ÍNDICE:
Enseñanza 1: La Meditación
Enseñanza 2: La Meditación Discursiva sobre un Texto
Enseñanza 3: Textos para Meditación Discursiva
Enseñanza 4: Meditación Afectiva sobre la “Dama Negra” y “El Abismo”
Enseñanza 5: Meditación Afectiva sobre “Los Dos Caminos” y “El Estandarte”
Enseñanza 6: Meditación Afectiva sobre “El Templo” y “El Velo”
Enseñanza 7: Meditación Afectiva sobre “La Resurrección”
Enseñanza 8: Meditaciones Afectivas Pasivas
Enseñanza 9: Otras Meditaciones Afectivas Pasivas
Enseñanza 10: Meditaciones Afectivas Estimulantes
Enseñanza 11: Otras Meditaciones Afectivas Estimulantes
Enseñanza 12: Otras Meditaciones Afectivas Estimulantes
Enseñanza 13: Otras Meditaciones Afectivas Estimulantes
Enseñanza 14: Fin de las Meditaciones Afectivas Estimulantes
Enseñanza 15: Monólogo de Preparación a la Meditación
Enseñanza 16: Monólogos Imaginativos de Preparación a la Meditación
Enseñanza 1: La Meditación
La meditación es un acto afectivo del alma y por esto tiene una modalidad mecánica determinada, porque cada ser realiza a Dios según su idiosincrasia interior. Pero el ejercicio de la meditación, si bien poco aporta a la meditación en sí, hace que la mente adquiera un hábito determinado que facilita y predispone a la meditación.
Es entonces necesario mantenerse dentro del concepto de que los ejercicios de meditación no deben convertirse en una traba para el adelanto místico del alma. Sería grave daño identificarse con ellos como si fueran la verdadera meditación, porque no han de ser nada más que guías, moldes para la mente. Con el hábito fácilmente se entra en al meditación y es entonces que se deben rechazar todos estos ejercicios.
No todos los ejercicios son convenientes para los principiantes. Es necesario enseñarles diversos tipos y métodos, para que hallen luego los más adecuados.
Los ejercicios habituales de meditación que predisponen al alma al camino místico, son generalmente tres:
Meditación Discursiva
Meditación Afectiva
Meditación Sensitiva
El ejercicio de la meditación discursiva resulta más fácil, porque hace que la mente proyecte la imagen que el ejercitante va vocalizando repetidas veces.
También puede hacerse la meditación discursiva discurriendo mentalmente sobre un texto de un libro sagrado o bien, manteniendo un diálogo con una imagen o fotografía, imaginando que se es escuchado y se obtiene respuesta.
La meditación afectiva consiste en la especulación de un sentimiento o imagen interior para lograr un efecto determinado.
El alma transfiere sus diversas emociones, movidas por la voluntad, al plano iluminativo. Esta transferencia mística de elementos comunes de la vida impresiona la parte secreta del alma, para que use los valores físicos en beneficio de los valores anímicos. Las emociones habituales de la vida: amor, temor, goce, aborrecimiento, son usadas para conseguir una impresión espiritual determinada.
La meditación sensitiva agudiza al máximo las potencias sensitivas del alma, y después las devuelve a la parte emocional y física del ser, para que también ésta participe del goce divino.
En este curso se darán diversos ejemplos de estos ejercicios de meditación, para que el estudiante pueda elegir los más adecuados para él.
Enseñanza 2: La Meditación Discursiva sobre un Texto
Texto:
“Memento homo, quia pulvis est et in pulverem reverteris”
“Recuerda hombre, que polvo eres y al polvo has de volver." (Job)
Considera, oh Alma, ante esta tumba abierta, contemplando el cadáver recién echado en ella, cómo todos tienen que morir. Considera que, tanto el rico como el pobre, el potentado y el humilde, el anciano y el joven, el sabio y el ignorante, todos, van a dar a la sepultura. Aún los grandes seres, los grandes sabios, mueren. Mira cómo la Tierra, ávidamente, ha tomado su presa y está pronta, con su ley fría e ineludible, a devorar aquella carne, aquellos despojos humanos.
Considera, oh Alma, cómo junto a las paladas de tierra que en la fosa se echan sobre el cadáver, el olvido y el silencio cubrirán al ser. Cada palada te recuerde que él también, como hoy tú, caminaba por los anchos senderos del mundo, sonriendo al sol y a la vida, conquistando placeres y poder; considera que sus pies ya no hollarán el suelo ni sus ojos verán el cielo; otros ocuparán su lugar, su memoria será olvidada, su tumba será pisoteada y su recuerdo será llevado por el viento, como las cenizas de sus restos.
Para el hombre que no tiene fe, que no cree en la inmortalidad de la vida, la muerte es tremenda, inexorable. Y aún para el creyente es terrible la muerte, especialmente si fue tibio en el cumplimiento de sus deberes espirituales.
¡Oh, Alma mía! Mientras tengas tiempo aún, aprovecha la vida, para que no sea tan terrible la muerte para tí. Aprovecha de los momentos que te quedan para que no tenga que perecer, junto a tu cuerpo, tu alma en las tinieblas de la desesperación y de la soledad.
Texto:
“Pretiosa in conspectu Domini mors sanctorum eius”.
“Es preciosa la muerte de los santos, en la presencia de Dios”.
Considera, oh Alma, cuán apacible es la muerte para aquél que ha vivido como si cada uno de sus días fuera el último de su vida. Mira, a través del sudor de la agonía, cómo ese ser destila de sí las últimas impurezas, para presentarse más puro aún ante Dios. Escucha, a través de sus ronquidos, el último grito del santo que parece clamar el nombre divino: ¡Dios mío! Toca ese cuerpo sagrado, que arde de fiebre; cómo quema la vida, para satisfacer a la muerte; aspira el perfume que exhala el santo moribundo, tan distinto al del común de los mortales; perfume de santidad, de recogimiento. Besa su exagüe mano, que tanto bien hizo sobre la tierra, para que te comunique su virtud.
Abre tus ojos: mira la dulce sonrisa que invade el rostro del moribundo.
Pasada la agonía, ya no experimenta dolor alguno, sino alegría.
Para el pecador, el último suspiro es como una maldición; pero el bendito entra como en un éxtasis, ya que el futuro se abre ante él. Para él, el futuro, el más allá, no es una incógnita. La inevitable separación le es más llevadera.
Toma el ejemplo de ésto, ¡oh Alma mía! para esforzarte en cumplir tu vocación espiritual, para que todos los días de tu vida sean dignos y santos, provechosos y útiles, como si cada uno de ellos fuera el último.
Mira, con los ojos de la imaginación, lo que ve el santo moribundo: senderos de luz, coronas de estrellas, todos sus compañeros que le precedieron, que vienen en Santa Compañía hacia él. Mira la corona de laurel y los resplandecientes atributos para él preparados; oye la voz de las almas benditas salvadas por él, entonando el “Abrid la Puerta”, “Que entre en la Paz”, “Que venga a la Luz”.
