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35 - Vivir en Dos Mundos
Con el ingreso de la Era de Acuario y la presencia del Gran Iniciado Solar Maitreya, la Humanidad vive en dos mundos diferentes, dinámicos y polivalentes: uno es donde hemos nacido y en el cual nos movemos, controla nuestras acciones y dirige la mayor parte de nuestros proyectos con realismo e impiedad; el otro es nuevo, potencial, y está explicado ampliamente en las Enseñanzas, desarrollándose hacia el futuro, inexorablemente. No sólo la sociedad general está atrapada en esta encrucijada de caminos, sino cada hombre particular, sin dispensa, juega su futuro para mucho tiempo y muchas vidas; no puede eludir la coyuntura existencial: gane o pierda, debe elegir, porque los dos mundos, ahora entremezclados, se mueven en direcciones opuestas, y pronto se separarán, unos hombres en un lado y otros en la parte contraria, estructuralmente. Siempre, con el recambio de Razas, ocurrió así; es el sistema que utiliza la Evolución para avanzar hacia tipos humanos más perfectos. El sistema tecnológico de las comunicaciones modernas, televisión, radio, computadoras, Internet, etc., el desarrollo de la aviación, los trenes rápidos y el automóvil privado, han conducido a formas de vida socio económicas heterogéneas, diversificadas, en lo que llamamos la globalización planetaria, un caos y no un orden internacional. Esto se puede comprobar en los enfrentamientos armados entre culturas y naciones. Ejemplos: musulmanes en Irak resistiendo con las armas a la “cruzada libertadora” de los invasores; millones de civiles europeos protestando en masa contra la guerra ilegal de Estados Unidos e Inglaterra; el terrorismo de los rebeldes haciendo estallar bombas en todas partes. Estas son expresiones colectivas del desencuentro; desde la caída de las Torres Gemelas hasta la desesperación del drogadicto que se inyecta heroína en una pieza solitaria de Nueva York, hay diferencias de cantidad y tamaño, pero la fuerza que los destruye es la misma que los empuja hacia el fin de esta época terminal. A los ojos del hombre corriente que va y viene, el mundo es uno, incluso homogéneo, usable; no lo comprende, pero lo vive. Las cosas que utiliza las puede conseguir fácilmente, aunque se traslade de una punta a otra del continente. Se deja llevar por los remolinos que mueven a las masas en todas direcciones, sin oponer resistencia ni objeciones; le basta con tener el dinero suficiente para consumir y satisfacer sus deseos. Si no lo tiene, trata de conseguirlo por cualquier medio y hasta se degrada para ello. No le importa. Cree que la sociedad es inmodificable, aunque está cambiando continuamente, y se esfuerza de sacar el mayor provecho posible de su circunstancia, sea rico o pobre. Tal vez, en siglos anteriores, en la plenitud de Picis, esta posición estuviera justificada porque todavía faltaba tiempo para realizar la civilización que estaba desarrollando; pero ese tiempo se terminó; las colectividades y el materialismo culminaron y entregaron sus conquistas a los hombres, unos más, otros menos. Ahora estamos en una Nueva Era con el Gran Iniciado Solar que empieza a cambiar las cosas introduciendo una cuña dentro del viejo sistema, y ofreciendo a cada individuo privadamente las ideas necesarias para sobrevivir, las Enseñanzas del Maestro Bovisio. El Camino de la Renuncia está explicado en los libros de esta colección. Las Enseñanzas vibran en estado potencial, y como tal se han entregado a los hombres; a medida que vayan germinando en las almas de los servidores, se transformarán en realidades concretas individuales, en crecimiento y maduración, para ir formando, armoniosamente, la nueva Humanidad. Pero vivir en dos mundos encierra enigmas difíciles de resolver si no se conocen las claves para cada uno, que tienen cerraduras diferentes y abren habitaciones distintas. ¿Aquellos que han accedido a las Enseñanzas y se adhieren a los principios de la Renuncia, cómo pueden hacer para moverse en el viejo mundo, sin perder su identidad habitual? El hombre es un individuo, y no puede