ÍNDICE:

Enseñanza 1: “ZATACHAKRA NIRUPANA”
Enseñanza 2: “EL SUSHUMNĀ
Enseñanza 3: “ADHĀRĀ-CHAKRA”
Enseñanza 4: “LA CÁMARA SECRETA”
Enseñanza 5: “SVĀDHISHTHĀNA”
Enseñanza 6: “MANIPURA”
Enseñanza 7: “ANĀHATA”
Enseñanza 8: “VISHUDDA”
Enseñanza 9: “ĀJNĀ”
Enseñanza 10: “SAHASRĀRA”
Enseñanza 11: “NIRVANA-SHAKTI”
Enseñanza 12: “NITYĀNANDA”
Enseñanza 13: “SHUDAHA SATTVA”
Enseñanza 14: “EL RETORNO DE KUNDALINI”
Enseñanza 15: “TEXTO DEL SHATCHAKRA NIRUPANA”
Enseñanza 16: “TEXTO DEL PĀDUKĀ-PANCHAKA”

Enseñanza 1: “ZATACHAKRA NIRUPANA”

La potencia energética del Universo es el origen de los siete éteres cósmicos, los cuales son uno en potencia y siete en el movimiento y se llaman los Siete Rayos Cósmicos.
La energía de estos siete rayos en el hombre y su poder, es lo que se va a explicar.
Los ascetas hindúes dedicaron una especial atención al desenvolvimiento de esta fuerza en el hombre y dejaron ejemplos escritos y textos, que confirman su experiencia.
Se va a comentar uno de los más acreditados de estos textos: el Zatachakra Nirupana, también llamado Sahtchakra Nirupana.
La palabra “Nirupana” significa estudio profundo; “Zata”, lugar y “Chakra”, rueda. El conjunto: estudio del movimiento de las ruedas y su ubicación.
Este precioso documento del saber espiritual hindú consta de cincuenta y un versículos y un versículo preliminar.

Versículo Preliminar

“Ahora hablo Yo, del primer brote de la planta del ascetismo: de la completa realización de Dios; la cual debe ser lograda de acuerdo con los ejercicios y pasando, sucesivamente y en orden, por las seis ruedas”.

Comentario

AHORA
Tiene un significado característico y especial; quiere decir que es el momento; antes no podía haberlo hecho; sólo ahora el discípulo está en condiciones de recibir la enseñanza y el Maestro puede hablar porque ha culminado su realización divina.

HABLO YO
No se dice habla el Gurú, sino Yo, el Ser Libertado, el que ha llegado a la más alta cumbre de la realización, a la identificación con el Espíritu, al final del Sendero; el que sabe que es el momento propicio para hablar.

DEL PRIMER BROTE
No se habla del supremo fin, de la realización total, sino del principio, del primer brote; vale decir que, desde al principio, el alma que ha puesto el pie en el Sendero, participa desde ya de la realización divina. Si bien condicionada y parcialmente, ya al comenzar el camino, participa de la Divina Unión.

DE LA PLANTA DEL ASCETISMO
La planta del Yoga indica que el camino ascético no es antojadizo, ni desordenado, ni se realiza de un salto; sino que es comparable a una planta en la que debe haber primero una semilla de disposición interna y un terreno propicio. La planta crecerá poco a poco, paulatinamente, pero crecerá.

DE LA COMPLETA REALIZACION DE DIOS;
Puesta el alma en movimiento ascético, dado ya el impulso, la realización es segura.

LA CUAL DEBE SER LOGRADA DE ACUERDO CON LOS EJERCICIOS Y PASANDO SUCESIVAMENTE Y EN ORDEN.
La realización divina ha de ser lograda con los ejercicios tántricos prescriptos en el Laya Karma Yoga y mediante un plan de trabajo, de etapas evolutivas y metódicamente.
La realización divina no se deja definir, pero existe.
Éste es un proceso que no admite saltos; el ser debe conocer sucesivamente y en orden a los movimientos del éter cósmico que existen dentro de él.

POR LAS SEIS RUEDAS.
Los siete centros de fuerza o chakras, no son más que la expresión de un solo éter cósmico; pero debe éste ser realizado parcialmente en seis etapas, bajo seis formas y a través de los seis centros.
Los textos hindúes nombran únicamente seis centros de fuerza o chakras, dejando aparte el centro coronario o Sahasrara, pues lo consideran como la síntesis de los demás centros.

 

Enseñanza 2: “EL SUSHUMNĀ”

Versículo 1°

“En el espacio afuera de la espina dorsal, están los dos cordones nerviosos del Gran Simpático, colocados a derecha y a izquierda.
La médula espinal o nervio espinal está en el medio, y su sustancia es la unión de las tres cualidades. Por eso esa sustancia deviene de la luna, del sol y del fuego y es formada por ellos. Su cuerpo, una cadena de flores rojas, se extiende desde el medio del plexo coxígeo hasta la cabeza o bulbo raquídeo; y en su interior se extiende la vara brillante, desde el falo hasta la cabeza.”

Comentario

El texto le llama a la espina dorsal, simbólicamente, Monte Meru, para decir que aquél que, por su voluntad, logra hacer ascender el éter cósmico hasta el cerebro, ha realizado la verdadera unión con Dios.
El Maestro de las enseñanzas no moría, sino se iba al Monte Meru y se transformaba en un Dios, en un mito. Transmutar el éter cósmico es transformar al ser humano en un ser divino y duradero.
Si bien algunos comentarios dicen que el kundalini se enrosca, al subir, en la columna vertebral, aquí se expresa que no es adentro de la espina dorsal sino afuera de ella que el kundalini sube y baja, a la derecha y a la izquierda respectivamente, por dos cordones. Los hindúes, a este movimiento en estos cordones, le llaman Shiras; uno es Shashī y el otro Mihira.
A la espina dorsal y a sus canales le llaman los hindúes Sushumnā. El Nādisushumnā es sólo la médula o nervio espinal. Dentro del Sushumnā está el éter cósmico y esta sustancia reúne en sí los tres aspectos: material, energético y espiritual. Los hindúes les llaman a estos tres aspectos de la sustancia cósmica, las tres Gunas. Ellas son: Sattva, Rajas y Tamas.
Sattva, es la mente, el equilibrio, la comprensión.
Rajas, es la energía, el movimiento, la pasión.
Tamas, es la materia, la pesantez, la inercia.
Esta sustancia deviene de la luna, el sol y el fuego. De la luna, en su aspecto femenino, del sol en su aspecto masculino, y del fuego en su aspecto neutro.
El Sushumnā es el cuerpo que guarda esa sustancia que el texto, poéticamente, llama cadena de flores rojas o Dhustura.
Dentro del Sushumnā, hay una especie de tubo que guarda la sustancia divina y que se extiende desde el medio del Kanda, que es el plexo coxígeo, hasta la cabeza. Y dentro de este tubo hay otro tubo más sutil, que es la vara brillante o Vajrā, que se extiende desde el falo o Medhra, hasta la cabeza.
Los muchos y diversos textos orientales que tratan del poder cósmico depositado en el cuerpo humano, no son muy explícitos para determinar exactamente la región donde residen estas fuerzas.
En el centro de la región coxígea se encuentra el triángulo donde descansa el magno poder del éter universal. La Madre de la Creación tiene allí su asiento y el parpadeo de sus ojos es lo que da vida a los seres. Si Ella despertara totalmente, el poder del hombre, su dominio sobre los elementos y las fuerzas siderales, sería indescriptible.
Cuando el éter cósmico toma fuerza o, mejor dicho, encuentra libre el paso para subir a lo largo de la columna vertebral, asciende por la derecha, enroscándose dentro de los nervios del Gran Simpático; se establece en el ombligo primero, en el corazón después y, por último, en el cerebro. El movimiento del ascenso es positivo o solar, creador; el de estabilización es neutro o del fuego, y el de descenso es negativo, lunar o pasivo.
En los seres divinos el asiento del éter cósmico he halla constantemente en el cerebro. Los seres de una alta evolución espiritual, lo tienen en el corazón, sin que baje de allí. En los seres comunes, aún cuando el poder sube hasta el cerebro, vuelve después a bajar lentamente a la cámara sacra o región coxígea.
En todos los seres, con mayor o menor empuje, asciende el kundalini por los cordones simpáticos para mantener la vida del organismo. Pero el éter cósmico no sólo asciende por los cordones simpáticos; tiene también otras vías que están trazadas, pero que no se usan comúnmente.
La segunda vía está dentro de la espina dorsal y se enrosca alrededor de la vara brillante o Vajrā, dando a los seres que la pueden emplear, un extraordinario poder mental y psíquico.
El tercer camino está dentro del Brahmanadhi o canal de Dios y es el que da el éxtasis y el don espiritual.
El movimiento del éter tiene estrecha relación con la respiración.
Cuando el éter asciende, se respira por la fosa nasal derecha y, cuando desciende, por la fosa nasal izquierda. La respiración marca el ritmo del movimiento del éter cósmico.

Versículo 2°

“Dentro de la vara brillante está Ella, la Diosa de la Sustancia Cósmica. Ella es lustrosa, con el lustre del Ser Supremo, el Om, y los ascetas pueden llegar a Él por la práctica ascética.
Ella, la Diosa de la Sustancia Cósmica, es flexible como el hilo de la araña y penetra por todos los centros colocados dentro del espinazo, y es pura inteligencia.
Ella, la Diosa de la Sustancia Cósmica, es hermosa por razón de estos centros que están atados sobre Ella.
Dentro de Ella está el canal por donde pasa el puro Espíritu de Dios, el cual se extiende desde el orificio de la boca del falo, hasta el lugar allende la cabeza, donde está la Divinidad Mayor”.

Comentario

Antes de seguir adelante en la explicación del texto, es necesario conocer los diversos nombres y conceptos que tienen los hindúes del éter cósmico depositado en el cuerpo humano.
El éter cósmico es la fuerza del Espíritu Divino en movimiento; es su fuerza creadora que tiene en el ser humano diversas expresiones que emanan de esa sola y única raíz.
El éter cósmico es llamado por los hindúes Chitrinī, especialmente en su imagen como sustancia cósmica material.
El éter cósmico también es llamado por los hindúes Ādideva (Divinidad Mayor), en su imagen de la sustancia cósmica en estado de más alta vibración y con asiento en el cerebro.
El éter cósmico, asimismo, es llamado por los hindúes Kundalini, y es el aspecto energético de la sustancia cósmica que tiene su asiento en el plexo coxígeo.
Chitrinī, la sustancia cósmica depositada en el ser humano, está encerrada cuidadosamente dentro de un canal que se llama Vajrā.
La sustancia cósmica es siempre mente, energía y materia; pero su aspecto preponderante es el de la creación de las formas.
Esta divina sustancia, al llenar por completo toda la columna vertebral, permite al ser estar de pié. Pero la misma no puede ir, desde luego, desunida de la causa primordial, del Divino Espíritu; por eso, Ella, Chitrinī, recibe su belleza, su fuerza y su vida, del Ser Supremo con el lustre de Pradana.
Al decir que los Yoguis pueden llegar a Él por la Yoga, significa que la verdadera liberación para el logro de Dios, se consigue por el dominio metódico de la materia y la posesión de la sustancia cósmica.
Ella, Chitrinī, es flexible como el hilo de la araña, dice el versículo, y penetra en todos los centros. La flexibilidad indica el movimiento y el movimiento de la sustancia cósmica encerrada dentro de la espina dorsal, es la labor de la fuerza energética o Kundalini.
También dice aquí, que Ella es pura inteligencia, porque su finalidad es vibrar hasta lograr un estado puramente mental: Ādideva.
Ādideva, Chitrinī y Kundalini son tres formas distintas y al mismo tiempo iguales; trabajan distintamente una de otra y, sin embargo, son inseparables; son tres emanaciones independientes y una sola esencia en su causa fundamental.
Chitrinī se manifiesta, como se dijo, en la materia; por eso su belleza es la forma. Por razón de esos lotus atados sobre Ella, Ella es hermosa.
La finalidad del despertar de la fuerza cósmica del hombre, es encontrar a Dios en el éxtasis mental, que da Ādideva; eso se logra con el movimiento rítmico de la energía interior, Kundalini, actuando sobre Chitrinī.
Mientras este desenvolvimiento se va efectuando en el hombre, las manifestaciones exteriores son de múltiples formas, variados poderes y distintas expresiones.
Dentro de Chitrinī está el Brahmanadi, canal de Dios, que se extiende desde la boca de Hara, imagen del falo de Siva, el hombre perfecto hecho Dios, hasta el lugar allende la cabeza, donde está el asiento de Ādideva, la Divinidad Mayor. Por ese canal pasa el vivificante Espíritu que está detrás de todos los aspectos de la manifestación.
La fuerza de la sustancia cósmica depositada en el hombre desde el plexo coxígeo hasta el plexo coronario, se vivifica constantemente por la fuerza cósmica que de continuo penetra en el cuerpo desde el exterior. Esta fuerza, que viene de lo exterior, circula por el Brahmanadi y esto significa que es una fuerza infinitamente más sutil, una vibración casi divina, aliento de Dios.

Versículo 3°

“Ella, la Diosa de la Sustancia Cósmica, es hermosa como una cadena de relámpagos, fina como una fibra de loto y brilla en la mente de los sabios.
Ella es extremadamente flexible; y es la que despierta el conocimiento puro, la incorporación de toda felicidad, cuya verdadera naturaleza es pura conciencia.
El Pasaje Secreto brilla en su boca: este lugar es la entrada a la región rociada de ambrosía y se llama Nudo, así como también, Boca de la Columna Vertebral.”

Comentario

Al decir el texto que Chitrinī es hermosa como una cadena de relámpagos, indica con claridad que, si bien la sustancia cósmica está derramada a todo lo largo de la columna vertebral, cada emoción produce una distinta tonalidad vibratoria.
Es fina como una fibra de loto, porque es tan sutil como la energía misma, que la hace vibrar en forma tal, hasta que brille en la mente de los sabios, o mejor dicho, se transforme en Ādideva.
Al decir que Ella es la que despierta el conocimiento puro, una vez más se afirma que no hay diferencia esencial entre los diversos aspectos de la sustancia cósmica, pues éstos se unen entre sí.
A la suprema felicidad que da el despertar de Kundalini en el cerebro, se le llama Incorporación, que es Unión; y de esa Incorporación o Unión nace la pura conciencia, o fusión del alma con Dios. La unión de dos elementos esencialmente iguales, pero aparentemente diferentes, Chitrinī y Ādideva, y que dan el éxtasis supremo por su unificación, es llamada por los hindúes Shudda-bodha-svabhāva, que quiere decir: Alimento Divino, Pan del Cielo, Sagrada Comunión, Ágape o Eucaristía.
Para afirmar más este concepto de que Chitrinī es una con Kundalini y Ādideva, el texto, al decir que cuando llega al cerebro se transforma en pura conciencia y felicidad, agrega en seguida que el Brahma-dvara, que es el pasaje entre los órganos genitales y la espina dorsal, brilla en su boca, en la Chitrinī, y que ese lugar es la entrada a la región divina.
Nudo es el pasaje entre el plexo coxígeo y la espina dorsal, y se llama también Boca de Sushumnā.
No se cansa el texto de hacer notar que la Sustancia Cósmica es siempre la misma, si bien tiene diversas vibraciones, y que siempre es Ella, desde la boca de Sushumnā hasta Ādideva.