Enseñanza 3: Textos para Meditación Discursiva
Texto:
“Non est hich: ¡Resurrexit!”
“No está acá: ¡Ha resucitado!” (Palabras del Ángel a Magdalena)
Considera, oh Alma que quieres seguir por la senda espiritual, cómo es necesario que tengas un Maestro que te dirija hasta que puedas andar sola. Pero considera también cómo, muchas veces, cegada por la ilusión, crees que estás lejos y te crees muy sola. Lloras en esos momentos, oh Alma mía, como lloró María Magdalena ante el Sepulcro vacío y clamas: ¿dónde estás, Maestro mío?
El Maestro nunca se aparta de tu lado, el Maestro nunca te abandona, aunque no lo veas ni lo oigas o te creas enteramente sola. Lo que te hace creer que está lejos de ti, no es sino la oscuridad de ti misma, la falta de perseverancia, la tibieza en el cumplimiento de tus deberes; es, en una palabra, tu pobre naturaleza humana que muchas veces cae presa de la tentación. Pero cuando tienes entusiasmo y fervor, aparece el Maestro, resucita en ti.
Pero aún así, es bueno que lo pierdas de vista de vez en cuando, para que lo aprecies más y saber que tú, Alma, estás indisolublemente unida a la de Él y para que sea más dulce el encuentro después de haberlo creído perdido.
Oye la palabra del Ángel: “No está aquí tu Señor; resucitó”. Tu Maestro no está aquí, en la oscuridad del pecado, en las tinieblas del mal. Tu Maestro Ideal está en el Camino Espiritual, en la santidad del esfuerzo. Allí te espera, constantemente; allí lo encontrarás, siempre.
Busca, oh Alma mía, a tu Señor. Si Él ha resucitado, resucita con Él en la gloria de la purificación espiritual. Despeja de tinieblas tu corazón y lo encontrarás en la santa morada, más glorioso que nunca, siempre dispuesto a seguir en el Sendero de la santidad y del amor.
Texto:
“Noli me tangere”.
“No me toques”. (Palabras de Cristo Resucitado a Magdalena)
Considera, oh Alma, cómo has llegado a aquel punto en el Camino Espiritual en que has de desatarte de todo lo que es humano, para vivir en la gloria de la Resurrección. Has vuelto a encontrar a tu Maestro. Él no muere nunca. Pasa el cuerpo, aún de los seres superiores, pero el espíritu que los anima es eterno. Una vez más está ante tí, transformado, transfigurado. Su luz te ciega, no puedes acercarte a Él; te haría daño. Por eso, cuando quieres abrazarlo Él te dice: “No me toques porque yo he resucitado”.
Considera, oh Alma, cómo has de ser en todo semejante a tu Maestro, cómo has de esforzarte todos los días para ser como Él, para poder tocarlo sin mancharlo. Cómo debes hacer el trabajo sutil y delicado para sacar los más pequeños defectos y escorias que aún quedan, hasta las faltas casi insignificantes, que impiden que lo puedas tocar.
Pero, qué dicha poder contemplar al Maestro resucitado, poder ver su gloria y esplendor, y tenerlo en la vida como prenda de beatitud y de eterna felicidad.
No tiembles, Alma mía; no esperes, no te detengas; hace años que sigues al Maestro por la senda del dolor. Has de seguirlo ahora por la senda de la Resurrección, de la Transfiguración, de la Unión con Él.
Enseñanza 4: Meditación Afectiva sobre “La Dama Negra” y “El Abismo”
Van a continuación, unos ejemplos de Meditación Afectiva fáciles para principiantes y sencillos en su modo de expresión.
Meditación: “LA DAMA NEGRA”. Efectos: “ABORRECIMIENTO”.
Invocación:
Pido a Maitreya.
Ven, te lo suplico; apresúrate que estamos perdidos.
Te llamo a Tí para que no tardes más en venir, porque es la hora de la Redención.
Cuadro imaginativo:
Veo un gran vacío. Inmenso, ancho, profundo, tenebroso.
Veo tinieblas; obscuridad y más obscuridad; tinieblas y más tinieblas.
Veo ante mí a toda la negrura misma, que lo abarca todo, que lo invade todo, que lo lleva todo.
Sensaciones:
Siento que la hora de la Gran Tiniebla ha llegado para los hombres; ya no hay salvación para ellos; ningún otro hombre podrá ya hacer nada para ellos.
Todos los males del mundo se han agigantado.
Siento que todo lo mundano es digno de inspirar un profundo aborrecimiento; que ya nada vale entre tantas ruinas.
Siento que sólo cabe aquí una ayuda que no es de este mundo, un auxilio desde el cielo, una Redención Divina.
Propósitos:
Propongo intensificar en mí este profundo aborrecimiento de las cosas humanas y terrenales para que mi alma sólo clame por elevarse, sólo suspire por un Libertador, sólo viva esperando ese Gran Día.
Consecuencias:
Consigo clamar, suspirar, vivir sólo para la venida de Maitreya.
Consigo no tener sosiego ni de día ni de noche, ni en el bien ni en el mal, y excitarme siempre al aborrecimiento que me induce vivamente a clamar para que Él venga y liberte a la Humanidad del negro mal en que está sumida, y la renueve y santifique.
Meditación: “EL ABISMO”. Efectos: “DESOLACIÓN”.
Invocación:
Pido a Ti, Maitreya, selles mi alma para el mundo, para que nada exista para mí fuera de Tí, ¡oh Futuro Libertador!
Cuadro imaginativo:
Veo sólo una gran sombra; la sombra de la nada.
Veo la sombra ante mí de la nada de la vida humana.
Veo la gran sombra de la nada.
Sensaciones:
Siento en mi alma una serena desolación.
Siento que nada está delante de mí, que no recuerdo nada, que no quiero nada.
Esta desolación es agradable y extática, porque me hace comprender mejor que cualquier lección lo transitorio y lo irreal de la vida humana.
Siento que no estoy en el mundo ni tampoco fuera de él, ni me importa lo que sucedió ayer ni lo que sucede hoy, ni tampoco lo que sucederá mañana.
Siento la serena desolación, pues comprendo la nada de las cosas transitorias.
Propósitos:
Propongo no perder este estado de ánimo desolativo y por eso continuamente vaciaré mi pensamiento de toda idea inútil, mi corazón de todo afecto y mi alma de toda sombra.
Propongo alejarme y apartarme de todas las cosas exteriores y no dejar que entren en mí las añoranzas.
Consecuencias:
Consigo hacer que mi alma permanezca sellada y sin que nada humano pueda filtrarse en ella.
Consigo por esta desolación volverme desde la gran nada de la vida a mi interior, esperando la venida del Futuro Libertador.
Enseñanza 5: Meditación Afectiva sobre “Los Dos Caminos” y “El Estandarte”
Meditación: “LOS DOS CAMINOS”. Efectos: “DESAPEGO”.