sostener verdades contrarias a su naturaleza espiritual sin quebrarse. El Maestro Santiago vivió durante el siglo pasado y fue un vivo ejemplo de la Doctrina de la Renuncia, anticipándose como precursor de la vida que vendrá. Para vivir en estos mundos diferentes hay que actuar positivamente en las ideas nuevas, desarrollándolas, enriqueciéndolas con los aportes diarios que brinda la vida, practicando activamente la Doctrina de la Renuncia, y, al mismo tiempo, negando, desconociendo, tomando distancia de las ofertas del mundo obsoleto y destructor, para que vaya desapareciendo poco a poco. Como enseña el Maestro Santiago en el Mensaje de 1948 (Libro XIX “Los Mensajes”, Capítulo 2): “¡Sed extranjeros! ¡Vivid en el mundo como si no pertenecierais al mundo! Sed almas, almas simples y sencillas que viven en un mundo distinto al de hoy, que no es más que un abismo de movimiento frenético y de destrucción.” En los numerosos ejercicios de meditación que se ofrecen encontrará el lector las herramientas apropiadas para trabajar en esta dinámica espiritual de transitar diversos sistemas sociales experimentando el Camino de la Renuncia, al tiempo que se aleja de las estructuras colectivas. Tómese, por ejemplo, los diversos temas gradualistas de las meditaciones, desde los purgativos “La Dama Negra” y “El Abismo”, perfectos para despertar en el alma fuertes sentimientos de aborrecimiento y rechazo al mundo que el meditante quiere alejar de sí, hasta los atractivos que inspiran ideales de progreso interior y le hablan de la Nueva Era, como “El Estandarte” y “Los Velos de Ahehia” (Libro XV: “La Meditación Afectiva”). Véanse también “Los Doce Rayos del Amor” en el primer libro “Desenvolvimiento Espiritual”, y se encontrará una magnífica guía para alejarse del mundo. Es indispensable conocer una ley fundamental de la Evolución, que se aplica a la naturaleza, las especies, al hombre y sus civilizaciones: cuando una Era ha cumplido los propósitos para los cuales fue creada y ha brindado todas sus posibilidades, los Santos Maestros dejan de sostenerla, la abandonan a su propia suerte para que desaparezca, mientras despliegan un abanico de beneficios para los nuevos que han nacido para desarrollar otras aventuras de la Nueva Era que están esperando. Pasaron 1.500 años desde la última civilización Atlante hasta el triunfo de los Arios, en el centro de África, y más tiempo aún en América con los Aztecas e Incas (Atlantes), hasta que llegaron los españoles arios, y los barrieron con un puñado de soldados. No sabemos cuánto tiempo durará la convivencia entre las dos Subrazas, con sus formas de vida características. Los últimos Atlantes sobrevivieron en América; los Arios en Eurasia; se desconocieron por milenios. Los Teutónicos ocupan todo el planeta en sociedades colectivas y consumos masivos. Los Acuarianos no forman colectividades; viven en su individualidad desarrollando mundos interiores. Por un tiempo coexistirán en paz si los discípulos del Maitreya saben mantener su inviolabilidad interiormente, los nuevos nacidos, creando formas y vida que serán las maravillas de la Humanidad futura. Cuando llegue la madurez, se desparramarán generosamente por la faz de la Tierra. Quien escribe estas Reflexiones conoció las ideas del Maestro Santiago en 1951, cuando ingresó en la Sagrada Orden y comenzó a estudiarlas en Hidrochosa, texto que se entregaba a los estudiantes nuevos como punto de partida para todo lo que vendría después: “Ideas y obras nuevas se preparan para el mundo. Si la raza del cristiano signo del Pescado ha desarrollado los estados de colectividad, los grandes movimientos en masa, la sexta subraza desenvolverá de un modo especial la egoencia del ser”. En esta breve sentencia-profecía encontré la síntesis de la Doctrina de la Renuncia que está explicada generosamente a lo largo de las Enseñanzas, el método para vivirlas integralmente, las imágenes del mundo que adviene y la solución a los problemas del alma. No sólo estudié, sino acompañé al Maestro en los diversos estamentos que ofrecía la Obra: en la sociedad común los primeros