Enseñanza 3: “ADHĀRĀ-CHAKRA”

Versículo 4°

“Ahora llegamos al Centro Fundamental. Está junto a la boca de la Espina Dorsal, y está colocado debajo de los genitales y encima del ano. Tiene cuatro pétalos encarnados. Su cabeza o boca cuelga hacia abajo. Sobre los pétalos están las cuatro letras de Va a Sa, de color oro brillante.”

Comentario

El Centro Fundamental es llamado por los hindúes Adhārā-lotus o Mūlādhāra-chakra.
Mūlādhāra quiere decir raíz, principio.
Adhārā significa principio absoluto. También quiere decir extremidad de la columna vertebral.
Se ve que este centro es aquel que está más en contacto con los órganos generadores, porque está colocado debajo de los genitales y encima del ano.
Los hindúes, al decir, en el texto, que tiene cuatro pétalos encarnados, se refieren al glande, y cuando dicen que la boca cuelga hacia abajo, se refieren al falo en estado de relajación.
Las cuatro letras Va, Sha, Sha y Sa que están sobre los cuatro pétalos, dan a entender que este centro es el que da la energía transmutable, porque el cuatro simboliza el poder material y la vocalización de estas letras es la energía de ese poder.

Versículo 5°

“En este centro está la cuadrada región del elemento Tierra, rodeada de ocho lanzas brillantes. Es de un color amarillento brillante y hermoso como un relámpago, como lo es también la Semilla del elemento terrestre, que está adentro, en el centro.”

Comentario

En este centro tienen origen todos los átomos físicos, porque en su área radica Prithivī, el elemento terrestre. El color de este elemento es amarillo y su forma es cuadrada, porque su vibración es lenta y pesada.
Los hindúes llaman a la Tierra, Bhumi; al Centro Fundamental o Mūlādhāra de la Tierra, Chakra Adhārā-Bhumi; al elemento terrestre Prithivī y a la Semilla del elemento terrestre, Bīja de Dharā. Los hindúes, a la Semilla del elemento terrestre, le llamen también Indra, Dios de la Tierra, porque acostumbran a materializar y divinizar los poderes fundamentales con estas figuras.
Las ocho lanzas brillantes que rodean la región de Prithivī, indican la lentitud de la vibración que emite este centro y su función densificadora de la materia.
Este centro nunca esta en descanso completo, pues si así fuera, no habría vida. Está en descanso cuando emite tan solo la fuerza necesaria para mantener la vida material, aquella fuerza del Gran Elemento que sube por los cordones simpáticos.
Se mueve positiva o negativamente, cuando genera fuerza suplementaria y no solamente la necesaria para la vida material, o sea, cuando hay superproducción de energía.

Versículo 6°

“La semilla del elemento Tierra, adornada con cuatro brazos y colocada sobre el Rey de los Elefantes, lleva sobre su regazo al Niño Creador, resplandeciente como el joven sol, que tiene cuatro lustrosos brazos, y el adorno de su faz es cuádruple.”

Comentario

Siempre se verá que todos los atributos de este centro, como los de su elemento, son cuádruples.
Un elemento, imprescindiblemente, tiene que reunir en sí, también, a los elementos restantes; por eso, la Semilla del elemento Tierra, Bīja de Dharā Prithivī, está sentada sobre el Rey de los Elefantes, Airāvata, la nube, agua y aire. A la imagen materializada de la Semilla del elemento terrestre, el texto la presenta como a una mujer sentada sobre una nube, Airāvata, llevando en sus brazos a un pequeño infante, como se presentan las imágenes de la Virgen.
El Niño Creador es el fruto de la Semilla del elemento terrestre; es el principio o el primer modelo de la vida física y representa la plenitud de la misma, ya que resplandece como un joven sol. Tiene cuatro lustrosos brazos; cuatro, porque representa su descenso progresivo a la materia, y lustrosos, porque no pierde su condición de elemento fundamental; tiene vida, para manifestarse en la vida y hacer de la vida, su vida.
Las cuatro fases del lotus están representadas en el cuerpo humano por la secreción genital, que es fundamentalmente cuádruple: 1) La secreción masculina, llamada testosterona, y que actúa en la formación sexual, sobre el testículo, etc. 2) El licor prostático, que es coadyuvante de la hormona masculina. 3) El elemento ovárico, la foliculina, que es la hormona femenina por excelencia. 4) La luteína, que influye en el desarrollo de la gestación.
Estos cuatro elementos no están separados sino unidos; la hormona femenina y la masculina coexisten en ambos sexos en proporciones especiales para cada uno.

Versículo 7°

“Aquí mora la que se nombra Diosa Dākini; brillan de hermosura sus cuatro brazos y sus ojos son rojo brillante. Ella es resplandeciente como el lustre de muchos soles que salen al mismo tiempo; Ella es la portadora de la revelación de la siempre pura inteligencia.”

Comentario

La Devī Dākini es aquella parte de Chitrinī que responde a la vibración del Mūlādhāra. Se comprende que es así, porque tiene cuatro brazos; responde a una vibración material.
Sus ojos tienen color rojo brillante, porque tienen pasión, vida.
Siempre Chitrinī tiende a unirse con Ādideva, a ser la portadora de la revelación, llegar a su destino.
Durante el ascenso del Kundalini, que va haciendo vibrar a Chitrinī, colocada en la columna vertebral, el alma es tentada a quedarse en las diversas cámaras o centros, para disfrutar de las diversas ilusiones mágicas que allí encuentra. Por eso, desde un principio se advierte al estudiante que, en cualquier aspecto que se manifieste el éter cósmico, siempre es el portador de la pura inteligencia.

 

Enseñanza 4: “LA CÁMARA SECRETA”

Versículo 8°

“Cerca de la boca del tubo llamado la Vara, en el pericarpio del plexo fundamental, constantemente brilla, bellamente, el luminoso y suave triángulo, cual relámpago, que es el deseo, conocido también como el Dios de tres formas. Hay siempre y en todas partes el efluvio del Dios amoroso, que es de un rojo más profundo que la rosa escarlata. Él es el Señor de los Seres y resplandece como diez millones de soles.”

Comentario

Todos los que han descrito el Mūlādhāra-chakra, afirmaron que la Cámara Secreta está en el Mūlādhāra mismo. El texto, en cambio, dice que la Cámara está fuera del Centro Fundamental, y efectivamente es así. Es un apartado del depósito, pero tan cercano y tan unido al mismo, como si hubiera un botón en la superficie del depósito y este botón sería la Cámara Secreta.
Por eso dice el versículo que la Cámara Secreta está en el pericarpio, vale decir, fuera del Plexo Fundamental.
Al lugar de forma del triángulo, en el cual está depositado el éter cósmico, le llaman en sánscrito Kāma-rūpa, que significa lugar donde nacen las pasiones, los deseos y todas las manifestaciones de la vida.
El éter cósmico, depositado en la Cámara Secreta es, en sánscrito, Traipura, el Dios de tres formas, porque el éter cósmico es mente, energía y materia.
Dentro de la Cámara Secreta se presenta al éter cósmico envuelto en un gas; este gas se llama Vayu-Kandarpa, que quiere decir aire o efluvios del Dios del Amor o Cupido; pero, en realidad, simboliza al Espíritu, que es el Divino Amor que sustenta la vida. Si no hubiera Espíritu, nada podría existir. El texto dice claramente que aquí se está tratando del Espíritu en su aspecto creador, pues le llama el Señor de los Seres.
La flor de Kandarpa, que es Bandhujīva, se llama Pentapueles phoenicea y tiene color rojo, símbolo del amor.
Una vez más, el amor es el principio y el fin del Sendero.

Versículo 9°

“Dentro del triángulo está Aquél que se reproduce a sí mismo, en su forma de falo; hermoso cual oro derretido, con su cabeza hacia abajo. Él está revelado por conocimiento y meditación, y tiene la forma y el color de una hoja nueva.
Su hermosura encanta como los frescos rayos del relámpago y la luna llena. El Dios que feliz reside aquí, como la cabeza del falo, tiene las formas de un vórtice.”

Comentario

El éter cósmico del triángulo, Traipura, es mente, energía y materia.
Estas tres cualidades, sustancia del Espíritu, inseparables entre sí y divididas claramente una de otra, son eternas e invariables como el mismo Espíritu y coexistentes con Él. Dar a una superioridad sobre la otra, sería negar su esencia única fundamental.
Sin embargo, en el plano físico, dentro del triángulo donde está la sustancia cósmica del hombre, predomina la materia; ella es la que deviene continuamente y toma forma en el universo. Por eso, aquí, Aquél que se reproduce a sí mismo, tiene forma de falo material. Se reproduce a sí mismo por la alta pureza de la materia en su estado originario.
En el mundo físico es la materia la que se manifiesta soberana.
Al decir el texto “hermoso cual oro derretido”, simboliza el oro de la mente, porque la materia coexiste siempre con la energía y la mente. Pero su cabeza se dirige hacia abajo, apunta hacia la vibración lenta, la coagulación, a la densificación de las formas y aspectos materiales.
Él está revelado por conocimiento y meditación, porque la materia originaria es de la misma naturaleza que la mente y la energía, y es fundamentalmente divina, manifestación del Eterno Espíritu.
Expresa el versículo: “El Dios que feliz reside aquí, como la cabeza del falo, tiene las formas de un vórtice.” La cabeza del falo, coagulación y forma material, es un punto desde donde se regresa o se empieza a regresar a otro punto más sutil; desde allí se vuelve a tomar impulso para que aquella forma, plasmada por la materia, se vitalice, tome más vigor y se mentalice.

Versículo 10°

“Sobre el falo brilla la Diosa dormida y enroscada, fina como una fibra de tallo de loto. Ella es la desconcertadora del mundo. Cubriendo suavemente la boca o el orificio del pasaje entre los órganos genitales y la espina dorsal con la propia, su forma, brillante como la espiral de una concha y como la de una serpiente, rodea tres veces y media al falo, y su lustre es el de una fuerte llamarada de un relámpago joven y fuerte. Su dulce murmullo es como el confuso zumbido de enjambres de abejas locas de amor.”

Comentario

Swayambhu Linga es el falo cósmico encerrado dentro del Triángulo Sagrado de cada ser humano y es la expresión potencial de la fuerza creadora del hombre. Sobre él, dice el texto, brilla la dormida Kundalini, que es la sustancia cósmica en su aspecto energético.
Dentro de Triapura brilla la sustancia cósmica en su forma material, densificándose constantemente hasta transformarse en el falo que está en su centro. La sustancia cósmica-materia es animada por la sustancia cósmica-energía y por la sustancia cósmica-mente.
Ella es la desconcertadora del mundo porque la energía es la que hace brillar en la vida la expresión de la mente.
“Cubriendo suavemente la boca o el orificio del pasaje entre los órganos genitales y la espina dorsal con la propia...” indica que el movimiento de la sustancia cósmica energética es la llave de paso, el botón que es necesario apretar para encender la luz. Su movimiento deja pasar la sustancia potencial para que ésta se pueda transformar en sustancia activa y expandirse hacia el exterior.
Ella rodea tres veces y media a Shiva, el falo, pues su movimiento no sólo abre la puerta del placer y de la generación humana, sino también deja paso a la energía que regenera a las fuerzas vitales, psíquicas, mentales y espirituales.
El Versículo, cuando dice “Su dulce murmullo es como el confuso zumbido de enjambres de abejas locas de amor”, simboliza que en la dormida Kundalini está la vida, revelada por el sonido.

Versículo 11°

“La Diosa dormida produce poesías melodiosas y toda otra clase de composiciones en prosa y en verso, en diversas lenguas. Es ella quien mantiene a todos los seres del mundo por medio de la inspiración y espiración, y brilla en la cavidad de la raíz coxígea como una cadena de brillantes luces.”

Comentario

Kundalini duerme; cuando despierta es para subir por los dos caminos, el de Vajrā y el de Brahmanadi, para dar los poderes superiores. Pero aún así, aparentemente dormida, Kundalini mantiene la vida, según lo indica el Versículo al decir que produce poesías melodiosas. A estas melodías el texto las llama Bandha porque en sánscrito Bandha significa una forma literaria hindú en la cual el verso se pone en forma de diagrama o cuadro.
Produce composiciones en prosa y en verso en todos los idiomas, porque el amor creador o generador es una dádiva para todos los hombres de cualquier país, raza o categoría. A estas diversas expresiones poéticas el texto les llama Bhedakrama o Atibhedakrama, o en sánscrito común, Sanskrita y Prākita.
La fuerza de la dormida Kundalini es la que mantiene el aliento físico, subiendo por los cordones simpáticos y sustentando el movimiento de inspiración y espiración de los pulmones.
Ella no se mueve; irradia desde el Mūlādhāra su vibración.

Versículo 12°

“Dentro del glande reina la Dominante Señora, la Reina de las Señoras, la despertadora del Conocimiento Eterno. Ella es la omnipotente Diosa, maravillosamente diestra para crear y es más sutil que lo más sutil. Ella es el receptáculo de la continua corriente de ambrosía que mana de la Felicidad Eterna. Todo el Universo y esta Caldera están iluminados por Su brillantez.”

Comentario

Parā la Gran Señora, la Reina de las Señoras es el Éter Cósmico vivificado por el Espíritu Divino. Cuando se la considera en el aspecto de animar a todos los elementos, se le llama Kalā.
Es maravillosamente diestra para crear porque la raíz del ser deviene del Espíritu. Y es lo más sutil de lo más sutil porque es imponderable.
Todo el Universo, Brahmānda, Huevo Cósmico, el Espíritu Universal, vivifica el Alma del Cosmos, la Gran Caldera Katāha, de donde mana la Vida Toda; y esta Caldera, Alma del Cosmos, brilla con la Vivificante Luz de su propia vida.
Dentro del glande está el Vacío por donde filtra el esperma. Se diría que dentro de la Luz de la uretra hay un conducto ideal muy sutil que está vacío y por donde el esperma, al atravesarlo, toma la capacidad y la medida para dar la vida.

Versículo 13°

“Meditando así sobre Ella, la Reina de las Diosas, quien brilla dentro de la Rueda Sacra con el brillo de diez millones de soles, un hombre llega a ser Señor de la Palabra y Rey entre los hombres y Adepto en toda clase de conocimientos. Llega a ser libre de todas las enfermedades y su Espíritu más interno se llena de gran contento. Puro de disposición, por sus palabras profundas y musicales, sirve a los principales Dioses.”