Invocación:
Pido a Aquél que desde ya venero con el nombre de Maitreya, que sea Él mi Guía y mi Sendero.
Pido no esperar su Venida sino caminar por la senda que me lleva a Él.
Cuadro imaginativo:
Veo el Camino, un solo Camino, el luminoso y futuro camino; el viejo ha desaparecido y está borrado.
Veo el camino, el derecho, claro, luminoso, real camino que lleva derecho a la meta.
Veo el futuro camino del hombre de la Nueva Raza.
Veo el camino de la Liberación.
Sensaciones:
Siento que este Camino Nuevo es mi camino, porque yo soy Él y el Camino soy yo mismo.
Siento que hasta hoy no encontraba mi camino, porque lo buscaba tras los velos de mi personalidad.
Siento que al arrojar de mí el concepto de la personalidad, al desapegarme de este enemigo mortal que me sigue a través de la vida y de la muerte, habría encontrado el camino que tanto busqué inútilmente.
Mi yo real, no mi yo personal, será uno con mi camino.
Propósitos:
Propongo, para alcanzar este camino de luz que vislumbro, desapegarme totalmente de mí mismo.
Es fácil desapegarse de las cosas exteriores, pero es difícil desapegarse de las cosas interiores, de las que están tan adheridas al alma, que uno cree que son parte de la misma.
Consecuencias:
Consigo el desapego: el Gran Desapego.
Consigo arrancar de mi alma el lastre imperceptible de mi personalidad.
Consigo arrancarla definitivamente para que no siga engañándome y ocultándome mi verdadero ser.
Consigo el Gran Desapego, el desapego interior.
Meditación: “EL ESTANDARTE”. Efectos: “ELECCIÓN”.
Invocación:
Pido a Aquél que está por venir, Maitreya, que me entregue de su mano el Estandarte de mi vocación sobre el cual está escrito el nombre de mi elección.
Cuadro Imaginativo:
Veo el nombre: escrito sobre el Estandarte veo el nombre mío.
Veo mi nombre maravilloso, espléndido, escrito en letras divinas.
Veo escrito sobre el Estandarte, mi nombre espiritual.
Sensaciones:
Siento algo definitivo, total y verdadero en mi alma.
Muchos fueron mis nombres a través de mi vida y muchas alegrías me proporcionaron; pero nunca pudieron llenar con su sonido completamente el vacío de mi alma.
Siento que está por ser revelado a mí, mi nombre verdadero, aquel nombre que sólo Él conoce y que no es revelado sino a las almas que por elección han sido admitidas a su Divina Presencia.
Siento que mi elección me aleja completamente del mundo y de las cosas humanas. Y que mi destino futuro es actuar en un ambiente todo espiritual.
Propósitos:
Propongo al vislumbrar el día de mi definitiva y real elección, no huir del trabajo del mundo, sino trabajar más en el mundo.
Propongo elegir mi destino verdadero y divino, pero no dejar mi trabajo humano.
Consecuencias:
Consigo la elección, no una elección, sino la Elección Única, dictada por mi nombre divino, la elección de vivir en el mundo sin ser del mundo. La elección de ser un alma toda unida con el Divino Maestro, sin dejar de cumplir ninguna de mis obligaciones humanas.
Enseñanza 6: Meditación Afectiva sobre “El Templo” y “El Velo”
Meditación: “EL TEMPLO DE ORO”. Efecto: “CONSUELO”.
Invocación:
Pido a Maitreya que ilumine mi alma con una luz de esperanza y me conceda el Consuelo de anunciar constantemente Su Venida.
Cuadro Imaginativo:
Veo un Sol; un rutilante Sol: lleno de gloria y majestad.
Veo un Sol; rutilante, luminoso, resplandeciente, sin mancha.
Veo un Sol de Oro, que brilla con la magnificencia del brillo de infinitos soles.
Veo un Sol cual ninguno, un grande, un inmenso Sol. Un Sol Divino.
Sensaciones:
Siento que todos los afectos y consuelos humanos son pequeñas y pobres cosas sin vida, sin luz, sin calor.
Siento que todo el pasado de lucha ha sido un continuo correr tras ilusiones y quimeras.
Siento que no hay dos consuelos, sino uno solo, el único consuelo: el que emana de la vida espiritual. El único calor que puede consolar al alma es el de Dios.
Propósitos:
Propongo no conceder a mi alma consuelos vanos y falsos, pequeñas limosnas que la empobrecen en lugar de enriquecerla.
Propongo no buscar más que el consuelo divino.
Consecuencias:
Consigo vivir del consuelo y de la esperanza del día de la Liberación.
Consigo fijar mis ojos en el Sol de Justicia, trono de la Divina Encarnación y de donde ha de venir a nosotros el Divino Maitreya.
Meditación: “EL VELO DE AHEHIA”. Efectos: “GOZO”.
Invocación:
Pido que se levante el velo del tiempo, para que nos sea concedido el goce de contemplar al Divino Maitreya.
Cuadro Imaginativo:
Veo una luz, una incomparable luz.
No hay luz más clara, más diáfana, más pura, más simple, más hermosa.
Veo una luz clara; veo una luz diáfana; veo una luz pura; veo una luz simple. Veo una grande y hermosa luz.
Sensaciones:
Siento que la Hora de la Nueva Redención está cercana a mí.
Siento que la influencia de la Divinidad está tan cerca, que ya de antemano me siento transformado. Soy siempre el mismo ser, lleno de defectos y de miserias. Pero, sin embargo, no puedo dejar de gozar al sentir tan cerca el Día Divino.
Siento que mi alma se inunda de luz y toda mi humanidad dolorida desaparece al influjo divino de la Gran Luz.
Propósitos:
Propongo gozar de los goces de Dios. Los goces humanos son pasajeros y amargos; no duran. Y se transforman en dolor. Propongo buscar sólo el Divino e insensible goce de la Divinidad, el que proporciona la transformación total de la vida humana en Divina.
Consecuencias:
Consigo una absoluta insensibilidad para todas las cosas humanas y externas.
Consigo pensar que el único goce es el interior, el Único, el Divino.
Enseñanza 7: Meditación Afectiva sobre “La Resurrección”
Meditación: “LA RESURRECCIÓN DE HES”. Efectos: “ARROBAMIENTO”
Invocación:
Pido a Maitreya que viva Él solo en mi alma. Él solo; que todo muera y Él solo viva.
Cuadro Imaginativo:
Veo Su Rostro. Veo su Rostro Divino, Sublime, admirable.
Nunca podría describirse, detallarse, explicarse.
Veo Su Rostro; el Rostro del Esperado, el Rostro de Maitreya.
Sensaciones:
Siento Tu Divina Presencia en mí y esto es un arrobamiento de muerte. Al verte ya no puedo vivir, ya no puedo ser yo, el Yo; estando en Tu Presencia yo desaparezco, me aniquilo, me diluyo.
Tú sólo eres lo que eres y vales.
Siento que Tú lo eres todo, que lo abarcas todo, que lo invades todo.
