo que se puede comprender. Otras verdades permanecen en la penumbra hasta que llegue el momento de su descubrimiento, como la Revelación Madre de los Arios que, según el Maestro, será encontrada antes que finalice la Quinta Raza, para que todas las revelaciones se reunifiquen.

El estudio de las Enseñanzas estuvo reservado, desde sus comienzos, a los participantes de Cafh, Orden Americana del Fuego, creada por Santiago Bovisio para la finalidad mencionada. En el año 1957 reclamó que la doctrina fuese llevada a todas partes (Libro XVIII: “El Camino de la Renuncia”), y en el último Mensaje de Plenilunio, 1962, proclamó la expansión universal de la Renuncia. Pronto murió y sus ideas quedaron circunscriptas a Cafh. Desde 1937 con la primeras Enseñanzas hasta enero del 2001, cuando fueron reveladas al mundo, pasaron 64 años en espera potencial. Como el trigo de invierno que siembran los campesinos en las llanuras rusas antes que caigan las primeras nevadas y queda enterrado en la oscuridad y el frío hasta la primavera, y con el calor brotan espontáneamente, así las Enseñanzas permanecieron largos años en silenciosa quietud hasta que, llegados los nuevos tiempos, el Gran Iniciado Maitreya las activó y las está haciendo germinar en las almas de los predestinados. La semilla está brotando en estos tres años de expansión, y todos esperamos una buena cosecha.

La expansión del Mensaje de la Renuncia es vertiginosa y en pleno crecimiento, como señalan las estadísticas. En el primer año, 2001, se copiaron de Internet 554.110 Enseñanzas promedio. En el segundo se copiaron 1.151.110. Y en el tercer año que acaba de terminar se copiaron más de un millón y medio. En total, tres millones de transferencias difundidas en los tres idiomas de América, Español, Inglés y Portugués, que se estudian en 50 naciones, principalmente Estados Unidos con el 50 %, Argentina, Brasil, México, España, Perú y otros.

¿Qué significan estos números y estas naciones? Han sobrepasado el punto crítico y actúan libremente, empujadas por la fuerza interior que las anima. Podemos explicarlo con una analogía: la desintegración atómica. Los alemanes descubrieron el método de la fisión atómica en Berlín antes de la Segunda Guerra Mundial; más tarde, en la Universidad de Chicago, Fermi descubrió el método de la reacción en cadena, base de los reactores atómicos que mueven usinas, submarinos y barcos, estableciendo el punto de la masa crítica cuando la pila atómica se convierte en reactor y empieza a fisionar por sí misma. Las Enseñanzas del Maestro Santiago poseyeron masa crítica desde el comienzo, 1° de enero del 2001, cuando fueron lanzadas al éter. En el primer mes produjeron 45.000 transferencias, sin publicidad ni promociones, difundiéndose espontáneamente en cadena. Si bien los años que permanecieron en silencio fueron muchos, tal vez por esto mismo, al ser liberadas volaron como bandadas de pájaros en todas direcciones, llenando el éter con músicas celestiales.

No podía ser de otra manera. Ellas vibran en las nuevas dimensiones magnéticas del Maitreya y son los instrumentos que tiene a su disposición para construir la Obra. Años atrás no era posible; no había espacio ni tiempo sincronizado. Se ha producido la reversibilidad de los signos y, como lo habían planificado los Grandes Iniciados del Fuego, quienes enviaron a Santiago Bovisio a la Tierra para que las preparase en lenguaje humano, ahora que pertenecen a la Humanidad son estudiadas por millones de personas. Como estaba profetizado por muchas corrientes espirituales, coinciden armónicamente la Nueva Era de Acuario, el Fuerte Libertador Maitreya y las Enseñanzas del Maestro Santiago.

No se conocen precedentes históricos de una preparación tan completa para recibir a un Iniciado Solar. El Precursor San Juan Bautista anunció la venida del Cristo; pero Jesús comenzó su obra en un pueblo pequeño con hombres sencillos; la doctrina cristiana se desarrolló en siglos posteriores, una mezcla de varias tradiciones, a veces distantes de las palabras del Evangelio. Algo semejante ocurrió con el Budismo; el Canon Pali se redactó 5 siglos después de la muerte del Buda, pero actualmente no se conocen muy bien sus ideas originales.

Los tiempos han cambiado. Estas Enseñanzas no están preservadas en escondites secretos ni en cajas de seguridad, sino con signos matemáticos digitales en estado vibratorio que se activan inmediatamente cuando el solicitante lo pide con una señal desde cualquier lugar, para llamar al Maestro quien acude instantáneamente por medio de satélites que se desplazan en el espacio exterior, y miles de puntos de interconexión en todos los rincones del planeta. Millones de personas manejan sus computadoras y activan sus ideas día y noche. No necesitan viajar para encontrarlas, porque están en todas partes escritas en el lenguaje sencillo de quien las preparó para este fin y este tiempo americano. ¡Qué diferencia con los viajes de San Pablo Evangelista por mar y tierra para explicar las ideas de Jesús a los primeros cristianos, y con el Profeta árabe dictando sus sentencias a los seguidores que las escribían sobre huesos de camello en medio del desierto!

Hemos llamado a Santiago Bovisio “El Maestro Espiritual de América” por dos razones principales, entre otras secundarias de menor importancia. La primera es la gran recepción que se ha brindado a sus Enseñanzas en las tres Américas, especialmente en los Estados Unidos. La segunda es que las ideas que transmite han sido preparadas para la idiosincrasia de los hombres de estas tierras y de esta tiempo, Acuario, con doctrinas espirituales diferentes a las del viejo continente, como el Ired, la concepción energética de la vida y del hombre, la imagen de la Divina Madre como fuente de toda realización, la expectativa del Nuevo Salvador, la auto redención individual por la Renuncia de Holocausto, el fin de los intermediarios. El Maestro Santiago explicó claramente cómo se produjo la preparación de las Enseñanzas en el Libro “El Camino de la Renuncia”, Capítulo 11, por medio de una relación Ired maravillosa de los planos astral y físico, entre dos grandes seres, uno en el Cielo y el otro en la Tierra.