Comentario

“Señor de la Palabra” va relacionado con la frase evangélica “Et Verbum carum factum est”, el Verbo se hizo carne. A la voz de mando del Iniciado los deseos mentales se materializan instantáneamente y se hacen una realidad objetiva.
Rey entre los hombres es aquél que tiene el poder de regenerarse. Hombre es aquél que nace, vive y muere; pero el Rey entre los hombres ha vencido las fases corrientes y se regenera conservando su fuerza, vida y juventud.
Adepto a toda clase de conocimientos, se refiere al poder que tiene el Iniciado de adquirir los conocimientos naturales. El desarrollo del Centro Fundamental lo pone en contacto con el Centro Fundamental Terrestre, lo cual le da una vibración característica que le permite saber cómo son las corrientes naturales y a qué Ley física responden.
“Llega a ser libre de todas las enfermedades”. El ser es un conjunto de fuerzas. Cuando las fuerzas astrales armonizan con las fuerzas materiales, dan como resultado el cuerpo físico. Pero estas vibraciones superiores del ser tienden a desarmonizar con las inferiores cuando han acabado las energías de aquella onda vibratoria que emitieron con ese determinado fin; de ahí las enfermedades. Pero aquel que domina el Elemento Fundamental Terrestre sabe mantener la armonía de la vida superior y la inferior y elimina las enfermedades.
Cuando la armonía entre la mente y la materia es perfecta, el espíritu participa de este goce; por eso dice el texto que “el Espíritu goza de gran contento”.
Los principales Devas son Brahma, Vishnū y Shiva: mente, energía y materia o, mejor dicho, armonía.

 

Enseñanza 5: “SVĀDHISHTHĀNA”

Versículo 14°

“Hay otra Rueda situada dentro de la espina dorsal, en la raíz de los genitales, de un hermoso color bermellón. En sus pétalos están las Letras Sagradas con el Signo superpuesto del brillante color del relámpago”.

Comentario

El Shatchakra Nirupana sitúa al Svādhishthāna en la raíz de la espina dorsal, entre el ano y los órganos genitales; los occidentales, en cambio, lo ubican en el bazo y le atribuyen el poder de asimilación y distribución, en el organismo humano, de los rayos solares. Algunos indos, en cuanto a sus efectos, consideran a esta rueda suplementaria de la Rueda Sacra.
Más exactamente, la Rueda Control tiene su asiento en el cuerpo físico arriba de los órganos genitales, en la región pubiana y de allí parten filamentos que suben como rama bifurcada al bazo y al hígado, para luego unirse en el plexo esplénico y manifestarse en el astral como una rueda de cambiantes colores.
El texto dice que tiene un hermoso color bermellón, porque así es el color astral de esta rueda cuando está en descanso. Tiene seis pétalos y sobre cada uno de los mismos está escrito el Purandara, que son las letras características de esta rueda. Las letras son las siguientes: Ba y Bha, Ma y Ya, Ra y La.
El Bindu o Signo Sagrado o punto que está sobre cada una de las letras del Purandara, simboliza la afirmación divina de esas letras; quiere decir que a través de los siglos, los sabios y ascetas que las han pronunciado debidamente, han logrado realizar con ellas los poderes de este centro y les han atribuido un origen divino por su extraordinaria eficacia.

Versículo 15°

“Dentro de esta Rueda está la blanca, brillante, acuosa región del Dios del Elemento Agua con forma de media luna; y allí dentro, sentado sobre un cocodrilo sagrado, está el Símbolo del agua sin mancha y blanco como la luna de otoño".

Comentario

Varuna, el Dios del Agua, vigila esta rueda porque en este centro la parte esencial es el agua, todo líquido. Está limitada por dos cuartos de luna, formando media luna. Esta región ha de permanecer herméticamente cerrada y vigilada, para que las fuerzas humanas no se expandan y para que las fuerzas superiores solamente lleguen a la zona primera por irradiación.
Sobre el cocodrilo o Makara, que está situado en la parte inferior de la media luna, como si fuera un guardián que quiere impedir el paso a las fuerzas inferiores al plano superior que no le pertenece a la Humanidad, está la semilla de la letra V, Vam, sinónimo de Apas, agua. En sánscrito se dice Bijā-vam, semilla del elemento agua.
Es sin mancha y blanca como la luna de otoño, porque el elemento del agua, símbolo de la fuerza cósmica, es de una pureza inmaculada, o potencial.
Luna de otoño quiere decir que no sólo está allí el contralor de todas las fuerzas, sino también el contralor de las influencias del pasado del ser, ya que la luna y el otoño son imagen del pasado o destino ancestral del ser.

Versículo 16°

“¡Oh Dios que disipas el temor, Tú que moras en la Rueda Control, Tú que eres el orgullo de la temprana juventud, Tú, cuyo cuerpo azul luminoso es hermoso de contemplar, Tú que vistes con atavíos amarillos y tienes cuatro brazos y tienes dos trajes, el corporal y el divino! ¡¡¡Protégenos!!!”

Comentario

El Dios que disipa el temor y mora en la Rueda Control, es Vishnū, en su forma característica de May Hari.
En este versículo el autor del Sahtchakra Nirupana usa una sintaxis distinta de todos los demás. Expone el versículo como si fuera una plegaria o una invocación, para dar a entender que el conocimiento y uso de esta rueda es de sumo cuidado y circunspección. Únicamente puede usar, debidamente, este centro aquél que se ha identificado con el Dios May Hari y tiene su protección; aquél que ha vencido el temor.
May Hari es el orgullo de la temprana juventud porque el valor es la virtud de los jóvenes y ellos admiran sobremanera al valiente.
Su cuerpo es azul luminoso como el cielo, como el infinito, porque esta rueda refleja en sí todo el Cosmos, toda la fuerza del Universo. Pero esa piel azulada, imagen del Cosmos dominado, tiene traje amarillo; el discípulo ha de poseer el arrojo del joven valiente y la prudencia de la sabiduría del anciano, simbolizada por el traje amarillo. Esto mismo lo indican los cuatro brazos, que son como los cuatro puntos cardinales, como una palanca, para usar debidamente de las fuerzas universales y controlarlas.
Además de los atavíos amarillos tiene el Dios el Shrī Vasta, traje corporal, y el Kaustubha, traje divino. Ni una persona muy materialista ni una muy espiritual pueden dominar este centro, sino aquél que sabe armonizar lo material y lo divino; hacer de la materia mente y de la mente materia.

Versículo 17°

“Es dentro de esta Rueda donde siempre mora la Diosa Rākini. Ella es del color del loto azul; la belleza de su cuerpo está realzada por sus brazos que llevan varias armas. Viste atavíos y adornos celestiales y, bebiendo ambrosía, exalta su mente."

Comentario

Rākini, la Diosa de este lotus, es imagen del Eterno Femenino, vencedor de los poderes inferiores. Es la Virgen coronada de estrellas, envuelta en un manto azul, que pisa la cabeza de la serpiente. Sus brazos, que son armas, denotan el poder y la fuerza que tiene para controlar y dominar los diversos elementos.
Los adornos celestiales indican que, para lograr el control y el vencimiento del temor, son indispensables una recta intención y una mente siempre puesta en lo Eterno.
Hasta puede beber ambrosía esta Diosa; todos los deseos y placeres prohibidos pueden allegarse hasta Ella, porque Ella sabe, y asimismo el discípulo que ha dominado este centro, transformar todas las cosas en sustancia primordial y de todo sacar elemento para exaltar su mente.
Dicen los textos antiguos que quien se concentra intensamente sobre este lotus, transforma el color de su piel, que se pone de color azulado. Esto ha sido corroborado por la ciencia moderna, pues este centro actúa sobre las glándulas suprarrenales, las cuales segregan corticoesterona, un elemento que rige la pigmentación de la piel y el vigor nervioso. La superabundancia de la secreción produce un color azulado, mientras que la falta de la misma da un color bronceado a la piel y mucosas, tal como ocurre en la enfermedad de Addison.
Se puede suponer, entonces, que toda enfermedad de las suprarrenales es debida a trastornos nerviosos; el temor, por ejemplo, que es enemigo de este centro, es el causante de todas estas enfermedades.
Cuando la Rueda Control está fuertemente y bien dominada, el ser sale a voluntad por ella al mundo astral, como también lo hace durante las horas del sueño. Por la misma penetran al ser todas las fuerzas cósmicas y los poderes constructivos y destructivos; por allí se eliminan durante las horas del sueño los elementos sobreabundantes o negativos. Es el control de todo sistema del hombre; mantiene la armonía entre el físico y el astral y su poder es de contracción, como un diafragma.
Es éste el centro del dominio personal; mediante él se encierra el ser en sí mismo o se abre a la vida.

Versículo 18°

“Quien medite sobre la inmaculada Rueda Control, es liberado inmediatamente de todos sus enemigos, tal como la falta de las formas de pasión y así sucesivamente. Llega a ser un Señor entre los ascetas y es como el sol iluminando la espesa oscuridad de la ignorancia. Fluye, en prosa y en verso, en bien razonados discursos y la riqueza de su palabra es como néctar.”

Comentario

El valiente no tiene enemigos externos; pero aquél que medita sobre este centro correctamente, sabe que estos enemigos no son solamente los externos, sino también y principalmente, los internos.
El texto dice que los principales enemigos internos que vence, son el Ahamkāra, que son las seis formas que atan al hombre a las miserias terrestres y le impiden realizar la vida divina. Ellas son: egoísmo, individualidad, egotismo, personalidad, egoencia y principio-conciencia-voluntad.


Enseñanza 6: “MANIPURA”

Versículo 19°

“Encima de la Rueda Control, en la raíz del ombligo, está la brillante Rueda de Diez Pétalos, del color de cargadas nubes. Dentro de ella, la Rueda Solar, están las letras de Da a Pha del color del loto azul, con el punto y signo del sonido sobre ellas. Meditad allí sobre la región del Fuego, de forma triangular y brillante como el sol al salir. Fuera de la región del Fuego están las tres marcas de la cruz en movimiento, de la expansión, del fuego y de la buena salud, y dentro de la región del Fuego está la misma semilla del calor.”

Comentario

Esta rueda, que nace en la raíz del ombligo, es la que corresponde al plexo solar.
Este lotus tiene diez pétalos, un número perfecto, porque es una imagen de la Rueda Coronaria, de mil pétalos; un pequeño cerebro en miniatura.
Su color es de cargadas nubes, porque el poder hace ser temerario, iracundo y dominante.
Las letras que están estampadas sobre los pétalos del lotus, son del color del loto azul, color del cielo, porque con el dominio y esfuerzo voluntario, aquél que sabe usar el poder, transforma la temeridad en prudencia, la ira en fortaleza y el dominio despótico en un reinado pacifico. El punto y signo del sonido, Nāda y Bindu, afirman el poder consagrado de cada una de las letras.
Las silabas de vocalización que adornan los pétalos de Manipura, que es el nombre de este lotus, son: Da y Dha, Na y Ta, Tha y Da, Dha y Na, Pa y Pha.
La región del Fuego es triangular, de color rojo brillante y, sobre cada uno de los vértices, lleva una maza que en conjunto forma el signo de la svástica, imagen de la fuerza en movimiento. Este triángulo oscila según el movimiento del poder expresado.
En esta rueda luminífera va la luz y el calor, las variantes formas, la expresión múltiple de las cosas creadas y la imagen del Fuego, el divino Agni, con su hijo Rudra en los brazos. Rudra es el que todo destruye, para que la naturaleza y las formas sean renovadas continuamente.

Versículo 20°

“Meditad sobre Él, el Dios del Fuego, sentado sobre un carnero, con cuatro brazos y radiante como el sol naciente. En su regazo, que es de color bermellón puro, el Dios de la destrucción mora siempre. El Dios de la destrucción es blanco por las cenizas que a Él cubren, con aspecto antiguo y con tres ojos. Sus manos están en actitud del que otorga favores y disipa el temor. Él es el destructor de la creación.”

Comentario

El texto transforma aquí al centro del Fuego en un Dios de color bermellón que está sentado sobre un carnero. En su regazo está sentado Rudra, que es el Dios Siva en su aspecto destructor. Rudra es blanco, color ceniza, porque este Dios, cuando no tiene qué destruir, se destruye a sí mismo. Del fuego, de la fuerza y de su regazo sale todo poder; pero el poder, si no se transmuta, se convierte en destructor.
Las palabras”con aspecto antiguo” tienen un profundo significado, pues indican que la destrucción es tan eterna y tan antigua como la misma creación.
Los tres ojos son el poder de jerarquía, concentración y videncia que no sólo posee el místico bueno y santo, sino también el malo, el mago negro y el destructor.

Versículo 21°

“Aquí mora la Diosa Lākīni, benefactora de todo. Tiene cuatro brazos y cuerpo radiante, de tez morena, vestida con atavíos amarillos, ornada de diversos adornos y exaltada con el beber ambrosía. Meditando sobre esta Rueda del ombligo se adquiere el poder de crear y de destruir. El Elemento del Fuego, con toda la riqueza del conocimiento, siempre mora en la rueda de su faz.”

Comentario

Lākīni, el aspecto femenino de este centro, la Diosa de tez morena y atavíos amarillos, es, sin embargo, de cuerpo radiante porque el variante poder humano tiene también la belleza de lo divino, aún en su aspecto destructor.
Dice el Cantar de los Cantares: “Nigra sum, sed formosa, filiae Jerusalem, ideo delexit me rex”. Aunque negra, soy hermosa, oh hijas de Jerusalén, después que el Sol me miró.
Lākīni es benefactora de todos los hombres, pues por este centro el hombre crece y se hace fuerte, anhela lucha y conquista; y por este centro decrece la voluntad y la fuerza.
Cuando crea y construye, éste su poder brilla y emana de los ojos; cuando decrece y destruye, es eliminado por el ano; cuando se asienta y concentra para tomar nuevas fuerzas, lo hace en los codos.
Con este centro bien desarrollado, los profetas traen los discípulos en pos de sí y los dirigentes arrastran a las multitudes. Es como una llamarada de fuego que, saliendo de un solo hombre, quema a todo lo que le rodea.
Este poder crea o destruye.
Las tres ruedas descritas, Mūlādhāra, Svādhishtāna y Manipura corresponden en el hombre a los cuerpos más densos, y en el plano cósmico, a los mundos físico, astral y energético.
El plano cósmico físico abarca un poco más allá del espectro astral de la Tierra y se extiende hasta 80 kilómetros aproximadamente, a la superficie terrestre.
El plano cósmico astral se extiende hasta la fotosfera del sol.
El plano cósmico energético abarca toda la magnitud del sistema solar visible.

 

Enseñanza 7: “ANĀHATA”

Versículo 22°

“Sobre la Rueda Solar, en el corazón, está el loto encantador del brillante color de la flor de Pentapoeles phoenicea, con las letras empezando con Ka, de color bermellón, colocadas dentro. Se le conoce por su nombre de Anāhata y es el árbol del deseo celestial y otorga aún más que el deseo. Aquí está la región del Aire, hermosa, con seis puntas y de color de humo.”