Muerte feliz la mía, muerte mística, muerte dichosa, muerte sin retorno. Muerte en Tí.
Tu Divina Presencia sola queda, sólo vale, sólo Es.
Siento el Divino arrobamiento al aniquilarme en el Ser Divino.
Propósitos:
Propongo hacer efectiva en mí esta mística muerte.
Propongo volver a la vida como si ya no fuera yo el que actuara, sino que fuera Él, el Único que vive y actúa en mí.
Consecuencias:
Consigo resucitar a nueva vida, la Vida Divina.
Ya no soy yo quien vive, sino es Maitreya, el Divino que vive en mí.
He resucitado en Él. Yo no existo ya.
Él solo y eternamente vive.
Enseñanza 8: Meditaciones Afectivas Pasivas
Para las almas a las cuales la sucesión de imágenes e ideas cansa la mente, son necesarias imágenes e ideas gráficas y simples para el ejercicio de la Meditación, como las siguientes:
Tema: “LA DAMA NEGRA”. Efectos: “ABORRECIMIENTO”
Invocación:
Pedir a nuestra Santa Madre nos de el aborrecimiento real, que es comprensión e indiferencia de todas las cosas mutables.
Cuadro Imaginativo:
Ver la substancia cósmica indiferenciada. Ver la Vida en sí como substancia cósmica indiferenciada. Ver la substancia de la vida como una gran masa homogénea, igual, gris.
Ver una mancha gris, homogénea, aceitosa, uniforme, penetrante por doquier.
No ver nada más que esta substancia gris y uniforme.
Sensaciones:
Sentir como efecto que la naturaleza inferior en sí no es una enemiga que hay que destruir y aborrecer ciegamente, sino es el eterno devenir de la materia, tan inmenso y tan grande como Dios.
Sólo es malo cuando a través de los velos de la ilusión se transforma en múltiples y variantes formas y el ser se identifica con esas formas ilusorias.
Este sentir nos trae esa santa indiferencia de todas las cosas; ese aborrecimiento suave que es comprensión de lo transitorio de todas las cosas humanas, a través de la visión de la uniformidad y eternidad de la vida.
Propósitos:
Proponer lograr el aborrecimiento. Este suave aborrecimiento que es santa indiferencia por todas las cosas; que es una comprensión clara de que nada vale la pena, porque todo ha de volver a la única substancia cósmica.
Consecuencias:
Se consigue la paz interior que sólo da el desprendimiento, el aborrecimiento de las cosas exteriores.
Tema: “EL ABISMO”. Efectos: “DESOLACION”
Invocación:
Pedir a la Santa Madre que nos conceda esa desolación que es una clara intuición y comprensión de los males del mundo.
Cuadro Imaginativo:
Ver la inmensa mancha del mundo. Una mancha negra, obscura, tenebrosa. Una mancha en donde no se distingue nada fuera de la obscuridad, de la tiniebla, de la negrura.
Sensaciones:
Sentir, al ver esa negrura, al ver el mundo hecho una tiniebla, que eso es causado por el gran mal de la Humanidad: las grandes pasiones y entonces se siente una gran desolación, un deseo de no ser contaminado por esa obscuridad, por esas pasiones, por ese mal. Y al mismo tiempo que se siente esa desolación, ese deseo de huir de todo, se siente la necesidad de que todas esas almas sean ayudadas y salvadas.
Propósitos:
Proponer que esa desolación que se siente no sea sólo en provecho propio, para alejarse de lo malo, sino se transforme en una desolación constructiva, una desolación que hace que se desee la salvación para todos.
Consecuencias:
Conseguir desolación constructiva, una desolación que impulse y contribuya a la salvación de todos los seres.
Tema: “LOS DOS CAMINOS”. Efecto: “DESAPEGO”.
Invocación:
Pido a la Santa Madre el desapego interior; el desapego espiritual que trasciende todas las cosas materiales.
Cuadro Imaginativo:
Veo sobre la más alta montaña del mundo, la blanquísima nieve de la cumbre. No puedo divisar camino alguno, ya que el espejismo de la blancura de la nieve sólo me hace ver la gran radiación de la luz blanca.
Sensaciones:
Siento que ya no puedo elegir caminos ya que mi camino está trazado, fatalmente trazado, que es llegar a la Unión Substancial con la Divina Madre, para la Eternidad.
Siento que para llegar a transponer gran altura, he de deshacerme, desapegarme de todos los bienes terrenos y no sólo de mis bienes terrenos, sino de mis bienes intrínsecos, de mis valores internos; de todo, en un perfecto abandono y desapego espiritual, para hacer sólo la Voluntad de la Madre Divina.
Propósitos:
Propongo no desear nunca nada, desapegarme de todo, no desear ni ciencia, ni sabiduría, ni poder espiritual, sino sólo un desapego cada vez mayor que me identifique con mi Bienamada.
Consecuencias:
Consigo, a través de este gran desapego, estar en el sendero, haber encontrado mi camino, ser yo mismo el camino; el camino de la Madre Divina.
Tema: “EL ESTANDARTE”. Efecto: “ELECCIÓN”.
Invocación:
Pido a la Santa Madre la elección única, absoluta, verdadera, aquella elección que está radicada en el centro mismo del alma.
Cuadro Imaginativo:
Veo un haz de luz que se amplifica, que se agranda, que cubre todo el Universo.
Luz, más luz. Luz de Luz. Todo es luz.
Sensaciones:
Siento que mi vocación, la elección substancial de mi vida, es la de darlo todo a la Divina Madre: mi ser, mi alma, yo mismo.
Siento que esta elección es tan inquebrantable que no podría ser de otro modo, que no podría ser fuera de su luz, que no podría elegir una parte cuando ya he vislumbrado el Todo; la Luz infinita de mi Divina Señora.
Propósitos:
Propongo permanecer en esta Divina Luz de la Madre, con una paz infinita de alma y decirme a cada rato: ¿Por qué seguir queriendo esto o lo otro cuando ya todo está dado?
Consecuencias:
Consigo, por esta divina y total elección, hacer que la Divina Madre viva en mí, piense por mí, hable por mí, haga Ella lo que quiere que yo haga.
Consigo, siendo yo tan poca cosa, vivir siempre dentro de su Luz infinita.
He elegido no ser yo nada y que Ella lo sea todo.
Enseñanza 9: Otras Meditaciones Afectivas Pasivas
Tema: “EL TEMPLO DE ORO”. Efecto: “CONSUELO”.
Invocación:
Pido a la Santa Madre el consuelo de su Visión Divina. Pido verte Madre mía.
Cuadro Imaginativo:
Veo sin ver, Madre mía.
Veo que Tu Imagen está aquí, en el centro de mi alma, en lo más profundo de mi ser.
Te veo si ver, Madre mía.