años, después en la Ordenación de Comunidad hasta que él murió en 1962, y años más tarde en soledad hasta que en el 2001 comenzó la expansión planetaria del Mensaje de la Renuncia por medio de Internet, en varios idiomas. Soy testigo de la Obra junto a cientos de compañeros que fielmente vivieron las Enseñanzas, con sus familias, en el trabajo y en las Comunidades de Clausura, distribuidos a lo largo del continente americano. Los resultados fueron excelentes con Votos Perpetuos de Renuncia hasta la muerte. Esta evidencia de los buenos resultados espirituales obtenidos durante muchos años bajo la conducción personal del Fundador, sugirió que también se lograrían con otras almas en cualquier lugar y situación que se encontrasen. Así lo señalaban los reclamos del Maestro para que el Mensaje se entregara a la Humanidad, la necesidad era urgente y no había que esperar más. Cuando llegó el momento propicio, el primer día del tercer milenio, y la presencia del Gran Iniciado Solar Maitreya era evidente, los primeros 23 libros fueron entregados de golpe. Los resultados sobrepasaron nuestras expectativas, y ahora, en el tercer año, ya completando la propuesta de Enseñanzas en Internet, hay millones de copias que se han transferido a archivos particulares en todo el planeta. Como hizo el Maestro Santiago con sus discípulos, doctrina pura, respeto absoluto por las almas y libertad espiritual para aceptar o no las ideas, así continúan sin modificaciones en Internet. Incluso estas Reflexiones son solamente pensamientos particulares que surgen de la lectura de las Enseñanza, a la vista de los terribles acontecimientos que conmueven a al Humanidad. Son útiles para comprender y guiarse en la búsqueda de la Enseñanza apropiada, cuando la mente no encuentra la solución al problema que la inquieta. Cuando Santiago Bovisio zarpó de Génova rumbo a América con la misión que le dieron sus Superiores de la Orden del Fuego, emprendió una aventura maravillosa: vivir, junto con las almas que lo siguieran, el tiempo futuro, la Era de Acuario, que aparecería después de cien años, en el Tercer Milenio. Un Maestro lo guiaría desde el Astral (Girolamo Savonarola) y le transmitiría las ideas básicas de las nuevas formas de vivir. En América, el Maestro Santiago vivió armoniosamente en dos mundos: el ario Teutónico que brillaba con sus últimos esplendores en las ciencias, la energía atómica, la conquista del espacio, la Segunda Guerra mundial, las comunicaciones, etc., y Acuario, todavía inexistente en la sociedad, pero real en su alma y en la de sus discípulos. Necesitaba experimentar y comprobar que el Camino de la Renuncia no era sólo un ideal, sino el único medio de salvación para los hombres que tendrían que afrontar terribles acontecimientos, como está sucediendo en estos momentos. La mayor parte de los discípulos del Maestro Fundador han muerto; eran coetáneos o un poco más jóvenes. Para encontrar a los pocos testimonios que fueron educados directamente por Él desde la juventud, hay que buscarlos en las Comunidades, donde viven enclaustrados: el silencio, la soledad, la observancia y la oración los mantiene en la pureza de la doctrina. Sus lemas son: No ganar nada. No tener nada. No ser nada. Quienes quieran conocer más profundamente quienes son, cómo viven y por qué son testimonios vivientes del Maestro, estudien: “Intimidad de los Perfectos”, Libro XXI. Pero si desean la evidencia por sus propios ojos, búsquenlos en las Comunidades, y véanlos tal como son ahora, acianos perfectos, puros y luminosos. Las ideas contenidas en las Enseñanzas son las mismas que recibieron esos Ordenados de Comunidad de boca del Maestro Santiago. Yo participé desde 1958 junto a compañeros que aún viven, y doy fe de que así era vivir junto al Maestro. De igual modo, las Enseñanzas que se extienden por Internet tienen el magnetismo y la bendición del Maestro, y provocan en las almas el mismo efecto transformador que su antigua palabra sonora. Es el comienzo de la Nueva Era Acuariana. José
E-mail: info@santiagobovisio.com
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