Comentario

El lotus del corazón se llama de Anāhata y el texto hindú lo compara, por su belleza, a la flor de Bandhūka.
Las doce letras que están estampadas sobre sus pétalos, son las siguientes:

Ka Kha Ga

Gha Vga Cha

Ahha Gu Ghu

Vya Ta Tha

El árbol que otorga ampliamente a aquél que le pide aún más de lo que le pide, es imagen del amor que se da sin restricciones. El árbol celestial significa el árbol que está en el Edén que simboliza el árbol de la vida, del bien y del mal.
En este centro está la región de Vāyu, Bijā-Pam, encerrada en un hexágono que tiene color de humo.

Versículo 23°

“Meditad, dentro de la región del Aire, sobre la dulce y excelente semilla del Aire, gris, como una masa de humo, el Dios con cuatro brazos y montado sobre un antílope negro. Y en Él también meditad sobre la Morada de Misericordia y sobre el Señor Inmaculado, que es brillante como el sol y cuyas manos hacen los gestos del que dispensa favores y disipa los temores de los tres mundos.”

Comentario

En este versículo está descrito el misterio de amor admirable de la Divina Encarnación.
Pavana-Bijā, semilla del Aire, es materializada en la imagen de un Dios que monta sobre un antílope negro.
El hombre es cruel y de fieros instintos por naturaleza, por haber nacido de hombres y del placer carnal. La semilla del Aire, de la vida material, del humo que oscurece la visión divina, está en él. Pero esta semilla humana, pecado de Adán, puede ser transmutada por la voluntad y por la gracia en una fuerza divina, libre del pecado original. El hombre puede transformarse en un ser manso y bueno, puede trocar su naturaleza de humana en divina.
El manso antílope, o el cordero y la hostia de los textos cristianos, son imágenes del hombre redimido. Pero esta redención ha de tener un Modelo Perfecto. El hombre con su solo esfuerzo no puede redimirse; es necesario, para esto, la gracia, y la gracia se la proporciona el prototipo humano-divino: el Cristo, la Divina Encarnación, el Dios hecho hombre, el ser libre de causa y efecto.
La humeante y oscura semilla del Aire puede no ser levantada ni vivificada por el placer carnal, sino también por el puro sentimiento de la Misericordia y de la Compasión. El Dios hecho hombre se hace tal por esta fuerza dinámica, pero no es fruto del placer; su cuerpo físico se gesta en la Morada de Misericordia. Su vida se manifiesta por un esfuerzo de suprema voluntad y amor.
Pavana-Bijā es animada desde arriba y no se mancha en el descenso. El Divino Ser que encarnará sin mancha de pecado original será la Divina Encarnación, el Señor Inmaculado, el redentor de los hombres; no de sus carnes solamente, sino también de sus mentes y de sus almas.
La semilla del Aire es también una forma del Éter Cósmico, llevada, por sí sola, a la Morada de la Misericordia, Matriz Virgen de oro mental de la Divina Madre, de donde surge, como por encanto, el Señor Inmaculado, Aquél que no tuvo padre ni placer en su nacimiento, que brilla como el sol porque su naturaleza es divina y solar, y que disipa el temor en los tres mundos porque está fuera de la rueda de la vida, está sobre la materia, la energía y la mente.

Versículo 24°

“Aquí mora Kākinī, cuyo color es amarillo como relámpago nuevo, alegre y auspiciosa. Tiene tres ojos y es benefactora de todos. Ella lleva toda clase de adornos y en sus cuatro manos lleva el nudo corredizo y la calavera, y hace el signo de la bendición y el signo que disipa el temor. Su corazón está suavizado porque bebe néctar.”

Comentario

La Diosa simboliza, con sus tres ojos y el color, su color amarillo, que el poder del corazón crea, conserva y destruye; es mental, astral y físico.

Versículo 25°

“La Fuerza Potencial, cuyo tierno cuerpo es como diez millones de rayos de relámpagos, está en el pericarpio de este centro en forma de un triángulo. Dentro del triángulo está el falo conocido con el nombre de Vāna. Este falo es como de oro brillante y en su cabeza hay un orificio diminuto, como una gema. Él es la resplandeciente Morada de la Madre.”

Comentario

El Shakti, la fuerza potencial, es imagen de la Divina Madre. Para demostrar que es un aspecto del Espíritu Universal, se la representa como un tierno cuerpo, así como podría representársela con la imagen de una mujer dormida.
Ella está en el triángulo llamado Trikona, porque es la esencia del Gran Triángulo Divino. Pero el Espíritu Universal es manifestación, es vida; por eso, dentro del triángulo, está el Shivalinga, llamado Vāna, imagen de la procreación mental. Éste es el falo de oro; el versículo lo explica diciendo que este linga es como de oro brillante.
El Shakti encerrado en el triángulo sagrado es el Espíritu Universal, Alma del Cosmos y Vida. Shakti, Trikona y Vāna son los tres aspectos. Pero en la punta del falo está la resplandeciente Morada de la Madre, que es Espíritu en Sí, llamada por los hindúes, Lakshmī.
Lakshmī es como una Venus inda, nacida del océano de leche de los Dioses y Madre de Kama. Kama es Dios del Amor y de la Vida.
Dentro del glande del falo de oro está el Vacío, la Morada de Lakshmī, por donde filtra el esperma-mente.
En el espectro astral, debajo de la Gran Rueda del Corazón, se ve moverse otra Pequeña Rueda.

Versículo 26°

“Quien medite sobre este Centro del Corazón, llega a ser Señor de la Palabra y, como el Creador, es capaz de proteger y destruir los mundos. Este loto es como el árbol del deseo celestial y es la Morada y Sede de Dios. Está hermoseado por el Ave-Espíritu, que es como la firme llama de una lámpara en lugar donde no sople viento. Encantan los filamentos que rodean y adornan su pericarpio, iluminado por la región solar.”

Comentario

Al decir Señor de la palabra es como si se dijera Vivificador del Verbo, Aquél que por el don del Amor, puede dar vida a los seres y a las cosas.
Es como Isvara, el Creador, que puede proteger y destruir a los mundos. Ya no es Rudra, aquél que, cegado por el poder, destruye o crea por pasión; es el Iniciado que, libre de todo deseo, sabe cuándo premiar y cuándo castigar. Puede hacerlo, porque sigue la senda del amor, la Senda Real.
Este lotus es comparado al árbol del deseo celestial, Sura-Taru, bajo el cual está cobijado el trono de Sharva. Sharva es el Maha Deva Shiva, es el Hijo de Dios, la divina Encarnación, Aquél que da los frutos del árbol del Amor.
Anāhata, el árbol del deseo celestial, el árbol del Edén, que otorga aún más de lo que se desea, da la vida, la limitación, el placer, el sufrimiento y la muerte. Pero este otro aspecto de Anāhata, con su árbol Sura-Taru, a la sombra de Hamsa, el Divino Espíritu, da la serenidad, la paz, el amor sin esperanza, la visión beatífica de la Eternidad.
El primero, hijo de Adán, es árbol-vida; éste es el árbol-espíritu del Hijo de Dios.
Como ya el alma no tiene deseos, tendiendo a la inmanifestación vive en la Eternidad. El alma libre es hermoseada por el Hamsa, que es el ave-imagen del Espíritu Eterno. “Es como la firme llama de una lámpara en lugar donde no sople viento”, quiere decir que el alma ha logrado la perfecta paz y serenidad.

Versículo 27°

“Quien medite sobre este loto del corazón llega a ser principal entre los ascetas y es siempre más amado que el más amado por las mujeres. Él es preeminentemente sabio y lleno de nobles obras. Domina completamente sus sentidos. Su mente, en su intensa concentración, está robustecida por los pensamientos de Dios. Su palabra inspirada fluye como una corriente de agua cristalina. Él es como el Iniciado que es el Amado de la Madre y puede, a su voluntad, penetrar en el cuerpo de otro.”

 

Enseñanza 8: “VISHUDDA”

Versículo 28°

“En la garganta está la Rueda llamada Vishudda, que es pura y color púrpura ahumado. Las dieciséis vocales sobre sus dieciséis pétalos, color encarnado, son claramente visibles para Él, cuya mente está iluminada. En el pericarpio de este loto está la Región Etérea, de forma circular y blanca como la luna llena. Sobre un elefante blanco como la nieve, está sentada la Divina Semilla del Verbo.”

Comentario

Las modulaciones de la vibración están representadas por las dieciséis vocales escritas sobre los dieciséis pétalos. Las sílabas son las siguientes:

a ā
i ī
u ū
ri rī
bu bū
e ai
o au
am ah

La fuerza vibratoria en su estado activo está encerrada en la Región Etérea, de forma circular y de color blanco, como la luna llena, que los hindúes llaman Vritta-rūpa.
El elemento de esta rueda es el éter o Bijā de Ambara. También se le llama Bijā-Ham Manu Mantra, que quiere decir: Semilla de la Palabra Divina de Dios o Semilla del Verbo; en una palabra, una vibración hecha forma instantáneamente.
La Semilla del Verbo, el Dios del elemento etérico, está sentada sobre un elefante blanco como la nieve, con la trompa levantada, como describiendo la unión íntima que existe entre la mente y la energía, el hombre y Dios, la Fuerza Creadora y la creada.
A este centro se le llama también La Voz de Dios, El Verbo, el Nombre Inefable.

Versículo 29°

“De sus cuatro brazos, dos hacen el lazo corredizo y la aguijada, y los otros dos hacen los gestos del que otorga favores y disipa el temor. Añaden a su belleza. En su regazo mora siempre el Gran Deba, blanco como la nieve, con tres ojos y cinco faces, con diez hermosos brazos, vestido con una piel de tigre. Su cuerpo está unido al cuerpo del Dios del Himalaya y Él es conocido por lo que significa el nombre de Él: el Movimiento Continuo de Dios.”

Comentario

La explicación de los cuatro brazos es la siguiente:
El que hace el lazo corredizo da la idea que, cuando la vibración tiene que dar una forma, debe circunscribirse cada vez más alrededor del núcleo.
El de la aguijada representa la lucha que se establece entre una onda larga y una onda corta por la cual se impide que una vibración se transforme en otra.
Aquél que otorga favores, es la vibración que, cuando ha cargado de energía una forma determinada, vuelve a su primitivo estado.
El que disipa el temor, significa que se deshace de la vibración u onda inferior que utilizó para su obra.
“Añade a su belleza”: la belleza del trabajo universal está en el continuo devenir y transformación de arriba abajo y de abajo arriba.
“En su regazo mora siempre el Gran Deva, blanco como la nieve”: El Gran Deva es la energía cósmica, el padre de toda energía universal, que mora en el regazo de la energía cósmica potencial.
“Tiene tres ojos”, porque es al mismo tiempo mente, energía y materia.
“Y cinco faces”: Todas las ruedas enunciadas hasta ahora tienen su origen en él: el Vishudda, El Mūlādhāra, el Svādhishthānā, el Manipura, el Anāhata.
“Tiene diez hermosos brazos” porque es lo integral de la manifestación y es la manifestación energética en su totalidad.
Está vestido con una piel de tigre para dar la imagen de su excelencia entre los Dioses, pues la piel de tigre sólo era concedida a los altos Iniciados.
Su cuerpo está unido a Girijā, el Dios del Himalaya, por decir que la energía cósmica está estrechamente unida a la mente cósmica, y este conjunto significa, resumiendo, el poder de la Divina Manifestación, la unión de Dios como mente y de Dios como energía, Sadā-Shiva.
Sadā-Shiva quiere decir El Movimiento Continuo de Dios. Es imagen también de Bohas y Jakim. En las figuras que describen a Sadā-Shiva y a la Shakti Shakinī, la imagen está dividida en dos colores: una mitad, que corresponde a la mitad del cuerpo y a dos cabezas y media, es blanca, blanquísima, y la otra mitad es dorada, siempre para simbolizar el flujo y el reflujo cósmico.

Versículo 30°

“Más pura que el Océano de Néctar es la Diosa Shakinī, que mora en este loto. Su atavío es amarillo y en sus cuatro manos de loto lleva el arco, la flecha, el nudo corredizo y la aguijada. La región entera de la luna sin la marca de la liebre, está en el pericarpio de este loto. Esta región es la portada de la Gran Liberación para el que desee la riqueza del Ascetismo y cuyos sentidos sean puros y dominados.”

Comentario

Shakinī es el aspecto femenino de Sadā-Shiva, pero la Diosa representa también una vibración ya más lenta. Por eso lleva arco y flecha; circunscribe aún más el circuito de la vibración.
La luna, durante su vida, tenía una vibración atmosférica permanente, distinta de la de la Tierra. El hombre, descendiente de la ronda lunar, lleva en sí esa vibración, en estado potencial, en su Rueda Vishudda, imagen del poder. La liebre es el hombre de la Luna. El hombre, como ha trascendido ya ese estado, no tiene la marca de la liebre; tiene el poder potencial, la esencia de la experiencia de la ronda lunar en la vibración de la Rueda Vishudda.
El poder de esta Rueda se puede utilizar para muchas cosas y muchos resultados objetivos; pero para aquél que desee la riqueza de la Yoga, para aquél que quiere un resultado verdadero, subjetivo, místico, ésta es la portada de la Gran Liberación; es el preludio de la Unión Mística con Dios.

Versículo 31°

“Quien haya obtenido conocimiento completo del Espíritu por la constante concentración de su mente sobre este loto, llega a ser un Gran Sabio, elocuente y sabio y goza ininterrumpidamente de paz mental. Ve los tres períodos, llega a ser benefactor de todos, libre de enfermedad y pesar y longevo; y, como el Ave-Espíritu, es destructor de peligros sin fin. Quien constantemente fija su mente en este loto, controlado su aliento por la Retención es, cuando iracundo, capaz de mover los tres mundos. Ningún Dios es capaz de dominar su poder, ni resistirle.”

Comentario

Este centro, desarrollado, hace ver los tres períodos y hace vivir en la hora presente a aquél que conoce perfectamente el pasado y el porvenir; da el dominio sobre los tres mundos, mental, energético y físico; sabe cómo transformar esos tres poderes, por la vibración, de un estado a otro y maneja el rayo de la muerte, que el texto explica diciendo que, “cuando iracundo, es capaz de mover los tres mundos.”
Agrega, que ni Brama, ni Vishnú, ni Hari-Hara, que es la unión de Vishnú con Shiva, ni Sūrya, Dios del sol, ni Ganapa, Dios de cabeza de elefante, pueden detenerlo.
Los investigadores y los ejercitantes no siempre logran poseer completamente este poder y, aún aquellos que lo poseen, siempre evitan los ejercicios superiores, para conformarse con los ejercicios menores y beneficiosos.
No hay que olvidar, que la vibración entera tiende a volver a su punto de partida, al estado potencial; mientras que la vibración limitada solamente construye una vibración similar.

 

Enseñanza 9: “ĀJNĀ”

Versículo 32°

“El loto llamado Ājnā es, como la luna, hermosamente blanco. En sus dos pétalos están las letras Ha y Ksha, también blancas y que realzan su belleza. Brilla con la gloria de la Contemplación. Dentro del loto está la Diosa Hākinī, cuyas seis faces son como otras tantas lunas. Ella tiene seis brazos, con uno de los cuales Ella tiene un libro; otros dos están en actitud de conceder favores y disipar el temor; y con los demás Ella tiene la calavera, un tamborcito y un rosario. La mente de Ella es pura.”