“Pero era necesario para Cafh en América una enseñanza especial adaptada al temperamento de las personas que las recibieran. Un Maestro Divino se ocupó de dar estas enseñanzas para que fueran grabadas en la mente y el corazón de los que tienen que darlas: este Maestro Divino fue el Celador. El Celador ha dado las Enseñanzas de Cafh a través del Fundador de Cafh. Éste las ha dado a un grupo de almas; si después esas almas no las han comprendido no importa; Él las ha dado. Les enseñó cuales son las verdades adaptadas a los Hijos, las que ponen al ser en contacto con el universo; les dio detalles de su modo de ver las ciencias.”

Se comprende, entonces, la misión docente del Maestro: Enseñar las verdades espirituales del Universo. El grupo de almas que las recibió permaneció mudo. A partir del 1° de enero del 2001, las Enseñanzas fueron recuperadas, liberadas de sus encierros y entregadas a la Humanidad para siempre, porque le pertenecen.

América no tiene una Revelación Divina propia. Las creencias y religiones que practican sus habitantes provienen de otros continentes que las cultivaron durante milenios, con lenguaje de transmisión oral primero y más tarde con signos y palabras cuyo significado hoy desconocemos. En aquellas antiguas regiones florecieron cientos de religiones y culturas, algunas de ellas están descritas en los libros históricos de esta colección, desde la fundación de la Raza Aria por el Manú junto al mar interior del Asia Central, actualmente el desierto de Gobi, hasta nuestros días. Los principios que todavía regulan a las naciones provienen de los continentes donde vivieron los arios. América permaneció separada e incomunicada hasta la llegada de Colón. A los europeos no les interesaron las culturas regionales de enorme riqueza; las eliminaron salvajemente e impusieron las religiones cristianas con violencia. América quedó vacía espiritualmente. Sobre esa inmensa página en blanco que se extiende de polo a polo, las Enseñanzas del Maestro Santiago Bovisio van ganando territorio, preparando el terreno mental y afectivo, lo remueven, lo sacuden para que desaparezca la maleza, y lo hacen propicio para la siembra que pronto hará el Gran Iniciado Solar Maitreya.

Nosotros, los americanos de nacimiento, hemos sentido siempre un gran vacío espiritual que las religiones nunca pudieron satisfacer. Aparecieron muchas corrientes, Cristianismo con gran variedad de doctrinas y sectas, Budismo Zen, Islamismo, rituales africanos, sectas heterodoxas, etc., pero no solucionaron la necesidad de encontrar un destino propio. Los pueblos americanos se independizaron políticamente de sus lejanos gobernantes europeos hace mucho tiempo, pero siguen siendo sus colonias espirituales. Sólo un gran ser como el Maitreya podrá fundar la nueva civilización Americana con características originales que respondan a nuestras necesidades de hombres nuevos llenando el vacío existencial que nos afecta, individual y colectivamente. Brotarán culturas, artes y literaturas, una nueva concepción del cosmos y del hombre, ciencias y tecnologías que unan las partes separadas, una vida en armonía con la naturaleza, reconstrucción de bosques, praderas y corrientes de agua dulce.

Las Enseñanzas son herramientas espirituales al servicio del Maitreya, y nunca un sistema de creencias. Los ejercicios de meditación, la filosofía rásica, los símbolos cosmogónicos, la creación del sistema planetario, la concepción energética del mundo, las imágenes del cosmos, el Ired, la reversibilidad, la ciencia de la vida y tantas Enseñanzas originales que cubren el espectro de las necesidades humanas las poseen los hombres como medios y nunca como un fin. El Gran Iniciado les dará el objetivo para el cual fueron creadas: la formación de una civilización trascendente en la etapa que se inicia. Durante miles de años los hombres la desarrollarán hasta su culminación. El Maestro Santiago ha adelantado a lo largo de sus Enseñanzas, en aparente forma casual, algunas de esas conquistas: la rehabilitación de la glándula pineal (el tercer ojo) con efectos de clarividencia, la redención individual por la práctica de la mística de holocausto, la desaparición de los intermediarios, etcétera.

Las Enseñanzas son universales aunque tengan las características iniciales del hombre americano. Nadie sabe cómo quedará el planeta después de la gran destrucción, cuántos sobrevivirán, ni dónde. ¿Terremotos, diluvios, hundimientos continentales, sequías, guerras atómicas, epidemias, quién lo sabe? Todas estas calamidades masivas ya han empezado su accionar. Las cartas del destino están tiradas sobre la mesa, boca abajo, y nadie las puede retirar. Las Enseñanzas del Maestro Santiago también están tiradas sobre el mundo, descubiertas, y nadie las puede retirar; están jugadas. Jesucristo comenzó su obra universal en un punto, y desde allí cubrió todo el planeta, produciendo la extraordinaria civilización occidental que ahora concluye. El Maitreya también iniciará su misión universal en un punto, y desde allí pondrá en marcha la rueda de la maravillosa civilización espiritual que todos esperamos.

José
Enero de 2004

Consultar:
Libro I, Capítulo 1: Hidrochosa.
Libro XVIII, Capítulo 11: El Valor Único de la Renuncia.
Libro XIX, Capítulo 16: La Expansión.

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