Sensaciones:
Siento, a través de esta visión de fe, que la Madre mora en mi alma; que la Madre está dentro de mí, totalmente dentro de mí: en mi alma, en mi corazón, en mis entrañas. Estoy tan seguro de este milagro, mi fe es tan inquebrantable, que esta seguridad es mayor que si yo la viera con mis mismos ojos. Y siento que esta seguridad que mi Divina Madre está en mí, es el mayor consuelo que un pobre ser puede tener sobre la tierra.
Propósitos:
Propongo estar siempre a la Divina Presencia de la Divina Madre en mí.
Propongo pensar muchas veces durante el día: Ella está aquí, te llama y te vé.
Consecuencias:
Consigo, por la Divina Visión interior de la Divina Madre, el consuelo de la fe y de la fuerza, el consuelo de la resistencia y de la perseverancia, el consuelo permanente en la Tierra de que Ella se revelará en mí, en su total gloria, en su infinita belleza, cuando yo logre mi liberación interior.
Tema: “EL VELO DE AHEHIA”. Efecto: “GOZO”.
Invocación:
Pido a la Santa Madre el goce de vivir su misma vida.
Cuadro Imaginativo:
Veo, Madre mía, que me voy diluyendo, diluyendo en Ti.
Veo que toda mi persona se deshace dentro de Tu Vida Eterna; desaparezco en Ti.
Sensaciones:
Siento que todo mi ser se deshace dentro de la Madre Divina.
Siento que ya no soy yo que vive, sino que es Ella que vive en mí. Siento que continuamente fluye su vida, transformándolo todo a mi alrededor y ésta me hace participar de un gozo infinito.
Siento que la verdadera felicidad está en no vivir por sí solo, sino vivir en Ella.
Propósitos:
Propongo permanecer bien oculto, bien escondido, bien apartado de todo.
Propongo que sólo en mí se exteriorice la Vida de la Madre Divina: Su Voluntad, su Expresión Eterna.
Consecuencias:
Consigo en este ocultamiento en la Vida de la Madre, lograr una vida plena: física, mental y espiritualmente.
Tema: “LA RESURRECCIÓN DE HES”. Efecto: “ARROBAMIENTO”.
Invocación:
Pido a la Madre Divina el éxtasis de su Divina Presencia.
Cuadro Imaginativo:
Veo mi esencia interior como un velo sutil y resplandeciente que se confunde e identifica con la Esencia Divina de la Santa Madre.
Sensaciones:
Siento este éxtasis de unión, como una paz profunda, un sosiego incomparable, un estar y un sentir definitivo y suave. Siento este éxtasis como si la vida y la muerte desaparecieran para mí, quedando sólo mi esencia a través de un sentir sutil y de un conocimiento imperceptible casi de devenir eterno.
Propósitos:
Propongo alcanzar constantemente el éxtasis de la Paz; aquella Paz interior que lejos de los grandes vuelos y de las profundas decepciones, es permanente y estable felicidad. La Paz es el propósito de mi vida. La Paz, el supremo éxtasis y felicidad.
Consecuencias:
Consigo vivir en Ti, Madre mía, en una paz profunda de todos mis sentidos exteriores e interiores. Tú sólo vives en mí.
Enseñanza 10: Meditaciones Afectivas Estimulantes
Meditación: “LA DAMA NEGRA”. Efecto: “ABORRECIMIENTO”.
Invocación:
Te pido, oh Señor mío crucificado, el don maravilloso de penetrar en los misterios de tu sangre adorable y divina.
Si Tú me concedieras el bien de penetrar mi alma en el misterio de una sola gota de tu preciosísima sangre, yo estaría salvo para toda la Eternidad; yo descubriría el secreto supremo del amor verdadero, del Amor Real.
Pero, para esto, he de hacerme digno de Ti, he de purificar mi sangre humana, he de aborrecer sus impurezas con toda la fuerza de mi alma y de mi corazón.
Cuadro Imaginativo:
Veo brotar de las heridas de Cristo abundante sangre. En el momento del Supremo Sacrificio de la Cruz sólo veo la sangre humana de Cristo que brota de sus llagas y esconde el resplandor de la Sangre Divina.
Veo la sangre de Cristo salir abundante de sus llagas, correr por su cuerpo, coagularse, mezclarse con su sudor, con la sangre de las otras heridas, con el polvo que le cubre.
Veo la sangre de Cristo ennegrecerse, tornarse sucia, negra, fea.
Veo la sangre de Cristo cargada de todas las contaminaciones humanas.
Sensaciones:
Siento, oh Jesús mío, quién sabe por primera vez, la plenitud de la repugnancia y del aborrecimiento, la siento en mí mismo, en mis venas, en mi sangre. Allí, a través de tu sangre que mana abundante, sangre de dolor y de sacrificio, pues Tú, Dios, quisiste tener sangre de hombre para hacerte más semejante a ellos y auxiliarlos.
Siento mi misma sangre unida a la Tuya.
Todos mis males, todas mis faltas, todos mis vicios, toda mi ira, toda mi maldad, todo mi tarrastro y mi sangre, tarrastro que nunca hubiera podido limpiar, está allí. Pues Tú, mi Dios hombre, naciendo, te hiciste inyectar la sangre de todos los hombres y aún mi propia sangre.
La sangre que mana de tus llagas, es también mi sangre.
Tu dolor de Ser puro que sufre como si fuera el más impuro de los hombres, me hiere, me lastima, hace que aborrezca mi mal y mi sangre.
Repudio mi pasado. Añoro la pureza de la infancia.
Aborrezco mi mal.
Quisiera abrir mis venas para que brotara mi sangre, toda mi sangre junto con la tuya, para que fuera purificada a través del dolor, del sacrificio y del aborrecimiento.
Propósitos:
Propongo, Cristo Señor, reparar mi mal.
Si aborrezco de verdad mi pasado, no volveré a ser lo que fui.
Mi reparación ha de ser continua. He de ayudarte a Ti con mi dolor y aborrecimiento. Colaboraré contigo. Quiero purificar mi sangre por completo.
Tener todas las virtudes y aborrecer todos los males. Ni pensar quiero en nada malo. Ésta ha de ser mi arma para impedir que las impurezas penetren de nuevo a la nueva sangre.
¿Pero, cómo purificaré la sangre que ya no tengo, la sangre que ya te he ofertado, Jesús mío? ¿Cómo volveré a reconstituirla? Mis propósitos son buenos y fuertes. Pero, ¿cómo los lograré si ya no tengo sangre?
Consecuencias:
Consigo, por el aborrecimiento de mis faltas, un amor sacrificado que hace latir otra vez mi corazón y le hace capaz de reconstituir mi sangre.
El aborrecimiento de las impurezas humanas sostenido por un amor sacrificado es la única fuerza divina que les queda hoy a los pobres hombres de la tierra.
¡Sangre de Cristo, purifícame!
Meditación: “EL ABISMO”. Efecto: “DESOLACIÓN”.
Invocación:
Te pido, oh Señor mío crucificado, que me laves con la sangre adorable que mana de tus Santas Llagas. Que ella caiga sobre mí para bañarme, lavarme, sumergirme en ella. Que la sangre preciosísima de Cristo me inunde, me embriague, me sumerja totalmente en ella.