Comentario

El color blanco de este loto da a pensar en que la mente, en su forma originaria, es purísima, Shuddha-Chitta. El oro guardado en las aguas del Rhin es custodiado celosamente por su guardián, porque está escrito que, si alguien lo tocara, perdería su brillo y se transformaría en una maldición para sus profanadores. Así es la mente, pura en su origen, pero como medio de la experiencia del hombre, es su verdugo y tirano.
El texto, también a la Shakti Hākinī la representa con seis cabezas y seis brazos, porque todos los aspectos del poder del Kundalini, de los otros centros, están unidos en éste.
Esta Rueda tiene dos grandes radiaciones, a las cuales corresponden, simbólicamente, las letras sagradas Ha y Ksha. Estas dos radiaciones son el resultado de las corrientes de pares de opuestos, acción y reacción, que es la fuerza sobre la que se basa toda acción mental.
La Diosa Hākinī en una mano tiene un libro cerrado, imagen de la sabiduría eterna del universo potencial.
En otra mano tiene un tamborcito, imagen del poder manifiesto de la vibración creadora.
Otras dos manos están extendidas como si dispensaran favores y disiparan el temor, imagen del saber humano y divino.
En otra mano tiene un rosario, imagen del amor y del sacrificio.
En la última mano lleva una calavera, imagen de la destrucción y de la muerte.

Versículo 33°

“Dentro de este loto mora la mente sutil. Es bien conocida. Dentro de la matriz, en el pericarpio, está el Dios en su forma fálica. Aquí brilla Él como una cadena de relámpagos. La Primera Semilla de los Vedas, que es la morada de la más excelente Diosa que por su brillo hace visible el Canal de Dios, está también allí. El sabio, con mente firme, debe meditar sobre éstos, de acuerdo con el orden prescripto.”

Comentario

La mente sutil es Manas.
La matriz es el Jony Sagrado que, en unión con el Shiva Itara, falo de Shiva, forman el aspecto dual de la mente. Toda onda mental, toda partícula mental que ha de ser usada, debe ser resultado de la voluntad en acción del ser, de un esfuerzo.
La Primera Semilla de los Vedas o Bijā de Om, es imagen de la manifestación divina en el hombre: “Hizo Dios al hombre a su imagen y semejanza.”
El Sādhaka, el sabio práctico y útil, tiene que meditar según el orden prescripto y desarrollar a todos los centros para llegar a la realización de Ājnā.

Versículo 34°

“El excelente sabio cuyo espíritu no es sino una meditación sobre este loto, puede, a su voluntad, entrar rápidamente en el cuerpo de otro y llega a ser el más excelente entre los santos, omnisapiente y omnividente. Llega a ser benefactor de todos y versado en todas las enseñanzas sagradas; realiza su unión con Dios y adquiere poderes excelentes y desconocidos. Famoso y longevo, siempre es el creador, conservador y destructor de los tres mundos.”

Comentario

Este Versículo explica los poderes que adquiere el Sādhaka cuando logra el dominio de la Rueda Visual. Se hace omnisapiente y omnividente, quiere decir que tiene los dones de discernimiento, telepatía, intuición y clarividencia.
Al decir que está versado en todas las enseñanzas, en todos los Shāstrās, indica que estos poderes no los adquiere de golpe sino escalonadamente, según los ejercicios que hace.
Los diferentes poderes de clarividencia corresponden a distintas partes de la glándula hipofisaria: la visión del tercer ojo está colocada en el lóbulo posterior; la concentración del ojo derecho corresponde al lóbulo intermedio y la del ojo izquierdo, al lóbulo anterior.

Versículo 35°

“Dentro del triángulo, en esta Rueda, mora siempre la combinación de letras que forma el Nombre Inefable. Es el Espíritu más interno como mente pura y se parece, por lo radiante, a la llama. Sobre ello está la media luna creciente y encima de esto está el Dragón brillando en su forma de Punto. Encima de esto está la Voz Insonora cuya blancura iguala a la de la Fuerza Divina y difunde los rayos de la luna.”

Comentario

Este chakra es símbolo de la mente.
Detrás del triángulo, mente, está Dios, está la voz de Dios, Pranava, que es el Nombre Inefable formado por las sagradas palabras Aum, On y Vash. Esto es Espíritu, es el Espíritu envuelto en la mente, en Buddhi, mente pura.
Sobre el triángulo está el signo de la media luna creciente; le será dado al discípulo no sólo el dominio de los diversos mundos y planos, sino también el dominio de la Puerta que lleva a lo Eterno.
Mahara, el Dragón, está aún aquí custodiando la entrada, pero en forma de un Punto, Bindhu, que se representa por la letra M. Sobre él, más allá, ya no existe el temor; sólo está Nāda, la Voz Insonora, que es la misma Fuerza de Dios, la misma Fuerza de Valarāma, Fuerza de Rama.
La mente no enfoca los mundos subjetivos ya, sino apunta hacia la liberación.

Versículo 36°

“Cuando el asceta cierra la casa que pende sin sostén, el conocimiento que ha ganado de allí por la ayuda del Excelso Maestro, y cuando el entendimiento, por repetidas prácticas, se disuelve en este lugar que es la morada de la felicidad ininterrumpida, ve, entonces, chispas de fuego brillando con nitidez en el medio y en el espacio encima del triángulo.”

Comentario

La casa del Yogui son las potencias del alma. Cuando ella pende sin sostén, Nirā lamba puri, es que las potencias se han separado por éxtasis hipostático de los principios superiores del ser. Los sentidos permanecen insensibles y el ser se apoya únicamente sobre sí mismo. A este alto estado se llega después de largas prácticas y de haber recibido una de las últimas enseñanzas del Parama Guru.
Después de haber deshecho todos los Chetas, vórtices mentales, recién ve chispas de fuego, que son imágenes del Espíritu; tiene vislumbres del Espíritu.

Versículo 37°

“Él, entonces, también ve la luz que está en la forma de lámpara llameante. Es brillante como el sol de la mañana y brilla entre el cielo y la tierra. Es aquí donde se manifiesta el Maestro en toda la totalidad de su poder: él no conoce el decaimiento y está aquí como Él está en la región de Fuego, Luna y Sol.”

Comentario

A medida que aumenta el estado de éxtasis, el asceta ve cada vez más nítidamente el Espíritu, pero no totalmente, porque la Luz está en la forma de lámpara; quiere decir que ve una parte del Espíritu, no Todo. Esto se confirma al decir el texto, que esta Luz del Espíritu brilla entre la tierra y el cielo, o sea, su visión está condicionada a las posibilidades del hombre.
Al asceta que ha logrado este éxtasis, se le llama Señor, Bhagabān, y Él es en la tierra una pequeña imagen de la Divina Encarnación, Aquél que vive en la región de Fuego, Luna y Sol.

Versículo 38°

“Ésta es la incomparable y deliciosa morada de Vishnu. El excelente asceta, al tiempo de la muerte, gozosamente coloca aquí su hálito vital y entra, después de la muerte, a ese Supremo, Eterno, Sin Nacimiento, Primer Dios, Espíritu Eternal, que fue antes de los tres mundos y es conocido por las Escrituras.”

Comentario

El asceta, si ha de vivir sobre la tierra, no puede permanecer en el éxtasis hipostático constantemente; el éxtasis, en esta vida, no puede ser duradero, sino temporario. Pero aquél que una vez experimentó el éxtasis, lo puede lograr en la hora de la muerte.
El cuerpo astral abandona al cuerpo físico, al romperse el Cordón Plateado, por el ombligo. Pero el asceta que sabe levantar su Kundalini hasta el Ājnā, hace que su cuerpo astral, en la hora de la muerte, salga por la cabeza y se evita así la oscuridad, el frío y el paso del Umbral. Por la muerte extática entra directamente a los mundos superiores. El hálito vital, prana, por el éxtasis entra directamente al lugar superior llamado en el Versículo Primer Deva, Purusha, Aquél que es conocido por la Vedanta.


Enseñanza 10: “SAHASRĀRA”

Versículo 39°

“Cuando las acciones del asceta son, a través del servicio del pie de loto de su Maestro, en todo respecto buenas, entonces verá sobre la Rueda Carotídea la forma de la Gran Voz Insonora, y tendrá siempre en el lote de su mano la Flor del Poder de la Palabra. La Gran Voz Insonora, que es el lugar de la disolución del elemento Aire, es la mitad del Dios Shiva, en forma de arado; es tranquilo, concede favores, disipa el temor y pone de manifiesto Inteligencia Pura.”

Comentario

Este Versículo es transitorio y no corresponde ni al Ājnā, ni al Sahasrāra.
El asceta que ha probado el éxtasis realiza en el mundo, por influjo del mismo, acciones nobles, espontáneamente, por su naturaleza. A ésto se le llama servicio del pie de loto del Guru.
El contacto con el alma del Maestro hace al discípulo semejante a él. Se siente inclinado a hacer obras buenas, como su Guru, y entonces ve sobre el Ājnā-chakra la forma del Mahānāda, el lugar en donde termina la actividad del ser, para no existir más que su potencialidad.
El asceta hace el hábito de obrar caritativamente impulsado por la visión espiritual y su acción se transforma así en poder vivo, el Siddhi de la Palabra, que es el fruto del poder espiritual.
En el Mahānāda, la Gran Voz Insonora, se diluye Vayū; el amor ha llegado al final del Sendero: el amor es amor.
El Mahānāda es la mitad del Dios Shiva, en forma de arado, acción, trabajo; la otra mitad, que no está descrita, es la parte potencial invisible.

Versículo 40°

“Encima de todos estos lotos, grandes y pequeños, en el lugar vacío dentro del cual está un Cordón con todas sus ramificaciones de canales, que va de la cabeza al ano, y debajo de la Emanación, está el loto de mil Pétalos. Este loto, brillante y más blanco que la luna llena, tiene su cabeza mirando hacia abajo. Encanta. Sus enramados filamentos están teñidos del color del joven sol. Su cuerpo es luminoso, con las letras comenzando por A, y es la dicha absoluta.”

Comentario

El Sahasrāra es el centro único que está sobre todos los demás, al mismo tiempo que es libre y que recibe en su centro la corriente de todos.
Allí converge Shankhinī-Nādī, el Cordón principal con todos sus canales, y está colocado por debajo de Visarga, que es el paso por donde entra el efluvio divino, Espíritu, al ser.
La belleza de este centro es sin igual; resume en sí la belleza de todos los demás centros.
Dice el texto que su cuerpo es luminoso, con las letras comenzando por la A y pasando toda la escala; es la dicha absoluta.
Es de un color blanquísimo, pero su centro es color oro, rodeado de doce pétalos principales y después, exactamente como los pétalos de una flor, van aumentando de número hasta llegar aproximadamente a unas mil radiaciones. Las escamas que adornan el tocado de la cabeza de las estatuas del Buda, significan la Rueda Coronaria. Esto mismo querían simbolizar el tocado de los Faraones, la costumbre de las mujeres cristianas de entrar al templo con la cabeza cubierta y el ceremonial judío que impide oficiar con la cabeza descubierta.
Esta rueda está colocada con los pétalos hacia abajo, especialmente cuando el ser está en meditación o en un estado de mística pasiva, como en el caso de la meditación del Buda. Pero cuando trabaja y derrama fuerzas espirituales, los pétalos se levantan y forman como una maravillosa aureola, muy parecida a las que adornan la cabeza de los Cristos bizantinos. En este caso, el color, de blanco se transforma en resplandeciente como el sol y, según el trabajo espiritual que desarrolle, se va matizando con todos los colores, formando como un único color sintético.
Su única forma es el Punto Luminoso y sus letras características son:
OM y A.
En el cuerpo físico esta sustancia asienta en la glándula pineal.

Versículo 41°

“Dentro de este centro está la luna llena, sin la marca de la liebre, resplandeciente como en un cielo claro. Vierte sus rayos en profusión y es húmedo y fresco cual néctar. Dentro del círculo de la luna, brillando constantemente cual relámpago, está el Triángulo y dentro de éste brilla el Gran Vacío, el cual está servido, en secreto, por todos los Dioses.”

Comentario

La luna llena sin la marca de la liebre indica el hombre libertado, poseedor de la experiencia humana, pero no atado a las causas.
Dentro de la aureola que forman los rayos de la luna llena, Chandra Mandala, que brilla cual relámpago, y que es la energía emanante del ser, está el Triángulo: mente, energía y materia. Y dentro de éste brilla el Gran Vacío, que es la más alta parte espiritual que posee el hombre.

Versículo 42°

“Bien oculto, y al que se llega tan sólo con gran esfuerzo, es aquel sutil Punto que es la principal raíz de la liberación y que manifiesta el más puro éxtasis. Aquí está el Dios que es conocido a todos como Supremo Dios. Él es el Dios Eterno y el Espíritu de todos los seres. En Él están unidos el Dios masculino y el Dios femenino y Él es el sol que destruye la oscuridad de la nesciencia y el engaño.”

Comentario

Pero todos estos éxtasis divinos no son el principal; se van sobreponiendo unos a otros como sutilísimos papeles de seda. El asceta camina por estos éxtasis al éxtasis de la liberación.
Después de haber pasado por el éxtasis de aspecto femenino y lunar, llamado Chandra Mandala, en donde, en secreto, goza junto con todos los Suras o Dioses, de los diversos éxtasis de los Siete Rayos, se asienta en un punto único en el Gran Vacío: Bindu Shūnya, que, si bien no es la liberación, es la raíz de la misma, y su éxtasis se hace extremadamente duradero, Nirvāna-Kāla, pues goza de un período paradisíaco, Amā-Kalā. Aquí participa, no del éxtasis de los Siete Rayos, sino del éxtasis del Supremo y Único Dios Personal, Parama Shiva, que es Espíritu y alma de todos los seres, Brahman y Ātmā. En Él están unidos Rasa y Virasa, que son Shiva y Shakti, el Dios-hombre y el Dios-mujer. Él es el sol del conocimiento único, que destruye la oscuridad de la variabilidad, que es la nesciencia y el engaño.

Versículo 43°

“Vertiendo una constante y profusa corriente de esencia cual néctar, el Señor instruye al asceta de mente pura, en el conocimiento por el cual comprende la Unidad del Espíritu y del Gran Espíritu. Penetra, como señor, todas las cosas, quien es la corriente que siempre fluye y desparrama toda forma de dicha, conocida por el nombre de Ave Suprema.”

Comentario

Una corriente constante y profusa se establece entre el alma y Dios, después del éxtasis perfecto. Y Dios se transforma en el Maestro, en el Bhagavān que instruye continuamente a su Yati; éste es el nombre que se le da al asceta de mente pura. Pero, así como dos enamorados no pueden hablar más que de su amor, Dios no puede comunicarle al alma conocimientos variados, sino lo que atañe a Él y al alma, exclusivamente: la comprensión de la Unidad. El Paramātmā y el Jivātmā, Dios y el alma, son una sola cosa; una gota de agua es exactamente igual a todas las demás gotas de agua del océano. Un rayo de luz es toda la luz; un alma, Jivātmā, es microcósmicamente una imagen exacta de Paramātmā, la unión de todas las almas.
Cuando Uno sabe el valor de la Unidad, no sólo conoce todas las cosas, sino penetra en todas ellas y las penetra como Señor, como dueño y conocedor. Su conocimiento es como una corriente continuada que da la dicha verdadera, la dicha del Espíritu, emanante del Espíritu Supremo, Hamsah-Parama o Parama-Hamsah.

Versículo 44°

“Los devotos de Shiva lo llaman la Morada de Shiva; los devotos de Vishnū lo llaman Parana-Purusha; otros, el lugar de Vishnū y Shiva. Aquéllos llenos de pasión por los pies de loto de la Madre, lo llaman la Excelente Morada de las Diosas; y los otros Grandes Sabios lo llaman el Puro Lugar de la Materia-Espíritu.”

Comentario

Los hindúes consideran que el Dios Único tiene tres aspectos distintos, que son Brahma, Vishnū y Shiva. Pero han habido discusiones teológicas, sostenidas y continuadas por diversas sectas, sobre la precedencia de uno de estos tres aspectos divinos en la Santísima Trinidad hinduista.
Las Shaivas, que reconocen como Primera Emanación a Shiva, llaman a la morada en donde se logra el éxtasis del Dios Único, Morada de Shiva; así como los Vaishnavas le llaman Parama-Purusha, éxtasis de Vishnū, el Gran Espíritu.
Aquellos que le dan supremacía a Hari-Hara, unión de Vishnū y Shiva, le llaman Morada de Hari-Hara.
Los devotos del aspecto femenino de la divinidad, le llaman la Excelente Morada de los Devī. Y los Grandes Munis Sabios, le llaman lugar del éxtasis en donde se percibe el puro Espíritu, Purusha; o la esencia de la naturaleza, Prakriti.

Versículo 45°

“Aquel, el más excelente de los hombres, que ha domado su mente y ha conocido este Lugar, no nace más en este Vagar, pues nada hay en los tres mundos que lo ate. Siendo su mente domada y su fin cumplido, posee el poder de hacer todo lo que le plazca y de evitar lo que sea contrario a su voluntad. Se mueve siempre hacia lo Eterno. Su palabra, en prosa o en verso, es pura y dulce.”

Comentario

El éxtasis de Dios no es la liberación, sino la raíz, el principio de la liberación.
El Iniciado, considerado no como uno de los hombres, sino como el hombre, el más excelente de los hombres, no es arrastrado ya en el Vagar de la rueda de las encarnaciones, de nacer en este mundo y de estar atado a la ley del devenir, Samsārā-Karma, sino tiende hacia el éxtasis perfecto, completo; como dice el Versículo, se mueve siempre hacia lo Eterno, el Brahman.
Sin embargo, puede cumplir con todos sus deseos; pero estos deseos, al tener él una única aspiración, pues su fin está cumplido, no tienen valor de atracción alguna, porque sería contrario a su voluntad, la cual está toda orientada hacia Dios.

 

Enseñanza 11: “NIRVANA-SHAKTI”

Versículo 46°

“Aquí está la excelente decimosexta parte de la luna. Ella es pura y asemeja al joven sol. Está delgada como una centésima parte de una fibra de tallo de loto. Brilla y es suave como diez millones de relámpagos, y está invertida. De Ella, cuya fuente es lo Eterno, fluye copiosamente una corriente continuada de néctar o Ella es el receptáculo de la corriente de excelente néctar que viene de la dichosa unión: Ella con lo Eterno.”

Comentario

El alma que ha logrado el éxtasis descrito en los versículos anteriores, que es la raíz de la liberación, vive en el mundo sin ataduras; es como si, permanentemente, tan solo un sutil velo la separara de Dios.
Este éxtasis, raíz de la liberación, puede repetirse durante la vida una infinidad de veces, sin que el sujeto logre el gran éxtasis libertador; algunas veces lo logra en la hora de la muerte y otras, únicamente en otras vidas.
Este Samadhi acusa una infinidad de matices extáticos.
Describe el Versículo 46 el éxtasis de la libración con semilla. Le llama lugar en donde está la décima sexta Kalā de la luna, que corresponde a un período de cuatro horas.
El ser que llegue a tan alto éxtasis, que está fuera de todo alcance humano, para lograrlo tiene que abandonar el cuerpo completamente y valerse del nexo etéreo y del cuerpo astral; por eso se le llama aquí morada de la luna. Pero, aún así, no puede durar más de cuatro horas; en algunos casos en que el éxtasis se prolongó por más espacio de tiempo, el ser, después de cuatro horas, no gozaba ya del éxtasis, sino, por la fuerza del mismo, no podía volver a su estado normal.
El Versículo describe la belleza de este lugar y la representa a Ella, Amā-Kalā, como el receptáculo mismo de lo Eterno. Fluye hacia Ella el néctar divino, Para-Bindu o Rūpa-Shiva, desde la misma fuente eterna de Brahma.
Este pasar de la fuerza divina se llama Parā-Prakriti-Sakti, y la unión estrecha entre lo Eterno y la fuerza divina femenina, es Para-Parā.
Amā-Kalā quiere decir la decimosexta parte de la luna, que es un período de cuatro horas. La vibración cósmica lunar, que está en continuo contacto con la tierra, cambia de ritmo cada cuatro horas; es durante la decimosexta parte de la luna cuando ésta proyecta sobre la tierra su vibración más densa.
Esto no tiene relación con la vibración de la luna que se ve como satélite, pues se refiere a la vibración de la cadena planetaria lunar que ha dado vida a la cadena planetaria terrestre.

Versículo 47°

“Dentro de Ella está el Paraíso Lunar más excelente que lo excelente. Ella es tan sutil como la milésima parte de la punta de un cabello y tiene la forma de una luna creciente. Ella es la siempre existente Señora, que es la Diosa que penetra a todos los seres. Otorga el conocimiento divino y es brillante como la luz de todos los soles brillando al mismo tiempo.”

Comentario

En Ella, Amā-Kalā, hay un período de dicha suprema, Nirvāna-Kalā. El éxtasis con semilla, aún si es logrado después de la muerte, sólo da un paraíso lunar, quiere decir, un período solo de dicha suprema.
Bhagavatī, la Señora, que es la divinidad llamada De-vatā, es la manifestación divina que penetra a todos los seres.
El éxtasis con semilla corresponde a la sagrada sílaba A.

Versículo 48°

“Dentro del espacio medio del Paraíso Lunar, brilla la Suprema y Primordial Diosa Celeste; es brillante como diez millones de soles y es la Madre de los tres mundos. Ella es extremadamente sutil, como la diezmillonésima parte de la punta de un cabello. Contiene dentro de Ella la corriente de alegría que fluye constantemente, y es la vida de todos los seres. Graciosamente lleva el conocimiento de la Verdad a la mente de los sabios.”

Comentario

En el medio del Nirvānā-Kalā, mora Nirvāna-Shakti, la Divina Madre, en su aspecto de fuerza potencial del universo, Aquélla que lleva el conocimiento de la Verdad, Tattva, a la mente de los sabios. El Tattva es el éter cósmico y los sabios hindúes lo dividen en siete modalidades; pero únicamente asignan cinco, que son: Prithivī, Apas, Tejas, Vayū y Akasha.

 

Enseñanza 12: “NITYĀNANDA”

Versículo 49°

“Dentro de Ella está el lugar eterno, llamado la Morada de Dios, que está libre de ilusión. A Él sólo pueden llegar los ascetas y se le conoce con el nombre de Felicidad Permanente. Está repleto con toda forma de dicha y es propiamente el conocimiento puro. Algunos le llaman Dios; otros le llaman el Eterno; hombres sabios lo describen como Morada de la Divina Encarnación, y hombres justos hablan de Él como el inefable lugar del conocimiento del alma o lugar de Liberación.”

Comentario

Al decir el Versículo que este lugar eterno, Morada de Shiva, está libre de Mayā, indica que ya entre el alma del hombre y la de Dios, no hay velo ni diferencia, por sencilla que sea y que el éxtasis del hombre es sin semilla. A este estado se le llama Nityānanda, Felicidad Perfecta o Felicidad Permanente.
Todos los yoguis que logran en el éxtasis la liberación final, vueltos a su estado normal sobre la tierra, definen este estado según la creencia o fé que profesan. Para algunos es Dios; para otros el Eterno; para otros Brahman, Hamsa, Vishnu, Ātmā; pero todos concuerdan en asegurar que es el lugar de la Liberación, de la Dicha Suprema.
El éxtasis sin semilla corresponde a la sagrada sílaba OM.
El Lugar de liberación se llama Moksha.

Versículo 50°

“Él, cuya naturaleza es purificada con la práctica de la purificación interna y externa, o lo que se parezca, aprende de boca de su Maestro el proceso que abre el camino al descubrimiento de la Gran Liberación. El que tenga todo su ser sumergido en Dios, entonces levanta la Fuerza de la Diosa, perfora el centro del falo, la boca del cual está cerrada, luego, invisible, y por medio del aire y del fuego coloca a Ella dentro del Pasaje Secreto.”

Comentario

El camino es indispensable para llegar a la meta, sea el camino de Yama, Niyama o cualquier otro; porque sin la disciplina no es posible llegar al éxtasis de la Gran Liberación.
Aún el último instante antes de lograr el éxtasis supremo es regido por una ley; es indispensable conocer esta ley, esta llavecita que da la Gran Liberación. Se podría decir que el secreto de la ley que admite al discípulo al éxtasis y éste se logran casi simultáneamente. Por eso dice el Versículo que, cuando el discípulo ha llegado cerca del Lugar de la Gran Liberación, el Guru le enseña el proceso que le abre el paso al gran descubrimiento.
La voluntad y la conciencia están siempre estrechamente unidas; la voluntad ha llevado al discípulo hasta la cúspide; pero de nada le valdría la voluntad si su ser no estuviera sumergido en el Brahman, Conciencia Eterna.
A continuación el Versículo explica el proceso técnico mediante el cual se realiza el éxtasis.
Al estar sumergido el chela en Brahman, recibe de su Guru las palabras que le abren el paso, y entonces levanta el Devī por Hūm-Kāra. Devī es la energía femenina, el Kundalini en gran movimiento. El gran movimiento está explicado por la palabra Hūm-Kāra, que quiere decir moverse violentamente.
Entonces el éter cósmico perfora el centro del lingam de Ājnā, la boca del cual está cerrada.
Con el lingam del Mūlādhāra, el ser se regenera físicamente; con el lingam de Anāhata el ser se une a todos los seres; pero con el lingam de Ājnā, el ser se une a Dios.
Se produce, entonces, el éxtasis: toda la esencia del ser, su Kundalini, al salir del lingam del Ājnā, cae en el Brahmadvara, Pasaje Secreto, que corre a lo largo de la columna vertebral y termina en el Sahasrāra. Esta unión se efectúa en el Sahasrāra por medio del aire y del fuego. Esto no es nada más que un simbolismo de la concepción cósmica: el aire es la matriz y el fuego es el falo cósmico.
El Brahmadvara se llama también Chitrinī-Nadī.

 

Enseñanza 13: “SHUDAHA SATTVA”

Versículo 51°

“La Diosa, que es sustancia divina, penetra por los tres falos y, habiendo llegado a todos los lotos, conocidos como los nudos de Dios, brilla en su interior en la plenitud de su brillo. Luego, en su sutil estado, brillante como el relámpago y fina como la fibra de loto, Ella marcha hacia el brillante y flamígero Dios, la Dicha Suprema, y de repente, produce la dicha de la Liberación.”

Comentario

La Devī hace que el Kundalini se mueva violentamente. No es un subir lento, sino una ascensión rapidísima y completa. En este movimiento rápido el Kundalini penetra todos los lotos y pasa los tres lingams simultáneamente.
Se puede decir, entonces, que el éxtasis supremo es la fuerza que hace mover simultáneamente a todos los centros, haciendo que el Kundalini pase por todos ellos; sólo así Ella puede llegar hasta el Dios Shiva, la Dicha Suprema, que es la Gran Liberación.
El Kundalini que llega violentamente a la cabeza, se une en el Sahasrāra al éter cósmico, Suddha-Sattva, que es de su misma naturaleza y que está allí en estado potencial y activo. Por esa unión, que los Versículos llaman del Kundalini, aire y fuego, se realiza la dicha de la Liberación.
La Dicha Suprema se llama Paramarasa o Paramānanda; y la dicha de la Liberación se llama Nityānanda o Rupa-muktim.

Versículo 52°

“El sabio y excelente asceta, arrebatado en éxtasis y devoto de los pies de loto de su Maestro, deberá guiar al Éter Cósmico junto con su alma, a Su Señor, el Gran Dios, en la Morada de la Liberación, dentro del Puro Loto, y meditar sobre Ella, que otorga todos los deseos, como aquel de ser uno en la Morada de la Madre. Deberá hacer absorber dentro de Ella todas las cosas, cuando así guía el Éter Cósmico.”

Comentario

El Yogui que ha logrado la Gran Liberación, mientras dura el éxtasis y todas sus potencias superiores están libres de ataduras, ha de dirigir las potencias inferiores. Subconscientemente debe vigilar para que también su parte inferior tienda toda a Dios y todas sus potencias inferiores vayan siguiendo el ascenso del Éter Cósmico, tendiendo únicamente hacia Dios. Ha de imaginar que sus cuerpos inferiores no son de él mismo, sino de seres sujetos a él, y deseará ardientemente que sus mentes intuitiva y racional únicamente aspiren a las cosas divinas y que la parte más superior de la mente medite tan sólo sobre la Madre Divina, la que otorga todos los deseos y concede el Chaitanyarūpā-Bhagavati, que es estar en la puerta o lugar de la morada de Dios.
Y así todas las potencias del alma se transforman y se juntan con Ella, mientras el Kula-Kundalini es guiado hacia arriba, hasta la puerta de la Liberación, en donde el ser goza, libre de ataduras, el éxtasis supremo.

 

Enseñanza 14: “EL RETORNO DE KUNDALINI”

Versículo 53°

“La hermosa Kundalini bebe el excelente néctar rojo emanado del Gran Dios y regresa de donde brilla la dicha eterna y trascendental en toda su gloria, a lo largo de la columna vertebral y, de nuevo, entra en el plexo sacro. El asceta que tiene firmeza de mente, hace ofrendas a los Dioses de los seis centros, y otros, con esa corriente de néctar celestial que está en el vaso del Canal de Dios, el conocimiento del cual lo ha obtenido por medio de la tradición de los Maestros.”