Cuadro Imaginativo:
Veo brotar de las heridas de Cristo, de las llagas de sus pies, de sus manos, de su costado, de su cabeza coronada de espinas, abundante sangre.
Veo brotar sangre y más sangre. Una inmensidad de sangre que no brotó nunca de cuerpo humano ninguno. Torrentes de sangre veo brotar de las llagas de Cristo; sangre que se derrama e inunda toda la tierra.
Veo brotar de las llagas de Cristo toda la sangre de los hombres que fueron, son y serán.
Sensaciones:
Siento, oh Jesús mío, toda mi sangre latir en mis venas como si fuera animada por tu preciosísima sangre.
¿Cómo pude yo pensar que esta sangre mía era la única sangre? ¡Qué enseñanza me das Tú, tan divina y sublime! Tu sangre sacrificada, voluntariamente dada sin que una sola gota de ella quede en tus venas y puedas detenerla para la vida de tu cuerpo, me dice que la sangre toda de los seres humanos es una y más una, desde el momento que Tú la has mezclado con la Tuya: la sangre de todos los hombres, la de todos los tiempos, junto con tu Sangre Divina.
Siento que corre veloz la sangre por mis venas. Golpea mis sienes, excita todo mi ser, estremece mis nervios y me hace sentir así la desolación de todos los hombres.
El dolor de todos los seres está en tu sangre, oh Cristo Jesús; todas las lágrimas, todos los padecimientos, todos los martirios.
Ni el más pequeño de los dolores que hizo vibrar la sangre de un ser humano, es desconocido por Ti.
Tu Sangre unida a la sangre de todos los hombres te hizo el Hombre de todos los dolores, de todas las penas, de todos los sufrimientos.
¡Concédeme, Jesús, que sienta siempre este suave martirio de desolación y pena infinita por los sufrimientos de todos mis hermanos!
Siento que así mis pequeños dolores y penas que Tú sólo sientes y conoces, adquirirán un valor inmenso, sagrado, divino.
Siento la desolación de mi sangre puesta en contacto con la sangre doliente de todos los seres y mezclada con la Sangre doliente de Cristo.
Propósitos:
Propongo, Cristo Señor, llevar con resignación mis sufrimientos.
No rechazaré ni el dolor ni la desolación ni el pesar, y éste lo ofrendaré a Ti; lo transformaré en un holocausto vivo, para que el mal de los hombres sea aliviado y suavizado.
Propongo estar contigo, Cristo, a los pies de la Cruz y sentir tu sufrimiento y desolación para bien de los hombres.
Consecuencias:
Consigo, por esta participación de dolor desolado y solitario, hacer que la abundante sangre que mana de las llagas de Cristo se vuelque más abundantemente sobre la doliente Humanidad; lave sus faltas, sus enfermedades, dolores y sufrimientos.
¡Sangre de Cristo, lávame!
Enseñanza 11: Otras Meditaciones Afectivas Estimulantes
Meditación: “LOS DOS CAMINOS”. Efecto: “DESAPEGO”.
Invocación:
Te pido, oh Jesús, levantado a la vista de todos sobre la Cruz, que me indiques Tu Camino, el único verdadero, aquél que señala la sangre que mana de tus heridas.
Cuadro Imaginativo:
Veo la sangre brotar de los pies llagados de Cristo; sangre que cae sobre el duro suelo de Monte Calvario y se abre paso, forma un surco, un arroyo, un torrente, un gran río de sangre mística que cruza todo el mundo. Este es el río redentor que borra todos los caminos malos y perversos.
Veo este gran río de sangre que mana de las llagas de los pies de Cristo, correr desde la Cruz a través de la tierra, por todos los siglos y todos los tiempos y su nombre es nombre de salvación y redención para la Humanidad.
Sensaciones:
Siento, oh Jesús mío, que ya no puedo titubear. Ya no podré decir: “¿Es éste o el otro el sendero?” No, no. Tú me indicas el camino, no con palabras, ni ejemplos ni promesas, sino dando tu misma sangre adorable que es río de salvación, torrente de gracia.
Siento tus palabras que llegan hasta lo hondo de mi ser y no me dejan alternativa: “Quién quiera ser perfecto, tome su cruz y me siga”; “Aquél que quiera llegar a la salvación, que renuncie a sí mismo”; “Mi reino no es de este mundo.”
No puedo engañarme ya. Todos los caminos son ilusión y mentira; palabrerías vanas, promesas mundanas. No hay más que un solo camino, un solo sendero, el sendero del total desapego de todas las cosas del mundo.
No podré de hoy en adelante decir: “Puede ser que también encuentre mi misión en esto o en lo otro, yendo aquí o allá, sirviendo a Dios y al mundo”.
No, ya no. Tú me indicas el único camino, mi camino, trazado con tu sangre viva: el camino del desasimiento de todas las cosas, el camino del perfecto desapego.
Propósitos:
Propongo, ¡oh Señor!, seguir constantemente en mi camino, el camino que yo sé que es el verdadero; aquél de tu sangre, aquél de tu renuncia.
Propongo que todas las veces que la ilusión humana y la fantasía pasajera entren en mí, diciéndome: “desvíate de aquí”, “camina por allá”, no escuchar la engañosa voz, sino seguir siempre adelante, siempre firme.
No podré engañarme si sigo la huella de tu sangre; pero sí será engaño todo lo que me aleja de la renuncia, del sacrificio, del dasapego.
Propongo firmemente seguir el río de sangre de redención que me traza la sangre que cae de las llagas de los pies de Cristo.
Consecuencias:
Consigo por mi deseo de desapego, hacer que mi alma se identifique con la Voluntad Redentora de Cristo crucificado.
Consigo, por ese perfecto desapego, desangrarme completamente como hombre y unir mi sangre a la sangre de Jesús para colaborar a la redención de los hombres. Quiero sustentarme sólo con Sangre Divina; la Sangre de Dios en mí como participación redentora, que sólo es concedida a aquellos que practican el perfecto desapego.
¡Sangre de Cristo, redímeme!
Meditación: “EL ESTANDARTE”. Efecto: “ELECCIÓN”.
Invocación:
Te pido, oh Jesús, me muestres sobre el Santo Sudario, las estampas de tu rostro adorable y herido, tu cabeza coronada de espinas y de martirio.
Cuadro Imaginativo:
Veo sobre un lienzo blanco, estampado el rostro de Jesús. Este rostro divino está todo desfigurado, golpeado, magullado, sangriento, cubierto de polvo y sudor.
Veo el rostro de Cristo todo herido y sangrante.
Veo su cabeza coronada de espinas.
Sensaciones:
Siento, oh Jesús mío, que mi elección está hecha para siempre.
Mirando Tu Imagen impresa en el lienzo, sobre el Estandarte, comprendo que con ella has escrito allí con tu sangre purísima, las Reglas Divinas por las que se llega a la santidad.