Comentario

Mientras persiste la energía generada por el esfuerzo de la subida violenta del Kundalini, dura el éxtasis supremo o Gran Éxtasis. Pero cuando se pierde el impulso de la energía y ya el Éter Cósmico ha bebido el néctar rojo, emanado de Para-Shiva, regresa por el sendero de Kula y de nuevo entra al Mūlādhāra. Kula es el canal por donde baja y sube el Kundalini.
El Yogui que tiene firmeza de mente, hace ofrendas, Tarpana, a Ishta-Devatā, que es la deseada Divinidad. Procura mantener en todo lo que le sea posible el recuerdo y el fervor del éxtasis y hace ofrendas en los seis chakras a los Devatās y a las Dākinīs.
Como no puede mantener el mismo fervor extático, va rebajando de tonalidad vibratoria; lo importante es no dejar que la corriente que ha subido, baje violentamente y hacer que este néctar celestial descienda lentamente por el Brahmananda.
Este es el modo de conservar el éxtasis el mayor tiempo posible: mantenerse en la postura, actitud mental, física, moral y emocional del recuerdo del éxtasis.

Versículo 54°

“El asceta que ha aprendido, después de las diversas prácticas, o lo que se les parece, este excelente método de los dos pies de loto del auspicioso Maestro de Iniciación, que son fuentes de dicha ininterrumpida, no nace más en este mundo. Para él no hay disolución ni al tiempo de la Disolución Final. Alegrado por la constante realización de lo que es la Fuente de Dicha Eterna, se llena de paz y es principal entre todos los ascetas.”

Comentario

El yogui que ha realizado todo el camino místico y que conoce la ley de la evolución, no vuelve a encarnar en la tierra; es libre de Samsara.
Esta realización lo sujeta siempre a una cadena de seres superiores a Él, y es a esto a lo que el texto llama los dos pies del lotus del Dikshāguru o Maestro de Iniciación. Si bien Él obedece a la ley de evolución cósmica, mantiene viva su conciencia individual aún en la hora del Samkshaya-Pralaya.
Él esta lleno de paz porque la dicha suprema le ha hecho probar a Dios, aunque no lo ha hecho semejante a Él; goza entonces de Dios en el lugar que le corresponde dentro de la evolución cósmica.
Dice aquí que el ser perfecto no pierde su individualidad ni en la hora de la Gran Disolución, porque algunos Maestros de Teología opinan que los seres que no han alcanzado un alto estado de evolución, disuelven su semilla individual o mónada en el Gran Pralaya. Este concepto está desautorizado por otros Maestros que sostienen que el ser nunca pierde su individualidad espiritual una vez que la ha adquirido, cualquiera sea el grado de evolución alcanzado.

Versículo 55°

“Si el asceta, devoto a los pies de loto de su Maestro, de corazón no perturbado y mente concentrada, lee esta obra, que es la Fuente Suprema del Conocimiento de la Liberación, y si no tiene faltas el discípulo y es puro y muy secreto, entonces, seguramente, su mente danza a los Pies de la Divinidad anhelada.”

Comentario

Se le advierte aquí al discípulo de ascetismo que, aún con la sola lectura de esta obra, hecha de un modo pausado y tomándola a modo de libro sagrado, puede aprovechar. Mas deberá ser siempre de corazón puro y muy secreto, porque nunca hay que divulgar las obras que Dios hace en el interior del ser. Podrá entonces vislumbrar el camino y su mente recibir los preanuncios de las gracias divinas que el Versículo llama “danza de los Pies de la Ishta-Devatā.”

 

Enseñanza 15: “TEXTO DEL SATCHAKRA NIRUPANA”

Verso Preliminar

Ahora hablo yo del primer brote (de la planta yoga) de completa realización del Brahmán, que debe ser completado, de acuerdo con los Tantras, por medio de los seis Chakras y así sucesivamente en su debido orden.

Verso 1.
En el espacio afuera del Meru, colocados a derecha e izquierda, están los dos Shirās: Shashī y Mihira. El Nādī Sushumnā, cuya substancia es el triple Gunas, está en el medio. Ella es la forma de la Luna, Sol y fuego. Su cuerpo, una cadena de flores de Dhūstūra, se extiende del medio del Kanda hasta la cabeza, y, en su interior, se extiende la Vayrā, brillante, desde el Medhra, hasta la cabeza.

Verso 2.
Dentro de ella está Chitrinī, que es lustrosa con el lustre del Prasava y los Yoguis pueden llegar a ella en la Yoga. Ella (Chitrinī) es flexible como el hilo de la araña, y penetra todos los Lotus colocados dentro del espinazo, y es pura inteligencia. Ella (Chitrinī) es hermosa en razón de éstos (Lotus) que están atados sobre ella. Dentro de ella (Chitrinī) está el Brahmanadi, que se extiende desde el orificio de la boca de Hara, hasta el lugar allende, donde está Ādideva.

Verso 3.
Ella, Chitrinī, es hermosa como una cadena de relámpagos y fina como una fibra (de lotus), y brilla en la mente de los sabios. Ella es extremadamente flexible, la que despierta el conocimiento puro; la incorporización de toda Felicidad cuya verdadera naturaleza es pura Conciencia, Shuddha-bodha-svabhāvā. El Brahma-dvarā brilla en su boca. Este lugar es la entrada a la región rociada de ambrosía, y se llama el Nudo, así como la boca de Sushumnā.

Verso 4.
Ahora venimos a Adhārā Lotus. Está junto a la boca de la Sushumnā, y está colocado debajo de los genitales y encima del ano. Tiene cuatro pétalos encarnados. Su cabeza (boca) cuelga hacia abajo. Sobre los pétalos están las cuatro letras de Va a Sa, de color oro brillante.

Verso 5.
En éste (Lotus) está la cuadrada región (Chakra) de Prithivī, rodeado de ocho lanzas brillantes. Es de un color amarillo brillante y hermoso como el relámpago, como lo es también el Bīja de Dharā, que está adentro.

Verso 6.
Adornado con cuatro brazos y colocado sobre el Rey de los Elefantes. Lleva sobre su regazo el niño Creador, resplandeciente como el joven Sol, que tiene cuatro lustrosos brazos, y la riqueza de su lotus-faz es cuádruple.
Nota: Brazo podría sustituirse por “arma”.

Verso 7.
Aquí mora el que se nombra Devī Dākini; brillan de hermosura sus cuatro brazos, y sus ojos son rojo brillante. Ella es resplandeciente con el lustre de muchos Soles que salen al mismo tiempo. Ella es la portadora de la revelación de la siempre-pura Inteligencia.

Verso 8.
Cerca de la boca del Nadī Llamado Vajrā, y en el pericarpio (del Ādhāra-Lotus), constantemente brilla el bellamente luminoso y suave triángulo cual relámpago que es Kamarūpa, y conocido como Traipura. Hay siempre y en todas partes el Vāyu llamado Kandarpa, que es de un rojo más profundo que la flor de Bandhujiva, que es el Señor de los Seres y resplandeciente como diez millones de soles.

Verso 9.
Dentro de él (Triángulo) está Swayambhu en Su forma de Linga (como el falo humano), hermoso cual oro derretido, con Su cabeza hacia abajo. Él está revelado por Conocimiento y Meditación, y tiene la forma y el color de una hoja nueva. Su hermosura encanta como los frescos rayos del relámpago y la luna llena. El Deva que feliz reside aquí como en Kāshī tiene las formas de un vórtice.

Versos 10 y 11.
Shankara, al contrario de Kalicharana, ha anotado los dos versos por separado.
Sobre ello brilla la dormida Kundalini, fino como una fibra de tallo de Lotus. Ella es la desconcertadora del mundo, cubriendo suavemente la boca de Brahma-dvāra con la propia. Como la espiral de una concha, Su forma brillante, y como de serpiente, rodea tres veces y medio a Shiva, y su lustre es el de una fuerte llamarada de un relámpago joven y fuerte. Su dulce murmullo es como el confuso zumbido de enjambres de abejas, locas de amor. Ella produce poesía melodiosa y Bandha (una forma de composición literaria en la cual el verso se pone en forma de diagrama o cuadro) y toda otra clase de composiciones en prosa y verso, Bhedakrama o Atibhedakrama, en Sánscrito, Prākrita y otras lenguas. Es Ella quien mantiene a todos los seres del mundo por medio de la inspiración y la expiración, y brilla en la cavidad de la raíz (Mūla) Lotus como una cadena de brillantes luces.

Verso 12.
Dentro de ello reina el dominante Parā, la Shrī Parameshvarī, la Despertadora del conocimiento eterno. Ella es la omnipotente Kalā, quien es maravillosamente diestra para crear y es más sutil que lo más sutil. Ella es el receptáculo de esa continua corriente de ambrosía que mana de la Felicidad Eterna. Todo el Universo y esta Caldera (Katāha, la mitad inferior del Brahmānda, que tiene dicha forma) están iluminados por Su brillantez.

Verso 13.
Meditando así sobre Ella quien brilla dentro de Mūla Chakra, con el brillo de diez millones de soles, un hombre llega a ser Señor de la palabra y Rey entre los hombres, y un Adepto en toda clase de conocimientos. Llega a ser libre de todas las enfermedades, y su Espíritu más interno se llena de gran Contento. Puro de disposición por sus palabras profundas y musicales, sirve a los principales Devas.

Verso 14.
Hay otro Lotus situado dentro de la Sushumnā en la raíz de los genitales de un hermoso color bermellón. En sus seis pétalos están las letras de Ba a Purandara, con el Bindu superpuesto, del brillante color del relámpago.

Verso 15.
Dentro de ello está la blanca, brillante, acuosa región de Varuna, con forma de media luna, y allí dentro, sentado sobre un Makara, está el Bīja Vam, sin mancha y blanco como la luna de otoño.

Verso 16.
May Hari, quien está dentro de ello, quien es el orgullo de la temprana juventud, cuyo cuerpo de luminoso azul es hermoso de contemplar, vestido con atavío amarillo, tiene cuatro brazos, viste el Shrī-vatsa, y el Kaustubha, ¡protegednos !

Verso 17.
Es aquí donde siempre mora Rākinī. Ella es de color del Lotus azul. La belleza de Su cuerpo está realzada por Sus brazos levantados, siendo varias armas. Viste atavíos y adornos celestiales y, bebiendo ambrosía, exalta Su Mente.

Verso 18.
Quien medite sobre el inmaculado Lotus, que se llama Svādhishthānā, es librado inmediatamente de todos sus enemigos, tal como la falta de Ahamkāra y así sucesivamente. Llega a ser un Señor entre los Yogīs, y es como el Sol iluminando la espesa oscuridad de la ignorancia. Fluye en prosa y verso en bien razonado discurso, la riqueza de sus palabras como néctar.

Verso 19.
Encima de ello y en la raíz del ombligo, está el brillante Lotus de diez pétalos, del color de cargadas nubes. Dentro de ello están las letras de Da a Pha, del color del Lotus azul con Nāda y Bindu sobre ellos. Meditad allí sobre la región de Fuego, de forma triangular y brillante como el Sol al salir. Fuera de ello están las tres marcas de Svástica, y dentro, el mismo Bīja de Vahni.

Verso 20.
Meditad sobre El (Fuego) sentado sobre un carnero, con cuatro brazos, y radiante como el Sol naciente. En Su regazo Rudra mora siempre, que es de color bermellón puro. El (Rudra) es blanco con las cenizas que a Él cubren; con aspecto antiguo y con tres ojos, Sus manos están en actitud del que otorga favores y disipa el temor. Él es el destructor de la creación.

Verso 21.
Aquí mora Lākinī, benefactora de todos. Tiene cuatro brazos, es de cuerpo radiante, de tez morena, vestida con atavíos amarillos, ornada de diversos adornos y exaltada con el beber ambrosía. Meditando sobre este Lotus de Ombligo se adquiere el poder de crear y destruir (el mundo). Vāni con toda la riqueza del conocimiento siempre mora en el lotus de su faz.

Verso 22.
Sobre eso, en el corazón, está el encantador Lotus, del brillante color de la flor de Bandhūka, con las doce letras empezando con Ka, de color bermellón, colocados dentro. Se le conoce por su nombre de Anāhata, y es como el árbol del deseo celestial y otorga aún más que el deseo (del que pide). Aquí está la región de Vāyu, hermosa, con seis puntas y de color de humo.

Verso 23.
Meditad dentro de ello sobre el dulce y excelente Pavana Bīja, gris como una masa de humo, con cuatro brazos, montado sobre un antílope negro. Y en él también (meditad) sobre la Morada de Misericordia, el Señor Inmaculado que es brillante como el Sol, y cuyas manos hacen los gestos del que dispensa favores y disipa los temores de los tres mundos.

Verso 24.
Aquí mora Kākinī, cuyo color es amarillo como relámpago nuevo, alegre y auspiciosa; tiene tres ojos y es benefactora de todos. Ella lleva toda clase de adornos, y en Sus cuatro manos lleva el nudo corredizo y la calavera y hace el signo de la bendición y el signo que disipa el temor. Su corazón está suavizado porque bebe néctar.

Verso 25.
El Shakti, cuyo tierno cuerpo es como diez millones de rayos de relámpagos está en el pericarpio de este Lotus en forma de un triángulo (Trikona). Dentro del triángulo está el Shivalinga conocido con el nombre de Vāna. Este Linga es como de oro brillante y en su cabeza hay un orificio diminuto como de una gema. Él es la resplandeciente morada de Lakshmi.

Verso 26.
Quien medite sobre este Lotus Corazón llega a ser (como) Señor de la Palabra, y (como) Ishvara es capaz de proteger y destruir los mundos. El lotus es como el árbol del deseo celestial, la morada y sede de Sharva. Está hermoseado por el Hamsa, que es como la firme llama de una lámpara en lugar donde no sople viento. Encantan los filamentos que rodean y adornan su pericarpio, iluminado por la región solar.

Verso 27.
Principal entre los Yogīs, es siempre más amado que el más amado por las mujeres. Él es preeminentemente sabio y lleno de nobles obras. Domina completamente sus sentidos. Su mente, en su intensa concentración, está robustecida en pensamientos del Brahman. Su palabra inspirada fluye como una corriente de agua (cristalina). Él es como el Devatā que es el amado de Lakshmī, y puede, a su voluntad, penetrar en el cuerpo de otro.

Versos 28 y 29.
En la garganta está el Lotus llamado Vishudda, que es puro y color púrpura ahumado. Las (dieciséis) vocales sobre sus (dieciséis) pétalos, color encarnado, son claramente visibles para él cuya mente (Buddhi) está iluminada. En el pericarpio de este Lotus está la Región Etérea, de forma circular, y blanca como la luna llena. Sobre un elefante, blanco como la nieve, está sentado el Bīja de Ambara, de color blanco. De sus cuatro brazos: dos hacen el lazo corredizo y la aguijada, y los otros dos hacen los gestos del que otorga favores y disipa el temor.
Añaden a Su belleza. En su regazo mora siempre el gran Deva, blanco como la nieve, con tres ojos y cinco faces, con diez hermosos brazos, vestido con una piel de tigre. Su cuerpo está unido al de Girijā, y Él es conocido por lo que significa el nombre de Él, Sadā-Shiva.

Verso 30.
Más pura que el Océano de Néctar es la Shakti Shākinī que mora en este Lotus. Su atavío es amarillo, y en Sus cuatro manos de Lotus, lleva el arco, la flecha, el nudo corredizo y la aguijada. La región entera de la Luna sin la marca de la Liebre (el hombre de la Luna) está en el pericarpio de este Lotus. Esta (región) es la portada de la gran Liberación para el que desee la riqueza de Yoga y cuyos sentidos sean puros y dominados.

Verso 31.
Quien haya obtenido completo conocimiento del Ātmā (Brahman) por la constante concentración de su mente (Chitta) sobre este Lotus, llega a ser un gran Sabio (Kavi), elocuente y sabio, y goza ininterrumpidamente de paz mental. Ve los tres períodos, llega a ser benefactor de todos, libre de enfermedad y pesar y longevo y, como Hamsa, es destructor de peligros sin fin.

Verso 31 a. (No incluido por Kalicharana ni Shankara).
El Yogī, constantemente fija su mente en este Lotus, controlado su aliento por Kumbhaka es, cuando iracundo, capaz de mover los tres mundos. Ni Brāhma ni Vishnu, ni Hari-Hara ni Sūrya ni Ganapa, es capaz de dominar su poder (resistirle).

Verso 32.
El Lotus llamado Ājnā es como la Luna (hermosamente blanco). En sus dos pétalos están las letras Ha y Ksha, también blancas y que realzan su belleza. Brilla con la gloria de Dhyāna. Dentro de ello está la Shakti Hākinī, cuyas seis faces son como otras tantas lunas. Ella tiene seis brazos, en uno de los cuales ella tiene un libro; otros dos están en actitud de conceder favores y disipar el temor, y con los demás Ella tiene la calavera, un tamborcito y un rosario. La mente de Ella es pura (Shudda-chittā).

Verso 33.
Dentro de este Lotus mora la mente sutil (Manas). Es bien conocida. Dentro del Yoni en el pericarpio está el Shiva llamado Itara, en Su forma fálica. Aquí brilla Él como una cadena de relámpagos. El primer Bīja de los Vedas, que es la morada de la más excelente Shakti, que por su brillo hace visible el Brahma-sūtra, está también allí. El Sādhaka con mente firme debe meditar sobre éstos de acuerdo al orden (prescripto).

Verso 34.
El excelente Sādhaka, cuyo Ātmā no es sino una meditación sobre este Lotus, puede, a su voluntad, entrar rápidamente en el cuerpo de otro, y llega a ser el más excelente entre los Munis, omnisapiente y omnividente. Llega a ser benefactor de todos y versado en todos los Shāstras. Realiza su unión con el Brahman y adquiere poderes excelentes y desconocidos. Famoso y longevo, siempre es el Creador, Destructor y Conservador de los tres mundos.

Verso 35.
Dentro del triángulo en este Chakra mora siempre la combinación de letras que forma el Pranava. Es el Ātmā más interno como mente pura (Buddhi), y se parece por lo radiante, a la llama. Sobre ello está la media luna (creciente), y encima de esto está Ma-kara, brillando en su forma de Bindu. Encima de esto está Nāda, cuya blancura iguala la de Balarāma, y difunde los rayos de la Luna.

Verso 36.
Cuando el Yoghi cierra la casa que pende si sostén, el conocimiento que ha ganado de allí por ayuda de Paramaguru, y cuando el Chetas, por repetida práctica se disuelve en este lugar que es la morada de felicidad ininterrumpida, ve entonces chispas de fuego brillando con nitidez en el medio y en el espacio encima (del triángulo).

Verso 37.
Él entonces también ve la luz que está en la forma de lámpara llameante. Es brillante como el sol de la mañana, y arde (brilla) entre el Cielo y la Tierra. Es aquí donde se manifiesta el Bhagavān en la totalidad de Su poder. Él no conoce el decaimiento y es testigo de todo, y está aquí como Él está en la región de Fuego, Luna y Sol.

Verso 38.
Ésta es la incomparable y deliciosa morada de Vishnu. El excelente Yogī al tiempo de la muerte gozosamente coloca aquí su hálito vital (Prāna), y entra (después de la muerte) ese Supremo, Eterno, Sin Nacimiento, Primero Deva, el Purusha, que fue antes que los tres mundos y es conocido por los Vedānta.

Verso 39.
Cuando las acciones del Yogī son, a través del servicio del pie de Lotus de su Guru, en todo respecto buenas, entonces él verá sobre ello (Ājnā-chakra) la forma del Mahānāda, y tendrá siempre en el Lotus de su mano el Siddhi de la Palabra. El Mahānāda que es lugar de la disolución de Vāyu, es la mitad de Shiva, en forma de arado, es tranquilo, concede favores y disipa el temor, y pone de manifiesto Inteligencia pura (Buddhi).

Verso 40.
Encima de todos éstos, en el lugar vacío dentro del cual está Shankhinī Nādī, y debajo de Visarga está el Lotus de mil pétalos. Este Lotus, brillante y más blanco que la Luna llena, tiene su cabeza mirando hacia abajo. Encanta. Sus enramados filamentos están teñidos del color del joven Sol. Su cuerpo es luminoso con las letras comenzando por A y es la dicha absoluta.

Verso 41.
Dentro de ello (Sahasrāra) está la Luna llena, sin la marca de la liebre, resplandeciente como en un cielo claro. Vierte sus rayos en profusión, y es húmedo y fresco cual néctar. Dentro de ello (Chandra-mandala), brillando constantemente cual relámpago, está el Triángulo, y dentro de éste, brilla el Gran Vacío el cual está servido en secreto por todos los Suras.

Verso 42.
Bien oculto, y al que se llega tan solo con gran esfuerzo, es aquel sutil Bindu (Shūnya) que es la principal raíz de la Liberación, y que manifiesta el puro Nirvāna Kālā con Amā Kalā. Aquí está el Deva que es conocido a todos como Parama Shiva. Él es el Brahman y el Ātmā de todos los seres. En Él están unidos Rasa y Virasa, y Él es el Sol que destruye la oscuridad de la nesciencia y el engaño.

Verso 43.
Vertiendo una constante y profusa corriente de esencia cual Néctar, el Bhagavān instruye al Yati de mente pura, en el conocimiento por el cual comprende la unidad del Jivātmā y el Paramātmā. Penetra, como Señor, todas las cosas, quien es la corriente que siempre fluye y se desparrama toda forma de dicha conocida por el nombre de Hamsah Parama (Parama-hamsah).

Verso 44.
Los Shaivas lo llaman la morada de Shiva; los vaishnavas lo llaman Parama Purusha; otros, el lugar de Hari-Hara. Aquellos llenos de pasión por los pies de Lotus de los Devī lo llaman la excelente morada de los Devī; y los otros grandes sabios (Munis) lo llaman el puro lugar de Prakriti-Purusha.

Verso 45.
Aquél, el más excelente de los hombres, que ha dominado su mente, y ha conocido este lugar, no nace más en este Vagar, pues nada hay en los tres mundos que le ate. Siendo su mente dominada, y su fin cumplido, posee el poder de hacer todo lo que le plazca, y de evitar lo que sea contrario a su voluntad. Se mueve siempre hacia el Brahman. Su palabra, en prosa o verso, es siempre pura y dulce.

Verso 46.
Aquí está la excelente (suprema) decimasexta Kalā de la Luna. Ella es pura y asemeja (en el color) al joven Sol. Es tan delgada como la centésima parte de una fibra de tallo de Lotus. Brilla, y es suave como diez millones de relámpagos y está invertida. De Ella, cuya fuente es el Brahman, fluye copiosamente una corriente continuada de néctar (o, Ella es el receptáculo de la corriente de excelente néctar que viene de la dichosa unión de Para con Parā).

Verso 47.
Dentro de ello (Amā-kalā) está Nirvāna-Kalā. Más excelente que lo excelente. Ella es tan sutil como la milésima parte de la punta de un cabello, y tiene la forma de una luna creciente. Ella es la siempre-existente Bhagavatī, que es el Devatā que penetra todos los seres. Otorga el conocimiento divino, y es brillante como la luz de todos los soles brillando al mismo tiempo.

Verso 48.
Dentro del espacio medio (Medio de Nirvāna-kalā) brilla la Suprema y Primordial Nirvāna-Shakti; es brillante como diez millones de soles, y es la Madre de los tres mundos. Ella es extremadamente sutil, como la diez millonésima parte de la punta de un cabello. Contiene dentro de ella la corriente de alegría que fluye constantemente, y es la vida de todos los seres. Graciosamente lleva el conocimiento de la Verdad (Tattva) a la mente de los sabios.

Verso 49.
Dentro de Ella está el lugar eterno llamado la morada de Shiva, que está libre de Māyā, a él sólo pueden llegar los Yogīs, y se le conoce con el nombre de Nityānanda. Está repleto con toda forma de dicha, y es propiamente el Conocimiento Puro. Algunos lo llaman el Brahman; otros lo llaman el Hamsa. Hombres sabios lo describen como morada de Vishnu, y hombres justos hablan de él como el inefable lugar de Conocimiento del Ātmā, o el lugar de Liberación.

Verso 50.
Él, cuya naturaleza esté purificada con la práctica de Yama, Niyama, o lo que se parezca, aprende, de boca de su Gurú, el proceso que abre el camino al descubrimiento de la gran Liberación. El que tenga todo su ser sumergido en el Brahman entonces levanta el Devī por Hūm-Kāra, perfora el centro de la Linga, la boca de la cual está cerrada, luego invisible, y por medio del Aire y del Fuego (dentro de él) coloca a Ella dentro del Brahmādvara.

Verso 51.
La Devī que es Shudda-sattvā, penetra los tres Lingas, y, habiendo llegado a todos los Lotus conocidos como los Lotus Brahma-nādī, brilla en su interior en la plenitud de Su brillo. Luego, en Su sutil estado, brillante como el relámpago y fina como la fibra del Lotus, Ella va hacia brillante flamígero Shiva, la Dicha Suprema y, de repente, produce la dicha de la Liberación.

Verso 52.
El sabio y excelente Yogi, arrebatado en éxtasis, y devoto de los pies de Lotus de su Guru, deberá guiar a Kula-kundalī junto con Jīva a Su Señor el Parashiva en la morada de Liberación dentro del puro Lotus, y meditar sobre Ella que otorga todos los deseos como el Chaitanyarūpā Bhagavatī. Deberá hacer absorber dentro de Ella todas las cosas, cuando así guía a Kula-Kundalinī.

Verso 53.
La hermosa Kundalī bebe el excelente néctar rojo emanado de Para Shiva, y regresa, de donde brilla la Dicha Eterna y Trascendental en toda su gloria, a lo largo del sendero de Kula, y de nuevo entra al Mūlādhāra. El Yogī que tiene firmeza de mente hace ofrenda (Tarpana) al Ishta-devata y a los Devatās en los seis centros (Chakras), Dākini y otros, con esa corriente de néctar celestial que está en el vaso de Brahmanda, el conocimiento del cual lo ha obtenido por medio de la tradición de los gurús.

Verso 54.
El Yogī que ha aprendido, después de la práctica de Yama, Niyama, o lo que les parece, este excelente método de los dos pies de Lotus del auspicioso Dīkshāguru, que son fuente de dicha ininterrumpida, y cuya mente (Manas) está dominada, no nace más en este mundo (Samsāra). Para él no hay disolución ni al tiempo de la Disolución Final. Alegrado por la constante realización de lo que es la fuente de Dicha Eterna, se llena de Paz y es principal entre todos los Yogīs.

Verso 55.
Si el Yogī, devoto a los pies de Lotus de su Gurú, de corazón no perturbado y mente concentrada, lee esta obra que es la fuente suprema del conocimiento de la Liberación, y que no tiene faltas, es puro, y muy secreto, entonces, seguramente, su mente danza a los Pies de su Ishta-devatā.


Enseñanza 16: “TEXTO DEL PĀDUKĀ-PANCHAKA”

La Banqueta Quíntuple

Verso de Introducción
Medito sobre el Gurú en el Lotus de mil pétalos, radiante como los frescos rayos de la Luna llena, cuyas manos hacen los gestos del que otorga favores y disipa el temor. Su atavío, guirnalda y perfumes son siempre frescos y puros. Su porte benigno. Está en el Hamsa en la cabeza. Es el Hamsa.

Verso Uno
Adoro al maravilloso Lotus Blanco de doce letras que está en la matriz (Udare) de, y es inseparable del pericarpio del Lotus en el cual está el Brahma-randhra y que está adornado por el canal de Kundalī.

Verso Dos
Adoro la morada de Shakti en el lugar en que se reúnen los pericarpios. Está formada por las líneas A, Ka y Tha; y las letras Ha, La y Ksha, visibles en cada una de las puntas, y le dan el carácter de un Mandala.

Verso Tres
En mi corazón medito sobre el Alhajado Altar (Mani-pītha) y sobre Nāda y Bindu dentro del triángulo del cual hemos hablado. La gloria rojo-pálido de las gemas en este altar humillan la brillantez del relámpago. Su substancia es Chit.

Verso Cuatro
Medito atentamente sobre las tres líneas encima de ello (Manipītha), comenzando por la línea de Fuego, y sobre el brillo de Manipītha, realzado por el brillo de tres líneas, medito también sobre el Hamsa primordial, que es la todopoderosa Gran Luz en la cual está absorbido el Universo.

Verso Cinco
La mente allí contempla los dos Lotus que son los Pies del Gurú, y de los cuales la miel es néctar color rubí. Estos dos Pies son frescos como el néctar de la Luna, y son el lugar de todo lo auspicioso.

Verso Seis
Adoro en mi cabeza los dos Pies de Lotus de mi Gurú. La banqueta enjoyada sobre la cual descansan extrae todo pecado. Son Rojos como jóvenes hojas. Sus uñas asemejan a la luna brillando en toda su gloria. De ellos es el hermoso brillo de los Lotus que crecen en el lago de néctar.

Verso Siete
Este himno de alabanza de la Quíntuple banqueta fué pronunciado por Él de Cinco Faces. Por ello (Su recitado y el oírlo) se obtiene lo bueno que se gana por (el recitado y el oírlos) todos los himnos en alabanza de Shiva. Tal fruto, tan sólo se obtiene por medio de gran labor en el Vagar (Samsāra).

ÍNDICE:

Enseñanza 1: “ZATACHAKRA NIRUPANA”
Enseñanza 2: “EL SUSHUMNĀ
Enseñanza 3: “ADHĀRĀ-CHAKRA”
Enseñanza 4: “LA CÁMARA SECRETA”
Enseñanza 5: “SVĀDHISHTHĀNA”
Enseñanza 6: “MANIPURA”
Enseñanza 7: “ANĀHATA”
Enseñanza 8: “VISHUDDA”
Enseñanza 9: “ĀJNĀ”
Enseñanza 10: “SAHASRĀRA”
Enseñanza 11: “NIRVANA-SHAKTI”
Enseñanza 12: “NITYĀNANDA”
Enseñanza 13: “SHUDAHA SATTVA”
Enseñanza 14: “EL RETORNO DE KUNDALINI”
Enseñanza 15: “TEXTO DEL SHATCHAKRA NIRUPANA”
Enseñanza 16: “TEXTO DEL PĀDUKĀ-PANCHAKA”

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