Siento que mi camino no puede ser otro más que el Tuyo. Tú me lo dictas elocuentemente. Tú me lo indicas a través de todas las afrentas y dolores y de esa sangre vertida que permites quede estampada sobre un lienzo piadoso, para que sea mi única guía. Darlo todo sin pedir nunca nada. Callar siempre, por fuertes que sean los golpes que caen sobre nuestra cabeza. Llevar las afrentas y los sacrificios como Tú llevas la Corona de Espinas. No ser nadie. Ser desconocido para todos. Pasar inadvertido en este mundo, como Tú ocultas tu Rostro Divino bajo las heridas, la sangre, el sudor y los golpes.
Dar todo. Dar la sangre del rostro. Dar la sangre del cerebro.
No querer ser, no querer pensar por uno mismo, no querer nada de lo que no sea Tu Voluntad.
Siento que ésa es mi elección. Siento que ése es mi estandarte.
Propósitos:
Propongo tener siempre fijo delante de mío el Divino Estandarte, o mejor aún, propongo sostener siempre este estandarte en mis manos para no olvidarlo nunca; llevarlo bien alto, como mi propio signo, mi único signo, el signo que yo he elegido.
Aún más, propongo, como la pía Verónica, hacer de ese lienzo el Símbolo y la Realización de mi vida.
Sí, lo tendré siempre conmigo, en mis manos, delante de mí, nunca olvidaré cuál es mi elección, nunca dejaré de ser lo que yo he elegido: un alma toda desprendida, toda sacrificada, toda dada a la renunciación.
Consecuencias:
Consigo la fuerza necesaria para llevar a feliz término esta elección de renuncia.
Lo consigo porque no me baso en mis propósitos y en mis resoluciones, sino únicamente porque me baso en el Rostro de Cristo, en la Renuncia de Cristo.
¡Sangre de Cristo, escóndeme!
Enseñanza 12: Otras Meditaciones Afectivas Estimulantes
Meditación: “EL TEMPLO DE ORO”. Efecto: “CONSUELO”.
Invocación:
Te pido, Jesús mío, poder verte; verte en la gloria de Tu Cruz, coronado con Tu Diadema de Espinas, adornado con las piedras preciosas de Tus Estigmas.
Pido verte, Jesús mío, en la gloria de la Cruz.
Cuadro Imaginativo:
Veo sobre el Monte Calvario levantada la Cruz de Cristo, y Él, con sus llagas adorables sangrando, mostrándose a la vista de todo el mundo.
Veo a Cristo sobre la Cruz, sobre el Monte Calvario. Y sobre el horizonte, detrás de Él, todo un cielo de alborada: la Alborada del Día de Redención para los hombres.
Sensaciones:
Siento un consuelo inefable en ser hombre; en llevar en mi pobre humanidad todas las miserias de la misma; en soportarlas con valor y paciencia, porque así me hago semejante a mi Jesús doliente. Él no encuentra su felicidad en el estar sobre un trono de gloria, sino encuentra felicidad en verter Su Sangre toda sobre la Cruz.
Instituye allí Su Trono de Redención para todos los siglos.
Su consuelo son los dolores de la Cruz, porque por ella da vida a las almas muertas.
Siento que con comprender esta Divina Verdad, en valorar el sufrimiento y el sacrificio, en ser capaz de padecer en silencio, en acompañar a Jesús que sufre sobre la Cruz y vierte Su Sangre, está el máximo de los consuelos y de las felicidades.
Propósitos:
Propongo consolarme con el dolor, sentir en el sufrimiento una satisfacción.
Propongo, cuando la carne toda se rebela y se asquea por la prueba a la cual es sometida, levantar mis ojos al Calvario para transformar mi amargura y desconsuelo en una gran alegría.
Consecuencias:
Consigo quedarme sobre el Monte Calvario, a los pies de la Cruz.
Éste es el Templo adorable que se muestra a mí.
Consigo, encontrando el consuelo en el dolor, levantarme a la altura de Cristo, ser partícipe y corredentor con Él sobre el Calvario, adquirir la potencia del Consuelo Divino.
Los consuelos humanos que dan placer y la posesión de las cosas pasajeras, no duran y dejan hastío; pero el consuelo del sacrificio del dolor se asienta soberano sobre el Trono del Monte Calvario y perdura para la Eternidad.
¡Sangre de Cristo, ensálzame!
Enseñanza 13: Otras Meditaciones Afectivas Estimulantes
Meditación: “EL VELO DE AHEHIA”. Efecto: “GOZO”.
Invocación:
Te pido, Jesús mío, hagas que mi alma penetre en el misterio adorable de la esencia de tu Sangre Divina.
Te pido extiendas delante de mis ojos ese velo adorable, fruto de toda realización, vida de todas las vidas, esencia de toda la sangre del Universo.
Cuadro Imaginativo:
Veo extenderse delante de mí, como un inmenso y sutilísimo velo cósmico, la Sangre de Cristo.
Veo cómo este velo de sangre cubre toda la tierra, todos los seres, todas las cosas.
Veo este velo impregnado de la Sangre de Cristo extenderse...extenderse...extenderse...delante de mí.
Sensaciones:
Siento el goce inefable de la validez en mí del sacrificio y de la redención de Cristo.
Toda la sangre de los hombres junta no valdría la infinitésima parte de una gota sola de la Sangre de Cristo. Toda la sangre humana, lo siento muy bien, no puede ser comparada con la Sangre Divina. Y, sin embargo, siento que esta Sangre Divina, como un Velo de protección y de salvación, se extiende alrededor mío, me envuelve, penetra en todo mi ser, cambia toda mi sangre, me hace participar del Goce de la Divina Redención.
Propósitos:
Propongo borrar toda separatividad de tiempo, espacio y lugar.
Propongo sobreponerme a los cambios y a la dualidad de la vida, para poder participar siempre de este Goce de Eternidad; goce verdadero en destruir el tuyo y lo mío, en desaparecer como personalidad, para que viva sólo la Vida de Cristo, la Vida de Su Sangre Divina.
Consecuencias:
Consigo acercarme, por este medio, a todas las almas.
La Sangre de Cristo derramada todo lo borra, todo lo olvida, todo lo salva y sólo queda la pureza de las almas.
Consigo el goce de no ver en mí, ni en nadie, a seres mortales, sino ver sólo y en todos, a almas redimidas por la Sangre de Cristo.
Enseñanza 14: Fin de las Meditaciones Afectivas Estimulantes
Meditación: “LA RESURRECCIÓN DE HES”. Efecto: “ARROBAMIENTO”
Invocación:
Te pido, Jesús mío, me descubras el secreto de tu muerte, de la muerte y de todas las muertes. Te pido a Tí, que al verter hasta la última gota de tu sangre, has muerto de verdad, me digas por qué mueren los seres, sin que veamos su resurrección.
Cuadro Imaginativo:
Veo a Cristo muerto. Veo su cuerpo abandonado, inerte, ya sin una sola gota de sangre.
Veo a Cristo muerto, sin sangre, extenuado, inerte; muerto, completamente muerto.
Sensaciones:
Siento que la muerte de Cristo, es muerte total. En Él no ha quedado, verdaderamente, ni un solo vestigio de vida. Cuando un ser muere, siempre parece quiera llevarse algo consigo a la tumba: nombre, recuerdos, personalidad, obras. Pero Cristo no deja nada tras de sí. Todo lo que vendrá después de Él, partirá de los recuerdos posteriores de sus discípulos. Mas esta muerte tan muerte, me descubre el secreto de la Resurrección. Siento que al estar Él muerto, al haberle abandonado toda su sangre, al no dejar nada de Sí completamente, vive desde ya en todas las cosas, en todos los seres, en todos aquellos que ha amado y ha querido redimir.
Propósitos:
Propongo, por el sentimiento de dolor que me infunde la imagen de la muerte de Cristo, lograr el Arrobamiento comprensivo de su Resurrección. He visto la Esencia de la Sangre de Cristo, toda su sangre física y espiritual, morir; salir fuera de Él e ir expandiéndose a su alrededor, en la atmósfera, en la ciudad, entre amigos y enemigos, en el pasado y en el futuro y en todas las cosas.
Propongo no perder este momento de comprensión, que es el Arrobamiento de hacer de la muerte pasajera, Vida Eterna.
Consecuencias:
Consigo estar con Cristo en todas las cosas. Consigo resucitar con Él; comprendo que mi muerte, que todas las muertes no serán más que una transformación, una Resurrección de expansión dentro del Reino de Dios.
La muerte de Cristo es Vida Eterna, Resurrección Plena.
Lo comprendo bien y consigo, por tal comprensión, un estado en mi alma, desconocido hasta ahora y que es Arrobamiento.
Enseñanza 15: Monólogo de Preparación a la Meditación
Yo soy lo que soy.
Estoy libre.
He perdido la memoria; no sé qué ha sido de mi personalidad, no sé como me llamo, ni los detalles de la vida material.
Estoy libre.
Me pregunto si he tenido una familia, un vínculo de sangre, parientes y amigos.
Si los he tenido, todo lo he perdido; no sé en qué extraordinaria aventura.
Estoy libre.
¿En qué han quedado mis estudios? ¿Dónde han ido a parar mis opiniones, mis filosofías, mis libros, mi pasado?
Estoy libre. Yo soy lo que soy.
No soy nada, específicamente ilusorio, porque soy parte del todo.
Yo soy lo que soy, y sin embargo soy el Todo, la Conciencia Cósmica.
Yo soy el viento que lleva mis pasos, y la tierra que tiembla al contacto de mis pies; soy el lamento pasajero del agua del arroyo, y soy el fuego salvaje, brillante, siniestro, en el bosque.
Soy el bosque mismo; el árbol fuerte, la corteza nudosa, la rama flexible y la tierna hoja.
Yo soy lo que soy.
Como soy parte del Todo, yo soy el centro del Universo; Dios en su expresión de individualidad.
Yo soy lo que soy; el pasado, el presente y el futuro; el niño, el adulto y el anciano; la luz, la sombra y el crepúsculo. He visto las oleadas de vida pasar, las civilizaciones crecer y morir, las almas vivir y luchar, sufrir, morir y aún triunfar, porque yo soy lo que soy.
Vivo mi vida, soy libre, no me atan trabas de ilusión, me basto a mí mismo. Tengo un pensamiento solo, pero mío.
No como del pan de la limosna, sino mi pan.
Yo soy pan de vida.
Yo soy el individuo, imagen de Dios.
Yo soy lo que soy.
Enseñanza 16: Monólogos Imaginativos de Preparación a la Meditación
Primer Monólogo: Soledad e Introspección.
Un diario de guerra en una ciudad moderna.
Bombas sobre “X”, tantos muertos, miles de heridos.
Un café tomado apresuradamente; frivolidad inconsciente de la población movediza que pasa corriendo bajo el látigo del apresuramiento.
Desolación que sienten los pocos que ven la realidad de esta hora de muerte que envuelve al mundo bajo las garras del monstruo destructor.
Deseos de soledad.
Estamos enfermos de soledad y no lo sabemos.
Estamos enfermos de deseos de recorrer nuestra vida interna introspectivamente hasta llegar a la causa que nos ha lanzado a la vida, pero no lo sabemos.
Hace falta que la enfermedad de la cual padece nuestra alma haga crisis, para poder salir afuera del trajín de la oleada humana; y detenernos; y estar solos con nuestros pensamientos, con nuestra modalidad peculiar de sentir, con nosotros mismos.
En el sagrario de nuestras ideas, en la celda de nuestro corazón, en nuestro mundo interno, imaginativo.
Segundo Monólogo: Ficción de la muerte.
¡Tan! Un pequeño estallido; una ruptura rápida; todo ha terminado.
He muerto; ya es tarde para que pueda arreglar mis asuntos materiales; quiera o no quiera tengo que dejarlo todo.
Sin embargo es como si me hubiera sacado un peso de encima: el mundo y sus cosas están allí lejos entre las brumas ilusorias; tan lejos.
Quiero caminar; tropiezo; intento volver a caminar y no puedo, pero ¡qué raro! vuelo por los senderos del aire y del cielo.
Veo colores y colores, rayos y más rayos sobre la infinidad de una materia radiante.
Mis pensamientos se diluyen: es que no tengo nada que pensar.
Soy una rueda que gira vertiginosamente en el espacio. ¿En qué espacio? No; afuera de él; afuera del límite y del tiempo.
Me detengo sobre un punto fijo; abro la flor de mi ser y allí, solo con mí mismo, encuentro la solución del problema.
ÍNDICE:
Enseñanza 1: La Meditación
Enseñanza 2: La Meditación Discursiva sobre un Texto
Enseñanza 3: Textos para Meditación Discursiva
Enseñanza 4: Meditación Afectiva sobre la “Dama Negra” y “El Abismo”
Enseñanza 5: Meditación Afectiva sobre “Los Dos Caminos” y “El Estandarte”
Enseñanza 6: Meditación Afectiva sobre “El Templo” y “El Velo”
Enseñanza 7: Meditación Afectiva sobre “La Resurrección”
Enseñanza 8: Meditaciones Afectivas Pasivas
Enseñanza 9: Otras Meditaciones Afectivas Pasivas
Enseñanza 10: Meditaciones Afectivas Estimulantes
Enseñanza 11: Otras Meditaciones Afectivas Estimulantes
Enseñanza 12: Otras Meditaciones Afectivas Estimulantes
Enseñanza 13: Otras Meditaciones Afectivas Estimulantes
Enseñanza 14: Fin de las Meditaciones Afectivas Estimulantes
Enseñanza 15: Monólogo de Preparación a la Meditación
Enseñanza 16: Monólogos Imaginativos de Preparación a la Meditación
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